Cerdán, Claudio (2019)
Los señores del humo
Ediciones B, Barcelona, 560 pp
ISBN: 9788466665872
Claudio Cerdán nos
conduce a través de una historia turbia, oscura y fascinante, en la que todo
empieza a cobrar un significado distinto cuando, tras el impacto de las
primeras páginas, un asesino en serie empieza a decapitar a sus víctimas por
las calles de Madrid.
En una ciudad corrupta e
inmisericorde, tres vidas perdidas chocan en su caza al asesino. Paco Faura,
policía retirado que trabaja como detective sin licencia, sospecha que todo
podría estar relacionado con un caso que no pudo esclarecer treinta años atrás.
Mientras tanto, CJ -un antiguo mercenario- piensa que el culpable es un viejo
compañero de armas. Y Aldo, un proxeneta que tuvo que huir de México cuando los
narcos pusieron precio a su cabeza, perderá la cordura al creer que el pasado
vuelve para vengarse.
Solo
se puede salir de la crisis trabajando más y ganando menos.
GERARDO
DIAZ FERRÁN, presidente de la patronal de empresarios CEOE en el 2010, dos años
antes de entrar en prisión acusado de alzamiento de bienes y blanqueo de
dinero.
Un policía que entregó su placa pero no
pudo entregar su instinto investigador, un soldado huyendo de unos recuerdos de guerra que
vuelven para torturarle una y otra vez, un proxeneta mexicano que ha llegado a ello más por accidente que
por convicción.
Tres protagonistas únicos y potentísimos
que convergen una y otra vez en la encrucijada de los caminos que recorren y que, en principio jamás
debieron haberse cruzado.
Tres vidas que se mezclan y se
complican con el fondo de la corrupción,
de los sobornos, del poder que da el dinero, con el fondo de aquel Eurovegas
que era un sueño para muchos y una pesadilla para muchísimos otros.
El autor se mueve continuamente entre la
realidad y la ficción haciéndonos dudar a cada paso de cual es cual, nos pasea
por lugares que todos conocemos aunque sea solo de escucharlos en las noticias
y nos pone frente a la sordidez que hay detrás de esos nombres, la cañada real,
el cobo calleja y lo que se esconde en sus naves… y se monta una hipótesis
sobre los que pudo haber sido y no fue, una hipótesis que bien podría responder
a lo que paso realmente, porque si algo tiene esta novela es una grandísima
labor de documentación y tal vez solo cambien los nombres y los hechos no sean
exactamente lo que nos ha contado o tal vez si…
La
urbanización del Pocero, como se la conocía, era el paradigma del pelotazo y
sobreexplotación irracional del territorio.
Claudio narra su historia con un lenguaje claro, directo, a
veces soez, un lenguaje que es el que
debe ser, que no chirría porque cada una de las palabras está a la altura de
los escenarios en los que se mueven sus personajes.
Se
arrepintió casi al instante. El barman inició una larga diatriba racista y
xenófoba cargada de tópicos que se podrían resumir en: soy un puto ignorante,
no he evolucionado nada desde los tiempos de las cavernas, me siento orgulloso
de mi estupidez. Luego prosiguió explicando que a sus hijos los educaba en la
fe católica, que su mujer era una guarra y que un par de hostias a tiempo
calman a la fiera. Aldo pensó que será un excelente proxeneta.
Es esta una novela que ahonda en lo peor del ser humano, la
codicia, la envidia, los sobornos, la
droga, el juego, la especulación, el acoso inmobiliario, el cinismo de los que
proclaman una verdad y viven en una diametralmente opuesta…. Una novela que
hace una crítica veraz y feroz a esta sociedad y sobre todo a este país en el
que nos ha tocado vivir, porque esta
novela pisa terreno firme, presente y de una realidad, de una verdad
abrumadora.
Dedicó
un rato a hojear los archivos de
Levy sobre España. Muchos llevaban el
membrete de la CIA y el FBI . En resumen España pasó de una república a una
dictadura y luego se convirtió en monarquía. La gente que echaba de menos al
tirano juró amor eterno a un rey que apenas conocían. Era pura magia. Aparte:
paro, terrorismo, desigualdad, nacionalismos y un movimiento ciudadano que
había desbancado a los sindicatos.
España
iba a reventar en cualquier momento.
Una historia oscura en la que a duras penas se vislumbra la esperanza
ni la redención que tan fervientemente buscan algunos de sus protagonistas, en
la que los sucesos, a menudo te van dejando sin aliento porque son puñetazos
directos a la conciencia, a lo que tenemos al lado y no queremos ver, a esa
basura literal y metafórica entre la que nos hemos acostumbrados vivir de tal manera que ya ni siquiera nos
afecta el hedor.
-
Esta es la realidad. Antes ayudábamos a mendigos, borrachos y drogadictos, pero
estos días alimentamos a gente de clase
media que lo ha perdido todo. Son muchos, demasiados, y apenas damos abasto. No
me importa si la culpa la tiene el partido rojo o el azul. Solo sé que es
inhumano tratar así a un pueblo.
Una novela que queramos o no remueve nuestra conciencia,
resquebraja la coraza de indiferencia en la que vivimos permanentemente, en la
que las noticias de crímenes y sobornos nos rozan apenas de soslayo, se
convierten en noticias que oímos pero no escuchamos, en líneas casi anecdóticas
de esos flases que encontramos navegando por la red, eso que para nosotros está
años luz, pero que para mucha gente es su día a día.
Camellos, prostitutas, asesinos, mercenarios de la vida y del
poder, terroristas, traficantes…. Víctimas y verdugos. Un montón de
protagonistas moviéndose entre la sordidez de los barrios más bajos y los
pretendidos círculos del poder.
CJ
asintió para sus adentros. Había visto los estragos de una economía en recesión
donde las diferencias sociales eran cada vez más abruptas. Esto no era de
derechas o de izquierdas: era entre los pocos de arriba y los millones de
abajo. Y él trabajaba para la élite.
El autor construye una magnifica y original novela negra, en
el más amplio sentido de la palabra, un
magnífico edificio con unos sólidos cimientos en los que sostener una trama que
no presenta ni una sola grieta, una historia con un inicio que atrapa, una
trama que mantiene la tensión y un final a la altura de las más de quinientas
páginas que esta novela te hace disfrutar cada una de esas páginas a las que no
sobra ni falta absolutamente nada.
Dos
viejos fumando ante la puesta de sol. Los ojos fijos en un espejismo de
construcciones, zanjas, retroexcavadoras y cimientos. La nada de aquel terreno
sin vida. El humo escapando de sus bocas. El gobierno prohibió fumar allí.
Ellos lo hacían. Eran los últimos mohicanos.