Lena Rivera, Ana (2021)
Los muertos no saben nadar
Maeva, Madrid, 480 pp.
ISBN: 978-84-18184-24-6
UNA NUEVA INVESTIGACIÓN DE GRACIA SAN SEBASTIÁN, QUE AHORA
COLABORA CON LA POLICÍA.
La tercera novela de la autora de Lo que callan los muertos,
ambientada entre Oviedo y Gijón.
Una nueva investigación de Gracia San Sebastián, que ahora
colabora con la policía.
En pleno mes de diciembre, en la playa de San Lorenzo de Gijón un niño encuentra el brazo amputado de un hombre en el agujero del muro donde guarda sus tesoros. El brazo pertenece a Alfredo Santamaría, que estaba siendo investigado en la comisaría central de Oviedo por una presunta estafa piramidal. El jefe de la Policía del Principado asigna el caso al comisario Rafael Miralles. Gracia San Sebastián, investigadora de fraudes contratada por la policía para indagar en las finanzas de la víctima, tiene que desentrañar un complejo entramado de blanqueo de dinero en el que interviene un poderoso grupo de mafiosos rumanos sin escrúpulos. En su vida personal, la relación con Rodrigo sigue viento en popa para disgusto de su exmarido, Jorge, que viene de visita desde Estados Unidos para gestionar un ambicioso proyecto empresarial.
“La forma más
fácil de librarse de un delito es que parezca que no lo es.”
Estamos ante la tercera entrega de la investigadora Gracia San Sebastián, nuestra vieja y querida protagonista de “Lo que callan los muertos” y “Un asesino en tu sombra”.
Ha sido una verdadera sorpresa encontrase con ese inusual caso financiero, que, en este caso, se mezcla con la nueva calidad de experta externa de la policía con la que Gracia cuenta en la actualidad y que tampoco gusta a otro de sus clientes, Rodrigo, el abogado de la Seguridad Social al que conocimos en la novela anterior.
“No había blanqueo
real posible sin pago de impuestos: camuflar su origen y pagar impuestos es lo
que convierte el dinero negro en dinero legal. Si daban caza a Costica, las
mafias encontrarían quien blanqueara su
dinero fuera de Rumanía y la recaudación iría a las arcas de otro país.”
“- Tiene mucho que
ver, hija, porque no se puede tener todo
en esta vida; que si quieres que te traten como una princesita a la que hay que
proteger para que no se rompa, encontrarás a alguien que lo haga, pero ten cuidado
y no vayas a terminar guardada en una vitrina. Si quieres una relación de igual
a igual no puedes ser la cenicienta del cuento. Y me da la sensación de que,
tal como lo cuentas, Rodrigo puede ser ese tipo de hombre con el que te cueste
lidiar si es que os llegáis a casar.”
Estamos ante una novela mucho más madura, una novela en la que la investigación fiscal es mucho más profunda y compleja y de la que se desprenden varios hilos argumentales que complican mucho más la trama. Y ante un enredo más en la vida de Gracia.
Gracia es una mujer analítica y perfectamente “preclara”, pero lo es tanto para su vida profesional que parece que todo queda volcado en ella y que en su defecto, en su vida personal, parece a veces, demasiado “pazguata”, que decían en mi tierra.
Es cierto que según aumenta su estatus profesional parece que su estatus personal va flaqueando, lo que no es extraño, porque esta mujer, tan bien rodeada de personajes femeninos, no lo está tanto de los masculinos.
En este momento de su vida, Gracia, que parece abocada a rehacer su vida, se encuentra de repente con la aparición de su todavía marido, que con sus idas, sus venidas y sus secretos, no hace más que desequilibrarla.
Es cierto que Jorge es un personaje que nunca acabo de caerme muy bien y que en esta novela no está muy claro hacia donde se mueve y también es cierto que Rodrigo es otro personaje que me ha provocado tener que parar en algunos momentos y chillarle a Gracia, “pero bueno, es que no te enteras”… y no es un mal personaje, al contrario, es un PERSONAJAZO, porque cualquier personaje que te mueva por dentro es uno de esos personajes a tener en cuenta. Y si la autora sabe de algo es, precisamente, de crear personajes.
“- Hijo, si no conoces a la persona de
la que te enamoras, es que te estás
enamorando de alguien que no existe. Y esa chica no pude conocerte si no la
dejas. Debes contarle lo que ocurrió.”
Su madre, a la que ella considera tan chapada a la antigua, le guarda más de una conversación que es capaz de sacarla los colores. Por suerte, Geni y su hermana siguen siendo tablas firmes a las que agarrarse.
“- Bueno, mira tú por dónde sales
ahora. Tan moderna para unas cosas y tan
atrasada para otras. ¡Eso para las mujeres de vuestra generación no tiene
ninguna importancia! Seguro que a Sarah le parece bien.”
