martes, 27 de marzo de 2018

"El otro Manuel".- Manuel Bartual



El pasado martes día 20 de Marzo, en el espacio Fundación Telefónica se presentó la primera novela de Manuel Bartual.- El otro Manuel, publicado por Planeta y como esta fue una breve presentación, la crónica también lo será.

He de reconocer que no conocía al autor; debo ser de las pocas personas que no leyó su historia de verano en tuits, aunque si oí hablar de él en todos los medios posibles; confieso, que después de la presentación y leídas las primeras páginas de su novela he recuperado la historia para leerla, aunque sea “a toro pasado”.

Manuel llegó a la presentación acompañado por su editora Raquel Gisbert y por Emilio Pila, director creativo de Twitwer España. 

Manuel se define a sí mismo, como un contador de historias. Desde niño ha estado ligado a esta afición que se ha convertido en profesión, sobre todo a través de la imagen, a través de comics, de cortometrajes y  de su único largometraje hasta el momento.

Que aprovecha cualquier ocasión y/o medio para transmitir sus historias quedó patente en el propio visionado de booktrailer, escrito y dirigido por él y en el que comparte actuación con sus propios editores que han hecho en éste sus primeros pinitos interpretativos.
Nos contaba Manuel su afán por explorar todas las posibilidades, vías y medios para transmitir esas historias y como esa fue la razón de contar su historia a través de twitter y también la actual de contarnos una historia novelada en la que las imágenes, por primera vez, no las pone él, sino que ha de crearlas el propio lector.

Nos contó Manuel lo que sucedió en el tiempo que ha transcurrido entre su historia de verano y la presentación de esta novela; nos habló, junto a Emilio de su visita a Twitter España y de la “producción”, con todos los medios que pusieron a su disposición, de Manuel Xmas. Nos habló de sus contactos con la editorial y nos habló, muy poco, del contenido de la novela. He de decir, que leídas las primeras 70 páginas, el libro promete entretenimiento, humor y misterio a partes iguales.

Os contaré cuando finalice su lectura. ;)

viernes, 23 de marzo de 2018

El color de la luz


QUINTÍN, Marta (2018)
El color de la luz
Suma de Letras, Barcelona, 427 p.p.
ISBN: 978-84-9129-028-5

Blanca Luz Miranda es una empresaria de éxito. Su objetivo: amasar una gran fortuna para comprar arte. La adquisición, en una subasta de Nueva York, de uno de los cuadros más inquietantes del pintor Martín Pendragón cumplirá el sueño de esta anciana de ojos enigmáticos. En esa misma sala una periodista observa la escena con interés, está convencida de que tras ese pago millonario se esconde un secreto y hará todo lo posible por descubrirlo. Lo que no sabe es que será Blanca Luz quien decida cómo se escribe su historia.

“No se trata de lo grande o pequeña que sea una historia. El conflicto puede nacer de lo más nimio. La vida es conflictiva. Cualquier sentimiento humano lo es. Y tú eres humana ¿verdad?-el silogismo resultaba irrefutable-. Todo es susceptible de convertirse en arte, solo depende de la mirada que se le dedique. Que se mire con interés, con pasión, con amor. Y, luego, solo se trata de contarlo. Tú historia, la de otros, lo que has visto, lo que has escuchado…, qué más da. Pero sal ahí fuera, implícate, emociónate, convéncete de que eso que estás escribiendo es lo más importante que existe en el mundo, y que no existirá realmente hasta que no le des vida con tus palabras. ¿No es acaso eso lo más fascinante? Y así, mi viejo profesor me había impuesto la asignatura pendiente mas hueso de todas: que viviese”.

Acostumbrada al ritmo vertiginoso de las novelas negras, ésta es una novela que hay que beber a tragos cortos. Cada párrafo es poesía pura, cada frase una sentencia que te lleva a la reflexión, una prosa cuidada y un sentimiento en cada letra que te llega a lo más hondo.

El color de la luz es una novela de amor, pero no una novela romántica, es una historia íntima, e intimista, es un paseo por la historia del siglo XX, pero no es una novela histórica. Es todo y nada de lo anterior, pero es, sobre todo, una historia preciosa, escrita con mimo, cuidado y mucho, mucho oficio.

Tengo, desde niña, la costumbre de apuntar las frases  que mas me atraen de cada uno de los libros que leo, en éste me he superado, he contabilizado más de 50 anotaciones y no sólo de sentencias sino de párrafos completos y es que, insisto, esta historia esta novela es puro arte, pura poesía.

