El peor de todos los efectos
de la quimioterapia es que te impide hacer planes a medio, ni si quiera a corto
plazo. Los planes se reducen a lo que eres capaz de hacer cada día cuando
amaneces, dependen de tu cabeza, de tus nauseas, de tus fuerzas y del efecto
secundario que ese día concreto esté presente o no.
Lo cierto es que los efectos,
no por esperados son menos traumáticos.
Ayer, después de reunir las
fuerzas suficientes para algo tan simple como darme una ducha, los mechones de
pelo comenzaron a caer sobre mis hombros igual que el agua de la alcachofa,
aclaraba con cuidado el champú, pero no servía de nada, las guedejas se
enredaban en mis dedos y las gotas se mezclaban con mis lagrimas.
Mientras sacudía las mechas entrelazadas
en la toalla y eliminaba la madeja enredada en el desagüe, decidí que no habría
mas remedio que pasar la maquina por mi cabeza y resonaron las palabras de la oncóloga:
-El pelo se cae a partir del día
14 - éste es exactamente el 14, maldita precisión.
Hoy pensaba ir a la peluquería
para que Yoli eliminara de raíz el problema de la “caída de pelo”, pero solo
pensar en volver a quedarme con el pelo en la mano me disuade de salir de casa.
Le he pedido a Pablo que me
pase él la maquina, me ha preguntado si estoy segura, no lo estoy, no es fácil decidirse
a hacerlo, pero no queda más remedio. No es fácil elegir el numero de corte, ¿al
cero, al uno?. Lo dejamos en el dos,
Pablo me pregunta de nuevo si estoy segura, con las lágrimas rondándole los
ojos, a mí también me afloran. Si.
El poco pelo que queda va
formando montañas en el suelo, oigo la maquina, la siento en mi cabeza e
intento imaginar cual será el resultado. Cuando el ruido cesa no soy capaz de
mirarme al espejo, veo la tristeza y la frustración reflejadas en la mirada de
mi marido y entonces me giro, sólo un momento, me vislumbro brevemente en el
espejo, aun no estoy preparada para mirarme de frente.
Me abrazo fuerte a su cuerpo
y dejo que resbalen por mis mejillas las lagrimas ya sin control ninguno,
lloramos ambos, Alberto se abraza a nosotros y me mira sin acabar de entender
lo que ha pasado y de pronto nos sorprende pidiendo guardar un mechón de ese
pelo que ya no está en mi cabeza sino en pequeños montículos por todas partes,
quiere guardarlo hasta que vuelva a crecerme le ponemos una goma formando una
pequeña coleta y se lo lleva a su dormitorio. Cuando he ido a arroparle antes
de acostarme, lo tenía debajo de la almohada.
Parece una estupidez, pero el
pelo siempre ha sido importante para mí,
mi melena una seña de identidad, siempre abundante, siempre largo… a partir
de ahora ya no estará, a partir de ahora la falta de cabello le gritará al
mundo que tengo cáncer, hasta ahora era a mí a quien me correspondía contarlo o
no, ahora lo contaran mis pañuelos.
No soy de esconderme, hoy tampoco lo
haré. Ha sido un momento duro pero necesario. Con pelo o sin él, seguimos en la
lucha.
Es difícil que me quede sin palabras, aunque es raro dado lo callada que soy. Tu relato, lejanamente imaginado por circunstancias, me ha llegado a lo más hondo de corazón. No miento cuando te digo que tengo lágrimas en los ojos porque no sé si yo sería capaz de afrontar lo mismo con tanta entereza. Sabes que te quiero y desde mi rincón, me alegra ver que solo fueron unos meses y que la decisión de cortarlo, solo lo podía hacer alguien tan fuerte como tú. Hoy las lágrimas son de alegría, al ver tu pelo ensortijado y sabiendo que aquellos días, son parte del pasado. Un beso muy grande, Gema
ResponderEliminar"El momento mas oscuro es justo antes del amanecer". Gracias por estar siempre, aun a distancia. Te quiero amiga.
EliminarQué bien has sabido traducir siempre. Te quiero mucho y te entiendo más.
ResponderEliminarSiempre me entendiste muy bien. Siempre con vosotras. Os quiero.
EliminarCómo pasa el tiempo...un año ya. Pronto tendrás melena al viento de nuevo 😉
ResponderEliminarUn abrazo muy grande, querida Gema.💝
Todo pasa, hasta los peores momentos, por suerte...
EliminarUn beso enorme Marina querida.
Pero qué bien escribes cariño !!. Fueron días duros, la primera vez que te ví con el pañuelo a través de los cristales de O´Donell 11, tuve que esperar un rato para poder entrar, se me partía el corazón solo de pensar lo que estarías sufriendo...Pero gracias a Dios ya ha pasado, ya vuelves a sentir el movimiento de tu pelo "afro", estás más guapa que nunca !!
ResponderEliminarSe que vosotros sufristeis conmigo, eso era lo que mas me pesaba...
EliminarGracias por tus risas, tus animos, tu cariño y tambien por tus silencios. Tu si que eres guapa, por fuera y sobretodo por dentro.