El Rincon de Alberto

martes, 30 de marzo de 2021

Gema

Busquets, Milena (2021)
Gema
Editorial Anagrama, Barcelona, 176 pp.
ISBN:     978-84-339-9915-3

La vida cotidiana de una escritora se ve sacudida por el recuerdo de una amiga fallecida en plena adolescencia. Una bellísima novela sobre la memoria, el amor y la amistad.

La vida de una escritora de cuarenta y tantos años transcurre sin grandes sobresaltos, entre sus dos hijos y una relación que parece a punto de terminar. Pero esa existencia razonablemente plácida se ve sacudida por la reaparición de un fantasma del pasado en forma de repentino recuerdo: Gema.

Gema fue una compañera de colegio que murió de leucemia con quince años, una de las dos muertes que marcaron su infancia; la otra fue la de su padre, pero él había vivido toda una vida, mientras que Gema se fue antes de tiempo. ¿Qué existencia hubiera tenido? ¿En quién se habría convertido? ¿Cuándo la vio por última vez? ¿Pudo despedirse de ella? ¿Por qué el tiempo ha ido diluyendo el recuerdo de la amiga muerta?

Tratando de rescatar del olvido a Gema, la narradora inicia unas pesquisas que la llevarán a reunirse con viejas amigas que también la conocieron, a buscar alguna foto de grupo de la clase, a visitar el colegio, a rastrear esquelas en un periódico, a indagar sobre lo sucedido con el restaurante que tenían los padres de la chica...

Esta es una novela sobre el pasado que creemos haber olvidado pero que nos persigue, sobre las pérdidas que nos marcan y la necesidad de despedirse. Pero también es una novela sobre las ganas de vivir y las pequeñas alegrías de lo cotidiano, sobre el amor –a los amantes, a los hijos– y sobre las amistades que nos acompañan incluso después de desaparecer.

El libro, a un tiempo liviano y profundo, vitalista y compungido, confirma el talento de Milena Busquets tras el extraordinario éxito internacional de su anterior novela, También esto pasará, y permite disfrutar de nuevo de su singular capacidad para abordar emociones y sentimientos con un estilo inimitable que le ha granjeado una legión de fieles lectores.

 

“Nunca había sentido el menor deseo de saber más de lo que los demás querían contarme. No me parecía que el ansia por conocer hasta el último detalle de vida secreta de las personas amadas fuese una verdadera muestra de cariño o de interés. ¿Acaso no era más bien una falta de confianza,  una señal de ingenuidad y un deseo oculto de controlar el otro?¿Acaso no era importante también el pudor?.”

 

Esta es la primera novela que leo de Milena Busquets y lo cierto es que eso que dicen de que si “lo bueno es breve, dos veces bueno” se ha cumplido al 100 por cien con esta novela.

Esta novela me ha hecho volver a mi época del colegio, a esos días en lo que todo era pura vida, en la que las muertes nos pillaban por sorpresa, sobre todo si eran de alguien de nuestra edad, porque parecía que en aquellos momentos la muerte no tocaba. Y nos producía un latigazo que dejaba nuestra realidad colgando por un momento… pero un momento solamente, porque al final, la muerte se alejaba de nosotros y se convertía casi en un recuerdo borroso…

 

“De niña el pasado no me daba miedo cómo ahora,  no había ningún peligro de quedar  atrapado en sus arenas movedizas.”

 

Pero lo que ocurre, aunque sea miles de años atrás siempre vuelve y nos vuelve como vuelven todos los

recuerdos, de una forma confusa y desenfocada, de la forma en la que nuestra mente los va reconstruyendo para adaptarlos a la realidad, a nuestra realidad del momento del recuerdo, que nada tiene que ver con la realidad del momento en el que los hechos ocurrieron.

Esta novela me ha hecho pensar en mis amigas de entonces, en todas aquellas niñas que eran mi mundo en aquel momento, que se convirtieron en la red que me permitía ver el mundo y adaptarme a él… muchas de ellas siguen en mi vida, muchas otras han desaparecido de mis días y hay algunas a las que, estoy segura, no soy capaz de recordar como tampoco ellas serían capaces de recordarme a mí.

 

“A los quince años ya sabemos todo lo que sabemos sobre la amistad, no mejoramos cómo amigos, en todo caso empeoramos. El amor sentimental tal vez se puede ir perfeccionando con el tiempo, pero la amistad no, la amistad  alcanza su plenitud radiante y absoluta en la infancia.”

 

Desde esa primera persona que nos narra el libro somos capaces de establecer los sentimientos de la autora, los de su presente, los de la vida de una mujer de más de cuarenta años, con una vida estable, placida, con hijos y una pareja que no acaba de ser lo que ella esperaba que fuera. Una vida que empieza a tambalearse cuando, de repente, en el lugar más insospechado, aparece la imagen del fantasma de una amiga muerta que le hará replantearse que ocurrió en aquellos lejanos momentos de su vida.

Estamos ante una novela que nos habla de lo que tenemos y de lo que perdimos para poder llegar al punto en el que estamos. Una novela que se centra en los sentimientos olvidados o enterrados, y en los sentimientos presentes, una novela emotiva sin llegar al sentimentalismo extremo, una novela escrita de manera franca, con una prosa sencilla que provoca que no quieras dejar de leer.

No voy a contaros mucho mas de esta historia, porque os aseguro que la verdadera delicia de esta novela es acercarse a ella, a lo que nos cuenta y a lo que nos hace pensar, la verdadera delicia es acercarse a ella sin saber mucho más que lo que tiene que contarnos la autora.

 

“Hay cosas que no son verdad hasta que las dices en voz alta, y cosas que una vez dichas en voz alta dejan de ser verdad.”

1 comentario:

  1. Pues tendré que acercarme a esta novela, que me has dejado con ganas.
    Besotes!!!

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