Sanclemente, José (28/01/2021)
Regeneración
Roca Editorial, Barcelona, 288 pp.
ISBN: 9788417968113
Leire Castelló es contratada por el periódico Liberación de Madrid, un diario en decadencia que pretende influir en la política y la economía de la capital. Leire ha dejado Barcelona para situarse en primera línea de la información política donde las empresas del IBEX, las instituciones y los partidos políticos están inquietos ante el resultado de unas próximas elecciones que pueden acabar con el bipartidismo, y en las que también las cloacas del Estado actuarán para impedirlo.
Leire, distanciada de su compañero sentimental, el inspector
Julián Ortega de la Brigada Criminal de Barcelona, ejercerá como reportera de
investigación, con la promesa de su directora de que gozará de independencia y
libertad.
Pronto se dará cuenta de que nada es como se lo imaginaba,
cuando un caso de asesinato en Barcelona, que investiga el inspector Ortega,
será relacionado con otro que se produce en Madrid a las pocas horas, el del
presidente de la Sareb (el banco malo que se quedó con los activos
inmobiliarios de los bancos buenos para acudir al rescate de estos). Ambos
muertos fueron objeto de escraches, organizados por miembros del Partido
Adelante, un nuevo partido progresista surgido tras el 15 M. Las acusaciones
del Gobierno a la líder de Adelante serán brutales: «La violencia engendra
violencia» y «de aquellos escraches llegan estas muertes». Sin embargo todo
podría ser una cortina de humo para tapar un caso de corrupción del partido
conservador al haber adjudicado pisos de protección oficial en manos del banco
malo a extraños fondos buitre.
El inspector Ortega y la periodista Castelló colaborarán
para desentrañarlo y se reavivarán entre ellos antiguos desencuentros y
pasiones.
La vieja política se enfrenta a la nueva con los medios de
comunicación en liza, los nuevos digitales y los viejos de papel.
El gran cambio solo puede conseguirse mediante la
recuperación de la confianza en los políticos y en la prensa. La Regeneración
de ambos parece imposible.
La corrupción es como el chapapote que emerge en la superficie del mar y se deposita sobre las playas cuando hay un vertido de petróleo. El contaminante se hace bien visible y la pasta de alquitrán se puede recoger con esfuerzo, pero el océano se traga buena parte del líquido oleaginoso y devasta el bioma marino sin que tengamos conocimiento preciso de ello, simplemente porque no lo vemos.
Llevo
años oyendo hablar de la Sareb (el llamado banco malo) y de los fondos buitres,
no creo que exista alguien que no haya escuchado estos términos a poco que vea
las noticias, pero lo cierto es que, más allá de su sentido negativo, poco más sabía
de ellos, hasta ahora.
Y es que este libro te pone frente a estas dos realidades, que si me permitís voy a intentar explicar brevemente, más por explicármelo a mí que a vosotros.
La Sareb
es la “Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración
Bancaria”; ahí es nada, que se define a sí misma como “una entidad creada para
ayudar al saneamiento del sector financiero español y, en concreto, a las
entidades que arrastraban problemas debido a su excesiva exposición al sector
inmobiliario. Vamos, que se creó, básicamente para rescatar a los bancos.
La
Sareb llegó a España en el año 2012 a través de un acuerdo con los socios
europeos, ya que su creación era una obligación para recibir los fondos que permitieran
el “rescate” de la banca. Su misión era “recibir los activos inmobiliarios de
las entidades que atravesaban dificultades, para reducir los riesgos de las
mismas y liquidar de forma ordenada los activos problemáticos”. Y esta es una
de “las madres del cordero” a las que alude el libro, porque uno de los
fallecidos es el presidente de este “banco malo”.
“La mayor parte del capital de Sareb, un 55% es privado, pero el resto (un 45%) está en manos del
Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB)” y esta es otra “madre del cordero”, ya que el FROB es una entidad de Derecho público (depende, por tanto de la administración pública, dirigida por el gobierno de turno) y cuyo objeto es gestionar los procesos de resolución de las entidades en su fase ejecutiva”. Y, claro, si el FROB es dueña de parte de la gestora y está “controlada” por el gobierno, es fácil proveer que si alguien “mete mano en la caja” o quiere llevar a cabo maniobras mas o menos transparentes este será sin duda parte de aquellos que nos gobiernan.Y la
tercera “madre del cordero” son los llamados “fondos buitre”, que invierten en
bienes que potencialmente pueden suponer una gran ganancia, pero que, a la vez,
presentan un alto riesgo de que algo “salga mal”. Vamos, que su misión es comprar
barato y vender caro, aprovechándose de situaciones financieras críticas, tanto
en países como en empresas.
Estas
entidades llegaron a España entre 2012 y 2013, en plena resaca de la crisis
financiera. Los bancos y las cajas de ahorro tenían muchas propiedades, debidas
a los impagos de las hipotecas y tanto el Banco Central Europeo (BCE) como el
Banco de España (BdE) instaron al sector bancario a que se libraran de estos
inmuebles para sanear sus cuentas.
Al
ver esta oportunidad en el mercado inmobiliario español, los fondos buitre
decidieron asumir el riesgo de comprar los inmuebles y pronto se convirtieron
en los principales tenedores del mercado. Estas acciones no se limitaron a las
viviendas de construcción privada, sino que se dirigieron, además a la adquisición
de viviendas sociales.