Si hay una protagonista indiscutible en esta historia, es sin duda Blanca Luz Miranda, que se nos muestra diseccionada, de la que descubrimos todas y cada una de sus miserias. Es un personaje potente, arrollador, una mujer a la que se odia y se ama a partes iguales dependiendo del punto de la novela en que nos encontremos, una mujer con mas sombras que luces, una mujer, a pesar de todo difícil de conocer, difícil de tratar y con la que, a pesar de todo, la autora consigue que, en algún punto, empatices, si y solo si, eres capaz de ver a la mujer en el contexto temporal de la historia.

Martin Pendragón, el otro gran pilar de la historia, sin el que ésta no tendría sentido alguno, se presenta como la cara opuesta de esta protagonista absoluta, representa su anverso, presentando mas luces que sombras, un hombre arrastrado por sus pasiones, un también “rara avis” en el tiempo que le toca vivir. Aún compartiendo protagonismo con Blanca, su peso en la novela es mucho menor y a veces, se me antoja sólo como la excusa para que Blanca Luz pueda tener una historia, esta historia. Su imagen es la que vemos a través de la mirada de Blanca Luz, una  Blanca expuesta hasta la extenuación y un Martin que cobra o pierde protagonismo en función del propio devenir de la vida de la protagonista.

Y si hay un personaje central en esta novela, que consigue, a veces, incluso eclipsar a Blanca Luz, es ese cuadro,  que en ningún momento se describe de forma concreta, pero que se analiza punto por punto hasta obligarnos a visualizarlo por nosotros mismos, pero de una forma distinta en cada uno de los momentos en los que Blanca Luz se enfrenta a sus colores. Una pintura que, se convierte en protagonista indiscutible de la trama, sobrevolando toda la novela, convirtiéndose en hilo conductor y apareciendo en decenas de momentos en los que se nos da un apunte más de su composición, de sus colores, de su trazo… y son tantos que estoy segura, de que sin verlo, todos hemos dibujado de una u otra forma ese cuadro en nuestra cabeza.

No menos importante es la propia narradora, esa periodista que es, sin duda, la propiciadora de toda la novela, esa joven de la que poco sabemos mas allá de sus motivaciones iniciales: pura curiosidad, de ese “miedo” a vivir con el que rompe en pos de una historia que intuye: la que se esconde detrás de un cuadro, y de las emociones que los secretos de Blanca y su vida van suscitando en ella a lo largo de esa aventura; es un personaje del que ni siquiera llegamos a conocer el nombre, que aparece de relativamente en pocas ocasiones más allá del segundo capítulo, pero sin el que la novela no tendría ningún significado.

A pesar de que Marta consigue una descripción maravillosa de paisajes y que se reconoce la grandísima labor de documentación que ha llevado a cabo para construir una historia consistente en los espacios y en los tiempos, ésta es una novela de personajes en la que la fuerza de los protagonistas se ve potenciada por un elenco de secundarios que no les van a la zaga.

Francisco Miranda, el padre de la protagonista,  se hace presente solo al principio de la novela, pero es tan importante para el devenir de los protagonistas, es tal su importancia como origen de las decisiones vitales de ambos, que en ciertos momentos de esos primeros capítulos se convierte en protagonista absoluto de la trama:

“Los alumnos no notaban que aprendían. Francisco Miranda, aparentemente, se desentendía de ellos Les permitía que se enredaran solos en escaramuzas personales. Pero nunca dejaba de acudir en su rescate. Aunque con una sutileza tal que tampoco se daban cuenta de que estaban siendo rescatados. De lo que si se cuidaba muy mucho, y eso sin ambages, era de inocularles un amor acérrimo y porfiado por el arte, por lo que hacían. Y les enseñaba a creer en sí mismos. Dejaba que se adentraran en el error, pero previamente les había dotado de los mecanismos para que lo detectaran y supieran retroceder a tiempo ellos solos, sin escudarse en la comodidad de no admitirlo y sin que les diera pereza demorarse en la búsqueda de la senda correcta”

El punto humorístico, la distensión a la gravedad de la historia la encontramos bien representada en el personaje de Leidy, esa puertorriqueña vivaz y “disfrutona” que es el antagónico de la responsabilidad de nuestra reportera; que es quien se empeña en que ésta se lance a vivir y en esa carta de negativa editorial que es más que una negativa, un matarife certero de una vocación en ciernes; por suerte, solo existente en la imaginación de la autora.

