martes, 30 de marzo de 2021

Gema

Busquets, Milena (2021)
Gema
Editorial Anagrama, Barcelona, 176 pp.
ISBN:     978-84-339-9915-3

La vida cotidiana de una escritora se ve sacudida por el recuerdo de una amiga fallecida en plena adolescencia. Una bellísima novela sobre la memoria, el amor y la amistad.

La vida de una escritora de cuarenta y tantos años transcurre sin grandes sobresaltos, entre sus dos hijos y una relación que parece a punto de terminar. Pero esa existencia razonablemente plácida se ve sacudida por la reaparición de un fantasma del pasado en forma de repentino recuerdo: Gema.

Gema fue una compañera de colegio que murió de leucemia con quince años, una de las dos muertes que marcaron su infancia; la otra fue la de su padre, pero él había vivido toda una vida, mientras que Gema se fue antes de tiempo. ¿Qué existencia hubiera tenido? ¿En quién se habría convertido? ¿Cuándo la vio por última vez? ¿Pudo despedirse de ella? ¿Por qué el tiempo ha ido diluyendo el recuerdo de la amiga muerta?

Tratando de rescatar del olvido a Gema, la narradora inicia unas pesquisas que la llevarán a reunirse con viejas amigas que también la conocieron, a buscar alguna foto de grupo de la clase, a visitar el colegio, a rastrear esquelas en un periódico, a indagar sobre lo sucedido con el restaurante que tenían los padres de la chica...

Esta es una novela sobre el pasado que creemos haber olvidado pero que nos persigue, sobre las pérdidas que nos marcan y la necesidad de despedirse. Pero también es una novela sobre las ganas de vivir y las pequeñas alegrías de lo cotidiano, sobre el amor –a los amantes, a los hijos– y sobre las amistades que nos acompañan incluso después de desaparecer.

El libro, a un tiempo liviano y profundo, vitalista y compungido, confirma el talento de Milena Busquets tras el extraordinario éxito internacional de su anterior novela, También esto pasará, y permite disfrutar de nuevo de su singular capacidad para abordar emociones y sentimientos con un estilo inimitable que le ha granjeado una legión de fieles lectores.

 

“Nunca había sentido el menor deseo de saber más de lo que los demás querían contarme. No me parecía que el ansia por conocer hasta el último detalle de vida secreta de las personas amadas fuese una verdadera muestra de cariño o de interés. ¿Acaso no era más bien una falta de confianza,  una señal de ingenuidad y un deseo oculto de controlar el otro?¿Acaso no era importante también el pudor?.”

 

Esta es la primera novela que leo de Milena Busquets y lo cierto es que eso que dicen de que si “lo bueno es breve, dos veces bueno” se ha cumplido al 100 por cien con esta novela.

Esta novela me ha hecho volver a mi época del colegio, a esos días en lo que todo era pura vida, en la que las muertes nos pillaban por sorpresa, sobre todo si eran de alguien de nuestra edad, porque parecía que en aquellos momentos la muerte no tocaba. Y nos producía un latigazo que dejaba nuestra realidad colgando por un momento… pero un momento solamente, porque al final, la muerte se alejaba de nosotros y se convertía casi en un recuerdo borroso…

 

“De niña el pasado no me daba miedo cómo ahora,  no había ningún peligro de quedar  atrapado en sus arenas movedizas.”

 

Pero lo que ocurre, aunque sea miles de años atrás siempre vuelve y nos vuelve como vuelven todos los

recuerdos, de una forma confusa y desenfocada, de la forma en la que nuestra mente los va reconstruyendo para adaptarlos a la realidad, a nuestra realidad del momento del recuerdo, que nada tiene que ver con la realidad del momento en el que los hechos ocurrieron.

Esta novela me ha hecho pensar en mis amigas de entonces, en todas aquellas niñas que eran mi mundo en aquel momento, que se convirtieron en la red que me permitía ver el mundo y adaptarme a él… muchas de ellas siguen en mi vida, muchas otras han desaparecido de mis días y hay algunas a las que, estoy segura, no soy capaz de recordar como tampoco ellas serían capaces de recordarme a mí.

 

“A los quince años ya sabemos todo lo que sabemos sobre la amistad, no mejoramos cómo amigos, en todo caso empeoramos. El amor sentimental tal vez se puede ir perfeccionando con el tiempo, pero la amistad no, la amistad  alcanza su plenitud radiante y absoluta en la infancia.”

 

Desde esa primera persona que nos narra el libro somos capaces de establecer los sentimientos de la autora, los de su presente, los de la vida de una mujer de más de cuarenta años, con una vida estable, placida, con hijos y una pareja que no acaba de ser lo que ella esperaba que fuera. Una vida que empieza a tambalearse cuando, de repente, en el lugar más insospechado, aparece la imagen del fantasma de una amiga muerta que le hará replantearse que ocurrió en aquellos lejanos momentos de su vida.

Estamos ante una novela que nos habla de lo que tenemos y de lo que perdimos para poder llegar al punto en el que estamos. Una novela que se centra en los sentimientos olvidados o enterrados, y en los sentimientos presentes, una novela emotiva sin llegar al sentimentalismo extremo, una novela escrita de manera franca, con una prosa sencilla que provoca que no quieras dejar de leer.