Ya
hemos dicho que el objetivo de estos inversores es comprar y vender para
aumentar la rentabilidad, y eso hicieron con las viviendas sociales (que son
parte del patrimonio del estado), además, en el caso de las viviendas sociales
otra fórmula de aumentar dicha rentabilidad
es subir el precio del alquiler de manera desproporcionada a aquellos
inquilinos de las que inicialmente eran viviendas sociales y que han concluido
el contrato inicial que firmaron con la entidad pública de turno. Y esta
situación produjo, en su momento masivas protestas y el nacimiento de un movimiento
ciudadano que acabaría convirtiéndose en un partido político.
Y
esta es la ultima “madre del cordero”, porque el segundo muerto de esta novela
tiene mucho que ver con estos fondos buitres y, además, ambas víctimas, han sufrido
los escraches de este partido político,
lo que les convierte en el centro de las acusaciones de ser, sino brazo ejecutor, si instigadores
de la violencia que ha llevado a estas dos muertes.
Y con estas premisas, el autor monta una novela en la que la corrupción política, la corrupción periodística e incluso la corrupción policial se entrelazan con asesinatos, traiciones y manipulaciones de lo más variado.
Leer
esta historia ha sido como ver las noticias o escuchar hablar de los sumarios
de cualquiera de los casos de corrupción que se ventilan en los juzgados de
nuestro país y que estamos tan acostumbrados a escuchar diariamente que apenas
les damos importancia.
He
sido capaz de identificar a cada uno de los personajes de esta historia con personajes
reales, y aunque, obviamente, tanto el desarrollo de las acciones como las
escenas privadas de los protagonistas son producto de la imaginación del autor,
a lo largo de toda la lectura he tenido la sensación de que todas y cada una de
esas imágenes podrían haber sucedido en la realidad.
Supongo que es una broma de mal gusto. La ética para vosotros es como una goma elástica que da mucho de sí, pero a veces se rompe de tanto estirarla —dijo Madridejos. —Bien, pues si eso es lo que pensáis, adelante. El daño está hecho, pero si queréis profundizar en la herida y acabar jodidos del todo, estáis en vuestro derecho. Ahora tenemos la oportunidad de ir los tres grandes partidos de la mano, de lanzar un mismo mensaje a la sociedad, de no hacer leña de una mera causa administrativa que se ha regularizado. Cuando esto se sepa y los candidatos dimitan, van a ir a mirar todos nuestros patrimonios con lupa y ahí no van a encontrar nada. No hay más causa. Esto durará poco tiempo.
Tampoco creo muy alejada de la realidad lo que supongo que ocurre de puertas para adentro de la redacción de cualquier periódico. Un periodismo que el autor nos muestra determinado, no solo por la ideología propia del periódico, más alejada a uno u otro extremo, sino además, por los favores y favoritismos que se reciben de una u otra parte y que a menudo obliga a devolver favor con favor…
A
este mundo de corruptelas podemos añadir que la corrupción no entiende de
profesiones y que también entre las fuerzas de seguridad pueden darse manzanas
podridas. Y es que el dinero tiene mucho tirón, y hay que tener la mente muy
clara y la conciencia muy limpia para no caer en según qué tentaciones.
La
novela construye una doble investigación, la periodística y la policial, que,
aunque presentan objetivos distintos, acaban convergiendo para darnos una
visión exacta, concreta y completa de la trama y es que los dos protagonistas,
el inspector Julián Ortega y la periodista Leire Castelló, son dos personas
integras que solo buscan encontrar la verdad.
Ese no es nuestro cometido. Tenemos que contar la verdad. Nosotros no tenemos que poner o quitar políticos, nuestra obligación es vigilar al poder, no formar parte de él.
Estamos
ante una novela, que bien podría ser una crónica, tan apegada está,
desgraciadamente a la realidad de nuestros días. A ese “y tú más” al que
nuestros políticos nos tienen tan acostumbrados, a ese menosprecio con que se
tratan unos a otros, a esa hipocresía de lo que se escupen cara a cara,
pactando lo contrario a nuestras espaldas, a esas noticias inventadas para
humillar al contrario, a esa falta de respeto que se respira en nuestras
instituciones día a día, a ese desfile de cargos políticos por las salas de
justicia, a las zancadillas y mentiras que unos y otros utilizan en las
campañas electorales para arañar unos cuantos votos…. A todas esas situaciones
que han conseguido que perdamos el respeto por nuestra clase política y por la
esperanza de que la palabra “regeneración” deje de ser, en algún momento, una
palabra para convertirse en una realidad.
Ha sido una lectura amena y educativa, una novela en la que me he sentido inmersa desde la primera a
la última línea. Una historia llena de sospechosos, en la que los culpables no son quienes más lo parecen, en que los inocentes no lo son tanto como pudieran parecerlo, en el que todos de una u otra forma tienen algo que ganar y algunos, tienen mucho que perder.Una
novela que, sin duda, os aconsejo leer, porque la realidad supera la ficción,
pero en este caso nuestra realidad se refleja claramente en la ficción.
Creo que no me equivoco si afirmo que, independientemente de nuestras diferencias políticas, todos creemos que la estabilidad del país está por encima de nuestra ideología. Nos ha ido bien así. Tenemos una democracia fuerte y no queremos consentir que, fruto de ideas populistas y extremistas, se rompa esa estabilidad. Hoy gobernamos nosotros, mañana puede que lo hagáis uno de vosotros y seguramente nos vamos a necesitar los unos a los otros para mantener esa estabilidad. La alternancia en el poder es la base de la democracia, la destrucción del poder lleva al caos y a la sinrazón.
Esta novela es mi primera lectura de la Yincana Criminal 2021, en la sección Made in Spain, dentro del apartado La acción transcurre en Barcelona o Madrid