Existen otros secundarios, como Chema, ese fiel escudero del protagonista, ese leal amigo, que aparece para dar el pié a los protagonistas y salen de la escena haciendo mutis por el foro, para volver a hacerse presente en el momento más insospechado, pero el más necesario, para el buen desarrollo de la novela.

El titulo de la historia, no podía ser más acertado que el elegido, toda la historia está centrada en los colores y en la luz:

-¿Qué pasa con mis ojos?
-Que en ellos está el azul, y el verde, y el amarillo y el añil y el violeta… Que son de todos los colores y de ninguno. Eso es lo increíble Blanca Luz. Que me has regalado un color nuevo, que solo conozco yo. En ese color tendría que estar pintado el amor.
-Bueno, si soy de todos los colores, entonces seré blanca, no? En el blanco viven todos los colores. Como en un arcoíris. Como en la luz.
-Exacto. La luz es blanca. No importa bajo qué color aparezca. En el fondo, siempre es blanca. Y tú eres Blanca Luz. Y eres mía. Mi blanco. Y mi luz.

Hay que tener, no solo vocación, sino talento,  para escribir una novela tan grande como la que nos ocupa. Así que, si sois amantes de la buena literatura, de la literatura en mayúsculas, si os habéis emocionado con esta pequeña muestra compartida, estáis tardando en comenzar una lectura que provocará en vosotros amor y odio, alegría y tristeza, pero que con seguridad no os dejará indiferentes.

Basta con vivir


AMORAGA, Carmen (2017)
Basta con vivir
Ed. Destino, Barcelona, 318 p.p.
ISBN: 978-84-233-5287-6

Pepa es una mujer madura en quiebra emocional. Siente que ha malgastado su vida y culpa al mundo de su aparente desgracia. Sola, enfadada y amargada, siente como una herida la felicidad del resto, y para protegerse del dolor no encuentra otra forma que vivir dentro de una coraza que oculta sus verdaderos sentimientos.

Durante unas vacaciones forzosas, Pepa se ve obligada a reflexionar y a tomar consciencia de los errores que la han llevado a estar donde está. Justo cuando comienza a reconciliarse con sus recuerdos, empieza a observar a una chica embarazada que toma el sol a diario en un banco de la misma plaza en la que Pepa pasea a su perro. Esa joven es Crina, que vive una tragedia ante los ojos impasibles de una sociedad que no quiere verla.
Crina llegó a España engañada por su propia pareja, que la vendió a una red de trata de blancas, y ahora esa red planea vender al bebé que espera. Pepa, inmersa en el proceso de rehabilitación de su invalidez emocional, es la única persona que puede ver más allá de lo que se ve, y decide volcarse en ayudar a esa desconocida.

