Díaz, Santiago (2021)
El buen padre
Reservoir Books, Barcelona, 416 pp.
ISBN: 9788417910990
Después de recibir una llamada de alarma, la policía encuentra en un chalé de una urbanización madrileña a un hombre manchado de sangre y un cuchillo con sus huellas junto al cadáver de su mujer.
Un año más tarde, un anciano se entrega a la policía afirmando ser el secuestrador de tres personas desaparecidas: el abogado defensor de su hijo, la jueza que le condenó y una joven estudiante que testificó en su contra en el juicio. Convencido de que los tres fueron sobornados, el hombre asegura que morirán, uno cada semana, hasta que detengan al verdadero asesino de su nuera y su hijo sea liberado.La inspectora Indira Ramos, de una ética tan inquebrantable
como su fobia a los microbios, solo tiene tres semanas para resolver el caso
antes de que "el buen padre" lleve a cabo su macabro plan.
“Ella ha sido así
desde que nació, le viene de serie una impopular rectitud que siempre le
ha causado problemas.“
Hace algo más de año y medio que leí Talión, la primera novela de Santiago Díaz, una lectura con la que disfrute y mucho más cuando, poco tiempo después pudimos reunirnos con el autor y el “hermano” del mismo, en un largo café en la Plaza de Oriente.
Gracias al buen gusto que me dejaros ambos, novela y autor, cuando en #SoyYincanera se propuso la Lectura Conjunta de #ElBuenPadre, me fue imposible negarme, y no sabéis lo que he disfrutado.
Como en la novela anterior, la lectura ha sido más que rápida. La forma de escribir del autor que más que contar te hace vivir en cada párrafo lo que se está viviendo y esos recursos de “guionista” que nos sorprenden a cada paso, unido a la construcción de capítulos cortos, hacen que una lectura de más de cuatrocientas páginas, a mi me durara apenas dos días.
“Subieron por la
escalera intentando recordar cuál era el protocolo en este tipo de
situaciones. Pero cuando de la teoría se
pasa a la acción real, uno se olvida de
todo.”
Si de aquella primera novela destaqué en su momento a su protagonista, Marta Aguilera, por ser un personaje al margen de la ley, en esta debo destacar a Indira Ramos, que es justo lo contrario.
Santiago tiene un don para construir protagonistas atípicas, en estas dos novelas, mujeres y vaya mujeres… Indira es una inspectora de raza, con su más y sus menos, claro, como todos. Con un TOC que le perturba la vida a ella y a quienes la rodean y con un sentido de la rectitud que, en el mundo en que se mueve, donde está más que viene visto el corporativismo para proteger a los colegas, no hará sino acarrearle un montón de problemas. Un montón de problemas que comienzan por sus propios compañeros, que no entienden tanto celo entre los suyos, pero que si valoran el celo contra los “delincuentes” de la calle. Y esta fama de mujer incorruptible es la que hace que ese anciano que no busca, más que la “exculpación” de su hijo se empeñe en que sea ella quien lleve a cabo esa misión a riesgo de perder tres vidas ¿inocentes?.
“Cuando a una le
han diagnosticado un TOC (un trastorno obsesivo-compulsivo que le impide tener
un comportamiento medianamente normal), cualquier precaución es poca.”
El
autor es una maravilla contándonos el día a día de la investigación y las
implicaciones personales en cada uno de los protagonistas.
“- Lo único qué
necesitas saber es que, sí trabajas para
mí, aquí dentro nadie te molestara.
- ¿Y si no?
- Si no… seré yo
quien te moleste.”
Pero
no lo es menos al narrarnos los episodios de la cárcel, ni el día a día de esos
secuestrados desconocedores del tiempo o el final de su cautiverio.
“La incertidumbre
de no saber por qué se está retenido es peor aún que la falta de libertad.”
Y si a e este cuadro añadimos la aparición de muertos en lugares icónicos, constructores a los que lo único que les importa son los rendimientos de sus inversiones, caiga quien caiga y algún, más que otro marido celoso, la novela se convierte en una historia imposible de dejar pasar.
“A muchos hombres
todavía les escuece que sus mujeres ganen más
que ellos.”
La
novela sorprende por su trama, y por sus
personajes. Un desarrollo intrincado en el que cada protagonista es parte del
protagonismo de los demás, pero es, sobre todo una novela que sorprende por su
final; un final que tira por tierra totalmente lo que has ido elaborando a lo
largo de toda la lectura.
Santiago
fue un autor al que prometí seguir tras la lectura de Talión y tras
#ElbuenPadre, me declaro fan absoluta de sus historias y estoy deseando que
llegue una nueva aventura, tenga a quien tenga como protagonista, porque sé
que, sea quien sea, dejara en mí la misma impresión que han dejado Marta
Aguilera e Indira Ramos, aunque me temo que de esta última, aun nos queda mucho
por descubrir.
Si aun no habéis leído a este autor, la verdad es que no se a que estáis esperando; da igual que
comencéis por una u otra novela, porque lo que es seguro es que cuando acabéis con la primera iréis irremisiblemente a buscar la segunda.“- Muy normal no
eres, no voy a engañarte. Pero las
personas más interesantes nunca lo son. De hecho, los genios suelen ser gente
muy peculiar.”