Como en las anteriores entregas, la explicación de la trama financiera se hace, a pesar de su, presumible dificultad, perfectamente clara a través de las explicaciones de Ana, que es capaz de traer a nuestra vida diaria algo, que al menos en mí día a día me pilla demasiado lejos. Y si a esto añadimos unos cuantos delincuentes de los bajos fondos, unos más que pérfidos sicarios, alguno que pasaba por allí y un policía empeñado en boicotear la labor de Gracia en la policía, ayudado, sin saberlo por ese novio que no quiere compartirla con nadie, y no por celos, sino porque está empeñado en que la integridad de la protagonista puede estar amenazada en según qué situaciones y un final digno de dejarnos con la boca abierta de par en par, la trama queda redonda.
“Mario había sido
educado por sus padres para abrir la puerta a las mujeres y ser amable con
ellas, no para detener sospechosos en su compañía y mucho menos para confiarle
su vida en situaciones de peligro. Esa era la razón por la que frenaba el
ascenso de las inspectoras que estaban en la lista de sucesión para el puesto
de comisario y evitaba así que, durante su mandato, una mujer llegase a
comisaría del Principado. No consideraba que estuviera haciendo nada
incorrecto: no se sentía cómodo trabajando con ellas y debido a su posición
tenía la opción de elegir.”
Hay muchos personajes nuevos, evidentemente, personajes sólidos que sostiene la trama de la novela y que, como ya he comentado la hacen mucho más profunda. Pero si hay algo que me gusta de esta serie es su protagonista, o mejor dicho, sus protagonistas, porque en esta novela, a pesar de ser Gracia la protagonista, el resto de las mujeres no se quedan a la zaga.
Acabé el libro en dos sentadas, y ya estoy deseando que la autora nos vuelva a regalar otra aventura de esta investigadora que va más allá de la investigación fiscal.
“- No me pierdas a los que sigo en twitter ni a los contactos de Facebook, ¿eh?- advirtió mi
madre.
- No, mamá, eso no está en el
iPad, está en tus cuentas.
Mi madre me miró
suspicaz.
- Pero yo los veo en el iPad-
insistió poco conforme.
- Ya, pero no están ahí almacenados.
- Bueno, por si acaso, tú no me los
pierdas, que está el tema de la Casa
Real interesantísimo y no quiero perderme ni un solo tweet .”
Asi estoy yo deseando volver a leer otro nueva historia y reencontrarme con esas mujeres que comentas en tu novela que son la columna vertebral de una parte importante de la historia. También la he disfrutado y leído en dos sentadas. La recomiendo
ResponderEliminarCiertamente se ha notado una apreciable evolución en la autora, cada vez se nota más madura y eso se nota en la complejidad de las tramas.
ResponderEliminarEl sector masculino que rodea a Gracia no me cae nada bien, excepto Miralles.
Una gozada leerlo.
Besos
También me he quedado con ganas de reencontrarme con Gracia y con el resto de personajes. Muy buena reseña.
ResponderEliminarBesotes!!!
Quien nos iba a decir con la primera novela que Ana Lena Rivera evolucionara del modo en que lo ha hecho, ¿eh? Y eso que ya nos cautivó entonces. Y sí, la verdad es que a mi también me ocurre que es acabar un libro y desear leer el siguiente. ¡Somos insaciables!, pero la razón está en lo que bien has comentado: en esos personajes que sin robarle protagonismo a Gracia, están a su altura.
ResponderEliminarUn beso.
Llevas toda la razón del mundo, a veces dan ganas de que Gracia espabile y más razón aún llevas en lo de que está muy bien rodeada de personajes femeninos y muy mal de masculinos, con la excepción de Rafa. Un beso.
ResponderEliminarEspero que dentro de poco podamos saber un poco más de Gracia y de los otros personajes.
ResponderEliminarUn abrazo
Buena reseña. He disfrutado mucho con esta novela y también con las anteriores
ResponderEliminarPues creo que ha sido un sentir generalizado. Hemos disfrutado muchísimo con esta nueva entrega, en la que se ha notado una evolución a mejor de la autora, con una trama redonda y más complicada, y todos hemos quedado con ganas de reencontrarnos, esperemos que pronto, con Gracia y especialmente con todos los personajes femeninos que la rodean.
ResponderEliminarBesos.
Hola. Desde luego que la escritora es una experta en ofrecer cada detalle para hilar perfectamente las pistas para resolver el gran misterio. Cada vez me gustan más lo personajes. Que gran reseña. Besos.
ResponderEliminarUna reseña maravillosa. Yo también creo que Gracias es un poco pazguatilla, pero muy buena en lo suyo que parece que no es el encontrar la pareja adecuada. Besos.
ResponderEliminarha sido una lectura con la que he disfrutado muchísimo, me ha sorprendido la evolución de la autora, con una multitrama (me parece que me acabo de inventar un palabro...) muy bien confeccionada y los maravillosos escenarios en los que transcurre. A mi el personaje de Jorge no me cae mal, el hombre fue a solucionar los asuntos legales como los tenían acordados, pero no contaba con el nuevo novio que le descoloca totalmente. Besos
ResponderEliminarHola! Se nota que hemos disfrutado de la lectura. Estoy totalmente de acuerdo contigo, la trama es muy buena pero los personajes son lo más. Cómo han evolucionado algunos de ellos. Me han encantado la novela y me he quedado con ganas de más.
ResponderEliminarMuy buena reseña amiga. Un abrazo enorme!!!