“Pepa, que vivir no es dejar pasar un día después del otro, que el día menos pensado te mueres con el café en la mano y no hay más oportunidad”
Comencé el libro atraída por su titulo y por una portada más que sugerente.
No había leído ninguna opinión, ni siquiera una de las múltiples reseñas que se han publicado en las redes, ni había tenido siquiera la necesidad de leer la sinopsis; si lo hubiera hecho quizá no estaría escribiendo esto, tal vez ni siquiera hubiera comenzado la lectura del libro. Y no porque sea un mal libro, todo lo contrario, sino porque creo firmemente que hay un momento adecuado para cada lectura y tal vez yo no estoy en el mejor estado anímico para enfrentarme a una lectura de esta índole.
Sin embargo, lo he leído de un tirón, en un día, porque necesitaba encontrar un rayo de esperanza tras la oscuridad de las primeras páginas.
Existen tantas Pepas en nuestro mundo, tantas mujeres solitarias y solas, con una vida anodina, sin objetivos, sin motivación, para las que la vivir, o mejor dicho, sobrevivir, consiste en pasar un día tras otro, de casa al trabajo y del trabajo a casa, mujeres y hombres, que también los hay, convencidos de que el mundo es su enemigo, de que no hay nadie que merezca ser amado  ni hay nadie de quien merezcan amor.
Está tan bien retratado el mundo interior de Pepa, esa toxicidad que retroalimenta su resentimiento, que es imposible no compadecerla, es imposible que al leer no te venga a la cabeza la imagen de cualquier Pepa de carne y hueso a la que tienes más cerca de lo que te habías parado a pensar.
Y Crina, Crina representa esa realidad a la que no nos queremos enfrentar, pero que existe; esa realidad que, para protegernos de su sordidez, arrinconamos en un lugar recóndito de la memoria, como esas notas breves que leemos sin demasiada atención en las portadas de los periódicos u oímos, sin escuchar realmente, en los sumarios de las noticias. Mujeres que han sido “liberadas” de un mundo sórdido y cruel que nos toca de refilón y al que la autora nos obliga a mirar de frente.
“A veces pienso que somos invisibles […] Que de tanto mirar para otro lado, la gente ni nos ve.
Ese submundo de esclavitud, aislamiento y abusos, lo recrea la autora con rigor y crudeza, consigue, sin “truculencias” innecesarias, sin entrar en detalles escabrosos que seamos capaces de revivir el miedo, las ganas de rendirse  y a la vez la necesidad innata del ser humano por intentar sobrevivir aun en las circunstancias más extremas.
Pepa, anclada al pasado, un pasado que reinterpreta llenándolo de enemigos imaginarios para justificar su ira; Pepa, que se encuentra de frente con esos fantasmas del pasado y no tiene más remedio que asumir que el pasado no es lo que ella recuerda; Pepa, que obligada a reinterpretar sus recuerdos, comienza, en ese presente a descubrir a las personas que la rodean, que no tiene más remedio que abrir los ojos y ver, tal vez, por primera vez, que su vida es mucho más que ella misma; Pepa, descubriendo un motivo que la lleva a tener una razón para vivir.
Y en el lado opuesto Crina; Crina añorando ese pasado que contrariamente a Pepa, idealiza, porque lo ha perdido; porque su presente es infinitamente peor que ese pasado que le parecía poco.
Y son dos realidades que chocan frontalmente, la de quien se ha negado a vivir y la que ha vivido más de lo que deseaba, más de lo que le tocaba vivir…
Además de una historia magníficamente estructurada y unos personajes  definidos a la perfección, incluidos esos secundarios entre los que encontramos malos, malísimos, de la peor calaña y también malos con resquicios de bondad; me ha sorprendido el magnífico uso de los diálogos, muy presentes en la historia y que en múltiples ocasiones, es una conversión del propio pensamiento de quien habla, en un recurso estilístico que descubro por vez primera y que consigue funcionar como prólogo de lo que va a venir y a la vez como llamada de atención sobre lo que los personajes tienen que decir.
“La madre insistía en la falta de tiempo de la hija.
-Te falta tiempo para todo, hija.
La hija insistía en que tenía tiempo para la madre.
-Para ti siempre tengo tiempo, mamá.
La madre protestaba porque no tenía tiempo para nada.
-Pero si nunca tienes tiempo para nada”.

Es una gran historia plasmada en una gran novela, con un lenguaje cuidado y un estilo impecable, con una coherencia y una verdad que hacen creíble la ficción; es una de esas novelas que me hacen recordar porque la lectura es mi mayor afición.

jueves, 15 de marzo de 2018

Encuentro con Maria Frisa


 El pasado 14 de Febrero en un café del barrio de Salamanca tuvimos la oportunidad de conocer a María Frisa, cuya presentación de su  última creación “Cuídate de mi” era el motivo de este encuentro.


Esta es la primera novela negra de la autora, pero no su  primera incursión literaria. María no es sólo la autora de la serie juvenil “75 consejos” y varios títulos más dirigidos a este público, sino que cuenta con otras novelas publicadas: Como entonces, Breve lista de mis peores defectos o 15 maneras de decir amor; las cuales añado a la lista de pendientes, porque después de la lectura de Cuídate de mi me he quedado con ganas de encontrarla de nuevo aún en otros registros.

Pero centrémonos en el encuentro y en esta, su última “criatura”.

María resulta una mujer extrovertida y de personalidad arrolladora, que llenó todo el espacio cuando llegó; junto a  su editor Alberto Marcos (único representante masculino en el encuentro, como él mismo se encargó de resaltar),  con quien se palpa una gran armonía y complicidad, consiguieron que el encuentro fluyera y que se convirtiera en uno de los más divertidos a los que he asistido.

Alberto comenzó por presentar a María y hacer una pequeña introducción de la novela; tras su intervención María nos habló de la vida de esta historia a  la que le ha costado años ver la luz. El primer borrador de la misma lleva escrita desde el año 2012, pero no en su versión original, ya que la autora cambio el punto de vista de su novela cuando conoció, hace año y medio, a dos policías de la UFAM y  a través de ellas, de las experiencias que compartieron con ella, del conocimiento de su realidad profesional y de su día a día, consiguió deshacerse de algunos cliches sobre las mujeres policías y sobre todo, consiguió darle a la novela el punto que necesitaba para convertirla en una novela negra de denuncia social, una novela totalmente veraz  dentro de la ficción.