No voy a contaros mucho mas de esta historia, porque os aseguro que la verdadera delicia de esta novela es acercarse a ella, a lo que nos cuenta y a lo que nos hace pensar, la verdadera delicia es acercarse a ella sin saber mucho más que lo que tiene que contarnos la autora.

 

“Hay cosas que no son verdad hasta que las dices en voz alta, y cosas que una vez dichas en voz alta dejan de ser verdad.”

jueves, 25 de marzo de 2021

Tierras de niebla y miel

Abelló, Marta (2021)

Tierras de niebla y miel

Editorial Planeta, Barcelona, 528 pp.

ISBN: 9788408237259


Año 1899. La joven Martina de Icaza regresa a su Cádiz natal huyendo de un matrimonio fracasado. Pero al desembarcar descubre que se ha quedado huérfana y sin hogar.

Desamparada, tiene que trabajar como sirvienta en la humilde pensión de su tía Balbina, hasta que un buen día su prima Candela desaparece.

A partir de entonces, Martina se ve envuelta en una trama de intrigas, aventuras, crímenes y pasiones que la lleva a adentrarse en la Casa Baena, una imponente mansión malagueña llena de secretos y misterios.

En una España de contrastes donde se conjuran criadas y señoras, bandoleros y burgueses, Martina deberá impedir un crimen tiempo atrás profetizado, enfrentarse a un amor imposible y alcanzar su propio destino, aunque este la transforme para siempre.

 

 

“La libertad no necesitaba ostentación ni toallas de algodón egipcio.”

 

Mis últimas lecturas han sido obra de autores que hasta hoy no conocía y he de decir que ninguno de ellos me ha defraudado. Al contrario, he encontrado en cada uno de ellos una forma distinta de disfrute y en el caso de la novela que nos ocupa, muchas y variadas fuentes de disfrute.

Estamos ante una novela difícil de calificar, una novela que ahonda en la novela histórica, en la novela costumbrista, en la novela negra y en las creencias ancestrales. Y todo ello aderezado por una y/o varias historias de amor.

¿Que como se conjuga todo eso? Pues solo os puedo decir que con mucho arte, porque la trama no es de las de andar por casa y los caminos de la novela son tantos que, a veces da la impresión de que la autora no va a ser capaz de cerrarlos, pero lo hace, claro que lo hace y por todo lo alto.

Tenemos una protagonista clave, no hay duda, Martina de Icaza, una protagonista de esas ante las que tienes que quitarte el sombrero; una mujer valiente, que no se achanta con nada ni nadie en una situación que no tiene nada de halagüeño, en una situación en la que sin familia que la proteja se ve pasar de la “cómoda vida” que en principio cree que la espera al volver con su familia, a verse atrapada en un trabajo de sirvienta para poder ganarse la vida.

 

“Martina comprendió que todas las vidas pasaban sus víacrucis y que caerse implicaba comenzar de nuevo. A una herida, aún rota.”

 

Pero  Martina no se achanta y buscando la forma de subsistir va en busca de su único vínculo familiar y, en ese camino se ve  viviendo su vida entre bandoleros, mitologías, mujeres con poderes especiales, asesinatos inexplicables que parecen responder a algún tipo de rito…

Por su vida desfilan un gran número de mujeres que harán de su presente y su futuro lo que es, mujeres buenas,  entre las que no quiero olvidar ni a la fiel Erlinda, ni a Regina, ni a la incidental amiga Milagros, ni a Dorita, esa loca que no lo es tanto….  Y malas, entre las que merece una especial mención Balbina y Simona.

 

“-            Las mujeres que tenemos  el don de la mediumnidad  no somos brujas ni adivinas,  sino canales. A mi mesa parlante acuden tanto maestros de escuela, criadas y obreros como aristócratas masones. Todos tienen cabida, hombres y mujeres, sea cual sea su condición, pues todos somos de carne y hueso en esta vida.”

 

Junto a ellas personajes de todo tipo y condición, niños trabajadores y niños “ricos”, bandoleros e intelectuales, mujeres de la calle… es esta una novela llena de personajes a cual más sólido, a cual más representativo el papel que ocupa en la trama.

De los paisajes que os podría decir… el nivel de descripción de la autora es fantástico sin llegar a

empalagar, te ves de repente montado en un barco que atraviesa el atlántico, en una diligencia, o cabalgando a caballo por la serranía gaditana, viajando a los confines de la tierra a través de pozos rituales y recalando en la Casa Baena, esa casa llena de secretos, misterios y mas que segundas intenciones.

 

“En el camino hacia Granada y a un cuarto de legua de Antequera, rodeado de cielo y olivares. Menga emergía extraño y poderoso; también impío, no en vano la Iglesia se empeñó en destruir y ocultar los lugares pertenecientes a una época en qué se adoraba a la luna, a las piedras y a los arboles como a dioses.”

 

Una novela que, además encierra su propio homenaje a los libros, a Jane Eyre, a Bequer… a los refranes, los  dichos populares y las palabras propias de la zona en la que se desarrolla.

