16.10.16
Cuando tu cuerpo no responde
piensas que nunca vas a volver a encontrarte “bien” pero la esperanza te
despierta cada mañana susurrando: -Hoy
será el día.
Se acerca una de las dos fechas más importantes de cada
año, el día en que tu único deseo es vivir junto a los tuyos el día grande de
tu tierra, el momento de ver a tu Santa pasear llevada a hombros por tus paisanos; tal vez para cualquier otro solo
sea una imagen, pero a ti te remueve por dentro, hace que surja la emoción de
lo más profundo de ti.
Y te despiertas, otra vez, y no
eres capaz de moverte, y tienes que renunciar a vivir ese día, a estar en el lugar que mas
deseas… y sientes un enorme vacío, un dolor emocional que se añade al dolor
físico.
Y te llevan y el corto viaje te
agota, y te cuidan y te sientes una niña
indefensa… otra vez. Y tu cuerpo sigue sin responder, pero te obligas a comer,
a caminar, a intentar descansar y sonríes
y saltan tus lagrimas ante esa imagen que hoy no pasea por las calles y caminas
lentamente y respiras el aire puro y posas para las fotos con la mejor de tus sonrisas
y haces creer a los que te quieren que todo va mejor, intentas convencerte convenciéndoles
a ellos, aunque no sea cierto, aunque en el fondo no tengas ninguna gana de
fingir.
Y de vuelta a casa caes rendida en tu cama, pero satisfecha de haber podido cumplir ese pequeño deseo y feliz de haber visto la esperanza reflejada en los ojos de los tuyos.
No tengo palabras querida, solo decirte que estoy muuuuuuyyy orgullosa de tí como tu "mami" que soy. Las dos somos mujeres valientes que han sabido afrontar las putadas de la vida y disfrutar de ella, cuando nos deja.
ResponderEliminarYo estoy orgullosa de ti desde el dia que te conoci, orgullosa de ser tu hija y de lo que aprendo de ti cada dia. Gracias.
ResponderEliminar