La autora pretende dar respuesta con esta historia a una impactante pregunta de partida ¿Tu qué crees que es peor,  ser la madre de una violada o de un violador?,  y con esta intención, construye una novela negra en la que pesa de forma importante el componente psicológico de todos los personajes, una vida interior que se nos muestra de forma precisa, para lo que María echa mano de sus conocimientos profesionales y  de forma tan acertada que hace de ésta una novela redonda de principio a fin.

Se suscitó un intenso debate durante este encuentro y no es para menos, el tema o, mejor dicho,  los temas centrales de la trama: la pederastia, la violencia de género, los abusos policiales… son conceptos que levantan pasiones y opiniones encendidas;  y no las levantan menos las protagonistas de la novela, hecho más que original de Cuídate de mí dentro de las novelas del género negro,  dos mujeres, dos personajes fuertes y antagónicos que encontraron también entre los asistentes sus defensores y detractores, pero que unánimemente se reconocen como personajes anclados a la realidad y que hacen mucho mas creíble, si cabe, la ficción. A esta credibilidad ayuda también que la autora centre su novela en un contexto que conoce, en Zaragoza, la ciudad en la que vive; una de las ciudades con el índice de criminalidad más bajo de España pero en el que, tal como defiende la autora,  también pueden ocurrir delitos de esta índole.

La autora contestó a todas nuestras curiosidades sin ningún tipo de cortapisa,  y así hablamos de las personas que inspiran y de los personajes y de lo poco que tienen en común mas allá de lo profesional, hablamos de la crudeza de algunas escenas y de lo que cuesta plasmarlas en un papel, hablamos de la interpretación que cada uno de nosotros hacemos de la realidad que vivimos , hablamos de los guiños a Doctor Zhivago, hablamos, sobre todo, del sentimiento de culpa de las víctimas de delitos sexuales y de lo difícil que lo pone la sociedad para que este sentimiento desaparezca, llegando a hacerlo aun más doloroso y palpable, hablamos largo y tendido de un tema que, por desgracia, es demasiado actual en nuestros días, pero que nadie, hasta ahora había tenido la valentía de poner negro sobre blanco en una novela de este género.

Hablamos de los lectores cero, del marketing de las novelas, hablamos de la magnífica portada y de la dificultad de encontrarla, hablamos del título, cuyo doble significado: Cuídame y Protégete de mí, María se encargó de aclarar y que supuso alguna duda en la editorial.

Y hablamos del final, un final tan impactante como inesperado, pero el único posible según palabras de la autora, un final honesto, franco y veraz que tendréis que descubrir al leer la novela, pero que es sin duda un broche de oro para una gran historia.

Así comenzó el “Frisatour” que está llevando a María por toda España. Fuimos los primeros, pero por suerte, habrá muchísimos más afortunados de conocer a esta autora y sobre todo, muchos más afortunados de leer su novela. Nosotros comenzamos ya la lectura y tú, ¿te animas?

martes, 13 de marzo de 2018

Volver a nacer


No sé porque en mi mente han quedado grabados a fuego el 3 y el 23 de Agosto, dos fechas que abrieron un abismo ante mí, que supusieron un punto de inflexión; dos de los días más duros de mi vida y sin embargo, la fecha que debería recordar, el día que volví a nacer, no lo tenía presente, me lo ha debido recordar una red social.

No se porqué mi cerebro, no sé si a todo el mundo le ocurre, graba a fuego en mi memoria las fechas nefastas y, sin embargo, deja pasar sin pena ni apenas gloria, aquellas que, como ésta,  debería celebrar acaso más que el día de mi nacimiento.

Hace un año, una revisión se convirtió en la mejor noticia que podía esperar y yo me quedé en shock, muda… escuché sin acabar de entender la magnitud de las palabras, miré a mi oncóloga y solo fui capaz de musitar un Gracias, cuando me informó con una enorme sonrisa  que los resultados de anatomía patología determinaban sin dudas que estaba limpia, que los meses de quimio, de infierno, habían acabado con el “bicho”.

Así como la noticia del cáncer presente en mi cuerpo me devastó por dentro y por fuera; ésta excelente noticia me dejó fría. Fue mas difícil de asimilar el horizonte que se abría ante mí estando “curada” que el que se me había puesto delante estando “enferma”.