Ha sido una lectura apasionante, más de quinientas páginas que no parecen tantas tan rápido como se deslizan entre nuestros dedos; una novela que os aconsejo encarecidamente leer si queréis disfrutar de una gran aventura llena de mujeres y hombres fuertes a pesar de todos los pesares. Una autora  cuyas críticas de  “Los hijos de Enoc. El Libro de Thoth”, su  novela anterior, suponían ya un gran aliciente para leer esta novela. Mis expectativas ante la lectura de esta historia se han visto más que superadas y si de algo os sirve mi opinión, yo de vosotros no dejaría de leerla.

 

“Vió todo aquello y supo que el pasado siempre regresaba, de algún modo; que el circulo de la vida era orden y era caos a la vez.”

 

Esta novela participa en la #YincanaCriminal2021 en la sección Made in Spain, dentro del apartado “La víctima o el asesino pertenecen a la clase baja o marginal”


No me llames loca

Girona, Josep Maria (25/03/2021)

No me llames loca

Roca Editorial, Barcelona, 317 pp.

ISBN: 9788418417221


En la Barcelona de principios del siglo XX, Julia, hija de un matrimonio burgués, se rebelará contra una sociedad donde las mujeres no pueden decidir su destino.

Todo empieza el día que el rey Alfonso XIII visita Barcelona. Julia es la hija mayor de un industrial catalán, pero pronto se da cuenta que es su hermano menor el que heredará todo y que ella deberá casarse con quien su padre elija, como moneda de cambio para mantener el estatus en una sociedad en crisis que ni la visita del monarca puede maquillar.

Será su abuela paterna, Enriqueta, la que velará por su formación, quien la introducirá en la Biblioteca Popular de la Mujer y la que le presentará a Francesca Bonnemaison, su fundadora, convirtiendo a la joven en una de las primeras alumnas de la recién estrenada escuela de bibliotecarias de Cataluña.


Mientras la España de la Restauración se hunde y Cataluña se muestra expectante ante los avances modernizadores de la Mancomunidad, las calles de Barcelona se convierten en un avispero en el que se dan cita unos trabajadores, agrupados en torno al anarquismo, que luchan para conseguir mejores condiciones de trabajo, y unos empresarios que no dudan en recurrir a la guerra sucia para contener las demandas obreras.

En este marco social en el que le ha tocado vivir ¿podrá Julia alcanzar sus objetivos como persona y mujer o tendrá que romper las rígidas costuras de una sociedad, la de principios del siglo XX, patriarcal, religiosa, hiper conservadora y violenta, para conseguirlo?

Ambientada en un periodo histórico fascinante, No me llames loca es una novela repleta de personajes reales como el general Miguel Primo de Rivera que lideró el golpe de estado de 1923, el gobernador Severiano Martínez Anido o el jefe de la inspección general de seguridad, Miguel Arlegui, entre otros, que nos muestra de manera magistral la radiografía social de una época.

 

 

“Lo que  quiero pedirte es que sepas manejarte bien en la vida, Que seas consciente de cuáles son tus obligaciones, que cuentes hasta diez antes de tomar decisiones comprometidas,  que busques siempre la mejor solución,  que intentes no romper la baraja, pero que,  llegado el momento, nunca dejes de lado la posibilidad de plantarte, dar un paso al frente y hacer saber a todos que tú ser es solo tuyo.”

 

Hoy os traigo una novela histórica que me ha resultado fantástica.

Nos encontramos en la Barcelona de principios del siglo XX, en una situación de conflicto continuo entre la restauración y la Mancomunidad, entre sindicatos y patronal, un paisaje que se convierte en el escenario de la guerra sucia entre unos y otros, más tirando de los unos que de los otros, de esos unos cuya única pretensión era conseguir su cuota de poder y mantener su situación económica, cayera quien cayera.

 

“- Miguel, pareces no entender. He dicho que cualquier acción será aplaudida. Se trata de acabar con la chusma. Ese es el objetivo. El procedimiento es lo de menos. ¿O acaso ellos no se saltan las leyes cuando les viene en gana?¿Por que el Estado debería actuar de manera distinta?. Si dudamos sobre lo que se debe o no hacer, serán ellos los que acabarán con el actual estado de cosas. Ellos, solo ellos, son los que quieren liquidar la ley,  Miguel. Y de nosotros se  espera que sepamos defenderla con los mejores medios que tengamos a nuestro alcance.”

 

Una situación en la que los ricos seguían disfrutando de sus prebendas en los grandes despachos, en sus lujosas casas y en sus fabricas, mientras los pobres debían buscarse la vida, conseguir los derechos laborales de los que hoy disfrutamos… y cuando la cosa no salía bien, pasaban de sus “pequeños cuchitriles” a las insalubres cárceles en las que la vida valía menos que nada.

 

“Hambre, frío, reuma y soledad. No merecía tanta pena mi delito”.

 

Y en esta situación de tensión palpable nos encontramos con Julia, la hija de uno de los empresarios preeminentes de la época; una mujer cuyo futuro, como el de todas las mujeres de su tiempo, era únicamente casarse y dedicarse a su marido, sin ninguna ambición más, sin ninguna expectativa respecto a su vida o al desarrollo de su “espíritu” mas allá de lo socialmente establecido como “lo adecuado”.

 

“No es malo dudar, querida Julia. Al contrario. Mi experiencia me dice que hacerlo es la mejor manera que tenemos para  acercarnos a nuestra verdad. No creo en las evidencias absolutas. No existen, salvo en la cabeza de aquellos que quieren tiranizarnos. Para enfrentarnos a la vida y a los problemas no hay nada mejor que hacerlo con la actitud del escéptico,  aquel que manifiesta su duda o está en desacuerdo con lo que en general es aceptado como verdad.”

 

Pero Julia tiene una aliada, su abuela, una mujer que a pesar del tiempo en el que le tocó vivir consiguió llevar una vida feliz y completa y cuyo único “error” fue la forma de educar a su hijo, un error que no piensa cometer, ni dejar que se cometa con su nieta.

Enriqueta se empeña en sembrar en la mente de su nieta una idea que, probablemente, a muchas de

nosotras hoy en día nos parezca una perogrullada, pero que en aquel momento estaba fuera de cualquiera de las motivaciones femeninas.

El hombre mandaba, ya fuera esposo o hijo, y las mujeres servían únicamente para procrear, a ser posible, un heredero que diera continuidad a la familia y, por tanto, al apellido.  Y Julia va aprendiendo y va ganando cierta cuota de poder en esa familia con la ayuda de su abuela, pero es una cuota limitada y por ahí, la protagonista, no está dispuesta a pasar.

 

“Es curioso que ya esté llamada a quedar siempre en un segundo plano, con independencia del hombre que le toque en suerte, sea el marido o el hijo. Y lo malo es que no es una excepción. Ocurre de manera ineludible. El problema, por tanto, no es que la esposa o la madre sean de tal o cuál manera, tengan más o menos habilidades, estén mejor o peor preparadas; tampoco lo es que el marido o el hijo sean más o menos condescendientes. Lo peor es que la mujer,  solo por el hecho de serlo, nada puede hacer,  a la espera de lo que el hombre decida. Y eso no me gusta, Arnau.”

 

Y hasta aquí puedo leer, porque la historia de Julia es una historia que debe leerse con atención, para ser disfrutada.

Esta historia en la que los personajes reales se pasean de la mano de personajes nacidos de la mano del autor componen una imagen perfecta de la España de aquellos años convulsos, de las presiones y de las decisiones que era necesario tomar, a veces con una edad a la que muchos de nosotros aun estábamos empezando a vivir bajo el paraguas de una sociedad que nos trata, o al menos lo parece, tratarnos como iguales. Una historia en la que las mujeres ricas tenían problemas para seguir sus ambiciones, pero mucho menores que la que tenían aquellas que no tenían absolutamente nada.

Estamos ante una novela profundamente feminista, una novela que es un homenaje a las mujeres de entonces y a las de ahora, una novela en la que, además se rinde un culto especial a los libros y al conocimiento de las mujeres a través de estos. Una novela en la que conoceremos la Biblioteca de la mujer y a aquellas primeras promociones de la Escuela Superior de Bibliotecarias.

 

“Todas las que estamos detrás de esta iniciativa pensamos que la mejor manera de ayudar a rebajar las tensiones sociales es a través de la formación de las mujeres. Mientras no nos podamos valer por  nosotras mismas, siempre estaremos a expensas de nuestros maridos.

- Y para ello es necesario que el saber y la educación lleguen a cuántas más mujeres, mejor, independientemente de cuál sea su origen-  añadió Enriqueta.”

 

Una novela que nos habla de lo que hoy llamamos “sororidad”  de esa relación de solidaridad y apoyo entre las mujeres, que les sirve para hacerse más fuertes. De las relaciones entre clases que, pueden llegar a ser inexistentes debido únicamente a la fuerza del cariño y la relación, a menudo de mero consentimiento (tampoco existía otra opción),  entre las amantes y las mujeres “oficiales” de los hombres importantes de la sociedad.

Una historia que habla del amor, de la pasión y de la amistad, pero que habla sobre todo del amor por unos ideales y, por encima de todo ello, del amor por uno mismo.

Con una ambientación exquisita y unos personajes fuertes aun en sus debilidades que no hacen más que buscar afanosamente su futuro, el autor nos regala una novela llena de pasiones, de aventuras, de amistades y de traiciones. Una novela que no deberíais dejar pasar.

 

“El leer, como todo en la vida, requiere dedicación y voluntad al principio; una vez que lo has probado, pasa como con el pastelito que nos acabamos de comer o como el paseo o el rato que estamos juntas. Lo necesitamos. Y el placer de la lectura está abierto a cualquiera que desee sentirlo, con independencia de cuál sea su estado.

- Pero las mujeres casadas no tienen tiempo. Lo acabas de decir.

- Yo leía de pequeña, como tú. Leí estando casada y leo ahora. Y tú también lo harás si quieres.

- Pues ayer, cuando ya estaba en la cama, vino papá a darme un beso, me quito el cuento de las manos y me dijo que tenía que prestar más atención a cómo pone la mesa el servicio y a cómo usa Amalia la máquina de coser. Que de mayor me casaré con un señor muy guapo y tendré que dedicarme a él, tal y como hace mamá.” 

lunes, 22 de marzo de 2021

Miss Marte

Jabois, Manuel (2021)

Miss Marte

Alfaguara, Madrid, 208 pp.

ISBN: 9788420454320

 

Una chica misteriosa. Un caso abierto. Un verano de hace veinticinco años que aún no terminó.

1993. Mai, una chica muy joven con una niña de dos años, llega a un pueblo de costa poniéndolo todo patas arriba. Enseguida hace amigos, conoce a Santi, se enamoran al instante y al cabo de un año celebran una boda que acaba en tragedia, cuando la noche de la fiesta la hija de Mai desaparece misteriosamente.

2019. La periodista Berta Soneira se dispone a rodar un documental sobre el suceso ocurrido veinticinco años atrás. Para ello, entrevista a todos los que aún lo recuerdan, reescribiendo el relato de un día que cambió la vida de todos.

 

“Me pregunto si en el pueblo se recordaba mucho a Mai y Yulia Lavinia. Le dije que sí, aunque no estaba seguro. Pero cuando un caso así no tiene ninguna pista y ningún culpable, y la atención pública se cierra tan rápido, se queda viviendo dentro de las personas como una tenia, devorándolo todo.”

 

Cuando uno llega nuevo a “un pueblo”, al menos a uno de los pueblo de mi castilla, se convierte en una especie de “atracción de feria”. Todo el mundo desconfía de él, todo el mundo quiere saber todo de ese extraño que llega a nuestra vida sin que sepamos muy bien como, todos, al fin, intentamos hacer algo o que él haga algo para poder considerarle de los nuestros.

Supongo que el sentimiento es distinto en los pueblos de la costa, más que acostumbrados a recibir cada verano una serie indeterminada de “nuevos pobladores” que habitarán sus calles durante unos meses y luego se irán, dejando un recuerdo que se acabará diluyendo en quienes les conocieron. Pero están también los que se quedan, los que se hacen parte permanente del paisaje sin desentonar del lugar en el que se encuentran, claro que esto es mucho más sencillo cuando te haces parte de una de las pandillas del pueblo y cuando dentro de esa pandilla se encuentra “la elite” del pueblo, el que vuelve permanentemente de vacaciones al pueblo de sus padres, que por ende, es uno de los más “ricos del pueblo”, y claro, eso da cierto cache y una especie de prerrogativa de que vas a ser buena gente.

Y así sucede con Mai, que llega a ese pueblo de la costa del que no sabemos ni el nombre y se hace parte de la pandilla bien enamorándose sin dudar de Santiago.

 

“Cómo era novia de Santi Galvache no hacía cosas de pobre, sino de jipi, del mismo modo que cuando

perdía los estribos no hacía locuras, sino excentricidades.”

 

Pero claro, las cosas van bien hasta que van bien, la historia de amor continua durante un corto espacio de tiempo y el día en que Mai y Santiago sellan su amor en una ceremonia nada ortodoxa, la niña desaparece y nadie es capaz de conseguir encontrarla. Y claro eso, tiene consecuencias.

 

“Después de la boda todo el mundo se sintió con derecho a contar lo que ocurrió a su manera, casi siempre de una forma muy literaria, quizá porque el camino más corto para olvidar un cuento de terror es convertirlo en un cuento infantil.”

 

El caso es que veinticinco años después una periodista de las de “raza” se empeña en darle una vuelta más a ese caso “en suspenso” y para ello se desplaza al pueblo a intentar entrevistar a todo aquel que en el pasado tuvo algo que ver con las protagonistas de esta historia. Para ello se lleva consigo a un oriundo del pueblo que, además, mantuvo lazos estrechos con la protagonista de esta historia, pues era parte de aquella pandilla de verano.

 

“Pidió otra cerveza y explicó, “aunque supongo que ya lo sabes”,  qué significa fixer, alguien que conozca el terreno y se lo prepare al periodista de fuera, que de información sobre los entrevistados, que faciliten las cosas. También estaría bien, dijo, que tomase notas. “Hay gente que piensa que escribir solo es eso, escribir, pero escribir es retener;  teclear es una cosa de gilipollas,  pero en fin, en todos los oficios nobles, como ocurre con este, el dinero te lo da hacer la labor más estúpida”- dijo.”

 

Pero claro, 25 años después las cosas se ven de manera muy distinta, la gente ha tenido tiempo más que de sobra para analizar lo que pasó, para darle más de 200 vueltas a cada situación, para inventarse teorías y tirarlas abajo con la teoría siguiente. Y han tenido sobretodo tiempo para analizar desde la distancia a esa mujer misteriosa que pasa de ser parte del pueblo a ser una especie de “objeto” a quienes todos parecen conocer y/o interpretar.

 

“De la gente sin pasado siempre se sospecha que ese pasado sea malo y condicione el presente. Sí en 1993 nada se sabía de May Lavinia hasta que apareció en el pueblo, y ella no ayudó a  esclarecer de dónde venía y mentía de forma divertida cada vez que se le preguntaba, quería decir que ocultaba algo monstruoso. Se inscribía por defecto a Mai  en una moral consensuada según la cuál quién oculta es culpable, o lo es otro a quien encubre.”

 

Pero las cosas no son lo que parece, y en ese ir y venir a través de las entrevistas que Berta Sorniera va realizando, la imagen de Mai y de Yulia se va conformando, como en los caleidoscopios, a través de las distintas versiones que escuchamos, convirtiéndose en distintas versiones de la misma realidad.

Y ese camino de reconstrucción es fascinante, la forma en que Manuel se desliza por las acciones de unos y de otros, 25 años atrás,  va conformando un paisaje complejo dentro de la  rutina, un paisaje en el que apenas pasa nada fuera de lo normal, una rutina en la que lo importante son Mai y Yulia, la forma en la que los demás las perciben.

 

“Mi padre supo algunas verdades tiempo después, y las llevó al pasado cómo si las hubieses sabido siempre, qué es lo que pasó con mucha gente del pueblo respecto a Mai.”

 

Una narración que te arrastra a través de esos eternos días de verano que todos hemos vivido en nuestra adolescencia. , una narración que vemos a través de esos ojos aun inexpertos. Una narración que se basa, en muchos momentos, en esos recuerdos que construimos y reconstruimos después de un hecho traumático, una narración basada en muchos casos en los malentendidos que aquella situación es capaz de crear en cada uno de  quienes la sufren.

Leer a este autor, al que me he acercado por primera vez, ha sido una verdadera delicia. Un disfrute

literario en cada una de las líneas por las que se deslizaban mis ojos, una magnifica visión de los personajes y del entorno, una maravilla de lectura en la que lo importante no es la desaparición de la niña, sino el porqué de esa desaparición, un porqué que el autor nos hurta hasta las últimas páginas y que suponen una gratísima sorpresa al final de un gratísimo libro.

Primera novela, si, pero seguro que no será lo último que lea de este autor que me ha ganado con una prosa sencilla y pura y una historia que se queda a vivir contigo.

 

Durante años, cuando se hablaba sobre la desaparición de Yulia Lavinia, aparecia Mai envuelta en  interrogantes, que es el mayor insulto que se le puede hacer a una víctima.”

 

Esta novela participa en la #YincanaCriminal 2021 en la sección Made in Spain, dentro del apartado “La acción transcurre en un ambiente rural.”


jueves, 11 de marzo de 2021

Tres

Mishani, Dror (2021)

Tres

Anagrama Editorial, Barcelona, 272 pp.

ISBN      978-84-339-8075-5

 


Un elegante e inteligente thriller en la estela de Hitchcock y Highsmith. La mejor novela del autor de Expediente de desaparición.

Escrito por uno de los maestros de la novela negra actual, Tres es un sorprendente thriller sobre tres mujeres cuyas vidas aparentemente normales se entrecruzan en un engañoso rompecabezas emocional. Orna, maestra en Tel Aviv y madre divorciada, se ha decidido a olvidar su fracasado matrimonio y empezar una vida nueva; Emilia, una cuidadora recién llegada a Israel desde Letonia, necesita a partes iguales un trabajo y un amparo espiritual que la mantengan a flote; Ella, por su parte, acude cada mañana a un café para terminar su tesis doctoral, pero, sobre todo, para huir de su monótona vida familiar. El destino de estas tres mujeres dará un giro trágico el día que aparezca en sus vidas Guil, un hombre que pronto dejará claro que no es quien dice ser. Aunque quizá ellas tampoco...

Dror Mishani irrumpió en escena con Expediente de desaparición, la primera de una serie de novelas protagonizadas por el inspector Abraham Abraham. En Tres, el autor abandona a su detective para construir, en la estela de grandes maestros del suspense como Alfred Hitchcock y Patricia Highsmith, una delicada intriga psicológica protagonizada por mujeres que pocas veces tienen la oportunidad de hacerse oír. Mishani nos conduce hasta los márgenes olvidados de Tel Aviv para hablarnos de la responsabilidad de observar la vida de aquellos que nos rodean y de nuestro posicionamiento ante los vivos y ante los muertos, que, de un modo u otro, permanecen siempre entre nosotros.

  

“De vuelta a casa, en el coche, ella pensó que lo que le había gustado de esa cita no era realmente él, sino el haber retomado la relación inicia de la vez anterior.”

 

Esta es la primera vez que me acerco a Mishani, en realidad es la primera vez que acerco a un escritor israelí. Cuando leí la sinopsis me pareció que sería un libro que podría gustarme y me pareció un regalazo poder optar a él y conseguirlo a través de la #MasaCritica de Babelio.

Estamos ante una novela no especialmente extensa, pero que es capaz de condensar en sus menos de 300 páginas todos los aspectos vitales de una grandísima novela negra.

Estamos ante una novela breve y con escasos personajes, poco más allá de los que aparecen en la sinopsis:

-              Orna es una mujer divorciada, más bien diría que “mal divorciada”, una mujer que se siente sola, vulnerable, enfadada y decepcionada. Una mujer que busca el amor, o la compañía, o la evasión del fracaso de su matrimonio a través de los escasos medios que su trabajo y su faceta de madre ponen a su alcance.

 “El psicólogo de Eran le asegura que, por debajo de la superficie, donde ella experimenta generalmente que su vida se desmorona, el tiempo está tejiendo nuevo orden, una nueva vida. Sin embargo,  Orna, no es capaz de sentir siquiera por unos minutos que eso sea así.”

 

-              Emilia es una mujer extranjera en una tierra en la que ni siquiera es capaz de controlar el idioma, una mujer, como Orna, sola y vulnerable. Una mujer que no busca, pero que encuentra, sin pretenderlo siquiera, a alguien que le haga sentir mejor, valorada, querida… persona.

 

“Y si él no llama, Emilia ni siquiera espera.”

 

-              Ella es una mujer casada que solo busca un poco de libertad en su vida familiar, en un matrimonio con un marido ausente y “liberada” de esas tres niñas que son su vida, pero que también se la consumen.

 

Una mañana él le propondrá ir a comer y ella le dirá que no. Él le preguntara porque y ella le dirá:

-              Porque sabes que no conviene. Resulta agradable vernos así, ¿para qué estropearlo? Creo que hay límites que no se deben traspasar, ¿no te parece?

 

 -              Guill, será el nexo común de las historias que nos cuentan estas tres protagonistas, un personaje que, hasta bien entrada la novela me ha tenido más que engañada.

 

- Yo no lo necesito para nada. Es algo que simplemente pasa y, desde luego,  no es lógico pensar que va a dejar de ocurrir porqué nos casemos o nos hagamos un poco más mayores, ¿no crees?

- ¿Qué es lo que no va a dejar de ocurrir?

- Qué queramos conocer a gente nueva, acercarnos a ella. Lo que me atrae mucho no es el sexo, sino el mero hecho de acercarse,  de tener de repente una intimidad verdadera con alguien que no conocías y que ahora poco a poco se descubre ante ti. Eso es lo que excita, ¿no te parece?.

 

No voy a contaros mucho más de la trama, porque de verdad es una novela que deberíais leer, una

novela, que, a pesar de no contar con escenas tétricas, consigue arrastrarte a una atmosfera oscura de la que no sabes el origen y mucho menos el desenlace.

El autor se centra, fundamentalmente en la personalidad de las protagonistas femeninas, en sus miedos, en sus dudas, en sus inquietudes, en sus sentimientos… y muy poco en el personaje masculino. Las dos primeras partes de la novela están narrados por un narrador omnisciente en tiempo presente, pero la tercera parte nos la narra este mismo narrado pero en tiempo futuro, lo que consiguió tenerme despistada una buena parte de la trama.  

Estamos ante mujeres normales, que de no ser por las descripciones maravillosas que el autor hace del Tel Aviv y por ciertos aspectos que aun me parecen sorprendentes como el servicio militar de la mujeres, podrían haber vivido en cualquier ciudad, incluso en la nuestra, porque al final, no existen muchas diferencias entre mujeres de las mismas edades y similares circunstancias en cualquier ciudad del mundo.

La novela, que transcurre a una velocidad endiablada se cierra en el último capítulo, con un final que queriendo o sin querer une a las tres protagonistas, un final que es amargo y dulce a la vez, un final que, probablemente sea el mejor de los finales.

Estamos ante una novela que nos habla de la soledad y del miedo, que nos habla de los momentos que la vida nos obliga a vivir, que nos habla de lo que vemos y sobretodo de lo que no vemos de la vida de los demás. Una novela que nos habla del engaño, el que ejercemos frente a los demás y, peor aún, el que a veces somos capaces de ejercer frente a nosotros mismos. Una novela que nos obliga a pensar como nos enfrentamos a quienes nos rodean cuando nuestra vida no pasa por su mejor momento… una novela que me ha dejado totalmente tocada.

Si queréis adentraros en una novela en la que lo importante no es la sangre ni los despojos humanos, no los físicos, al menos, no podéis perderos esta novela. Yo he descubierto a este autor y os aseguro que, después de lo leído estoy deseando volver a acercarme a sus letras.

 

“Y esta vez sí consiguió dormirse porque vosotras os quedasteis con ella toda la noche y velasteis su sueño.”


Esta novela participa en la #YincanaCriminal 2021 en la sección Sucedió en Asia, África y Oceanía, dentro del apartado “La acción transcurre en Asia o el autor/a de la novela es asiático.



miércoles, 10 de marzo de 2021

La hora de las gaviotas

Martin, Ibon  (2021)

La hora de las gaviotas

IBON MARTIN

Plaza & Janes Editores, Barcelona, 464 pp.

ISBN:  9788401025655

 

El odio es el enemigo más peligroso.

Las gaviotas sobrevuelan inquietas la ciudad marinera de Hondarribia, que se ha vestido con sus mejores galas para celebrar un día especial. Sus graznidos compiten con los alegres sonidos que inundan las calles, donde los vecinos se preparan para disfrutar de la fiesta ajenos a la terrible amenaza que se cierne sobre ellos.

En mitad del desfile se desata el horror. Una puñalada salvaje y certera riega con sangre el frío suelo de piedra. Una mujer ha muerto asesinada. Y no será la última. La suboficial Ane Cestero y su unidad especial tendrán que dar caza a un asesino feroz e implacable, capaz de ocultarse a la vista de todo un pueblo.

La hora de las gaviotas es un thriller sinuoso, magnético e impecable que nos enfrenta al peor de los enemigos: el odio visceral que late escondido en todos nosotros.

 

 

“Cuando alguien es policía por vocación disfruta con los casos complicados.”


En septiembre del pasado año compartí en el blog la reseña de La danza de los tulipanes, una novela que me sorprendió y me impacto a partes iguales.

Hoy os traigo mi opinión sobre la segunda aventura que leo de la suboficial  Cestero y su Unidad Especial de Homicidios de Impacto, gracias a @babelio.es.

Si el inicio de la danza de los tulipanes a punto estuvo de pararme el corazón, no ha sido menos el inicio de esta novela que, sin ser tan escabroso, ha conseguido trasladarme a las calles de Hondarribia y al desarrollo de ese Alarde en el que no todo es la fiesta que se espera.


“Un embrollo en el que la tradición juega un papel importante,  y cuándo es así la razón acostumbra a salir malparada.”


He encontrado a una Ane mucho más madura y también un poco más sola, ya que Madrazo, el responsable de que ella fuera designada para liderar este grupo tiene una misión personal que cumplir y la deja sola frente a un “jefe” al que solo le preocupa quedar bien ante los medios y con un “compañero” pelota en todos los sentidos, con ella, por supuesto, pero cubierto por el paraguas del jefe de turno. El resto de los componentes del grupo, Julia y Aitor, son viejos conocidos, así como las amigas de Ane que, en esta entrega tienen mucha más relevancia.

La novela que se presenta en inicio como una reacción de los intolerantes ante los cambios que las tradiciones requieren en los tiempos que corren deriva, como buena novela negra, a temas mucho más oscuros. El autor no deja de lado los malos tratos y la violencia machista, pero se sumerge en temas mucho más lóbregos, de los que no quiero hablaros para no destriparos la novela.

Las diversas tramas que el autor desmadeja a partir de este crimen inicial van avanzando y retrocediendo y se mezclan con tramas personales que dan a la novela una tremenda profundidad en los personajes.

 

“El piercing de la lengua asoma entre sus labios, algo habitual cuando está cavilando. No es el único con el que cuenta. Solo en el rostro luce otros dos: en la letra de la nariz, y en una de las ceja. Sumados a algunos tatuajes conforman la coraza con la que lleva armandose desde la adolescencia, leves distracciones para que la atención no se fije en lo esencial, en todo lo que no le gusta mostrar a los demás.”

 

Y si hay una profundidad en los personajes no la hay menos en los paisajes, en los bosques, en los

edificios abandonados, en las vides de txacolí, en el puerto, en esas algas rojas que fueron y son fuente de riqueza  y, sobretodo, en esas gaviotas. Gaviotas que no son solo parte del título de la novela, sino que se convierten con sus costumbres y su presencia en un personaje más que determinante de la trama.

 

“Sabe que sí una de ellas se anima a volar hacia el pescador las demás iran detrás. Y no es por un comportamiento gregario. Al contrario, es la envidia, el miedo a perderse algo interesante.”

 

“Las gaviotas llevan días inquietas. Tienen hambre. El mar debe de estar enfadado, el cielo también. De lo contrario se ausentarían para pescar. Cuando pasan tanto tiempo tierra adentro es sinónimo de temporal.”

 

El autor se mueve por los paisajes de Hondarribia, pero lo hace también por ese paisaje que, estando tan cerca a veces parece estar tan lejos, esa Hendaya que a mí solo me suena de algunos libros de historia.

 

“La raya que alguien trazó en el mapa cientos de años atrás instauró dos modos de vida casi opuestos entre vecinos que alcanzan a verse desde la ventana de sus casas.”

 

Estamos ante una novela adictiva, una novela que entreteje la parte profesional de los protagonistas con la vida personal porque, al final, esa es la vida, ¿no?. No existen partes estancas en nuestra existencia sino que una parte de ella determina o no lo que sucede en la otra.  Una novela que habla del odio que es capaz de movernos hacia lo peor de nosotros mismos y del rencor, el que vamos acumulando dentro de nosotros a lo largo de nuestra vida, el que, en un momento determinado nos obliga a actuar de una manera que ni nosotros mismos seriamos capaces de imaginar.

 

“Cuándo el rencor anida en una persona puede pudrirlo todo.  Y no hay motor más potente.”

 

Estamos ante una novela que, una vez comenzada, no podremos soltar, porque cada paso del grupo de investigación tiene un porqué y un para qué. Porque, a pesar de las zancadillas que se encuentren en el camino, incluso de su propios “amigos” serán capaces de demostrarnos que lo único importante es la búsqueda de la verdad, que no es tan importante decir “hemos cerrado el caso” que poder decir “hemos resuelto el caso”.

No quiero contaros mucho más de lo que ocurre a lo largo de estas casi quinientas páginas, lo que sí puedo deciros es que no dejéis de leerla, que os arrepentiréis si no lo hacéis. Por mi parte solo puedo deciros que espero que esta no sea la última aventura de Ane Cesteros y que estoy deseando que la siguiente llegue más pronto que tarde.

 

“Tal vez para apreciar la belleza sea mejor no conocer la historia que se esconde detrás.”

 

Esta novela participa en la #YincanaCriminal 2021 en la sección Made in Spain, dentro del apartado “La acción transcurre en cualquier ciudad española, excepto Barcelona o Madrid