Aunque parezca extraño, el tratamiento, las visitas al hospital, las revisiones, eran terreno conocido; me había acostumbrado a las palabras que implicaban otro “castigo” inflingido a mi cuerpo; después de las decenas de pruebas diagnósticas, la exeresis ganglionar, la quimioterapia, la mastectomía… la enfermedad se habían convertido en mi zona de confort, ahora tocaba abandonarla de alguna manera, volver a una vida que había dejado de ser mía, porque esos meses para bien o para mal me habían cambiado física y psíquicamente.

En aquel momento creí frialdad mi falta de emoción, hoy entiendo que fue desconcierto, sorpresa y miedo, sobretodo miedo al “¿Y ahora qué?”.  Estaba curada, pero no recuperada, estaba en tierra de nadie, de nuevo en la incertidumbre, de nuevo a la espera de respuestas a decenas de dudas, otra vez.

Y me sentí culpable, por que los que sufrieron conmigo el infierno de la quimio y sus efectos lloraban de alegría y yo no podía llorar, se me negaba esa felicidad que sabía debía sentir y respondía insensibilizada a las llamadas felices,  a los parabienes,  a esa dicha que sentía tan ajena como si no me estuviera pasando a mí, como si me viera desde fuera. Y a veces, aun hoy, me siento extraña y desagradecida y egoista, me siento ajena a todo este camino que he recorrido y del que aún quedan pasos que me lleven a la meta, a menudo, sigo sintiéndome culpable, no lo puedo evitar. La enfermedad te desbarata, desbarata tu cuerpo y sobretodo tu cuerpo, te hace dudar de todo lo que hasta el momento habían sido certezas, te cambia tanto que, a veces, no eres capaz de reconocerte.

Y sigue haciendo un año y a veces siento que ha pasado toda una vida y otras siento que todo esto pasó ayer…

viernes, 9 de marzo de 2018

La semilla de la bruja


ATWOOD, Margaret (2016)
La semilla de la bruja
Lumen (2018), Barcelona, 331pp
ISBN: 978-84-264-0440-4


«Cuando eres joven, crees que todo es posible. Te mueves en el presente, jugando con el tiempo como si fuera un juguete a tu disposición. Piensas que puedes deshacerte de cosas y personas, y aun no sabes bien que tienen la mala costumbre de volver
Margaret Atwood

Es un lunes cualquiera de enero de 2013 y Félix pasa el control de seguridad para acceder al centro correccional de Fletcher. Los guardias lo miran con simpatía y benevolencia; para ellos este hombre solo es el señor Duke, un cincuentón que en sus ratos libres se dedica a organizar funciones de teatro con los reclusos. El autor elegido siempre es Shakespeare, y este año el profesor les propone La tempestad.
Félix accede sin problemas al recinto de la cárcel, llevando consigo algo muy peligroso pero imposible de detectar a través de un escáner: son las palabras, aún vivas, robustas, sonoras, de una obra donde la venganza viaja a través del tiempo y se instala en el presente. De a poco, ensayo tras ensayo, los chicos de Fletcher, que quizá nunca antes habían oído hablar de Shakespeare, convierten la obra en algo muy personal. Ahí se encuentran con sus fantasmas y con algo de sí mismos que no sabían, pero hay más: Félix, ese profesor terco y a veces aburrido, el día del estreno de la obra también podrá vengarse de quien le arruinó en el pasado.


“El pasado es un prólogo, lo que quiere decir que empezamos a contar el tiempo y nuestros logros aquí y ahora”.


Esta es la segunda novela que leo de esta autora, trás “El cuento de la Criada”.

Nada tienen en común estas dos historias mas allá de la autora, de su peculiar estilo narrativo y de la curiosidad que en ambos casos suscitaron en mí las sinopsis de estas obras.

En este caso, al atractivo del resumen, del título, que me costó entender hasta bien adelantada en la lectura de la novela y de la portada, se suma la promesa de la “reinterpretación” de “La tempestad”; enmarcada dentro de «The Hogarth Shakespeare», el proyecto internacional que se lleva a cabo para conmemorar el cuadragésimo aniversario de la muerte de William Shakespeare y  que pretende que una  selección  de autores contemporáneos  escriban una obra del autor desde su propia perspectiva.

He de confesar que ésta es una de las obras del autor inglés que me resultaba más desconocida, por lo que antes de enfrentarme a la lectura de Atwood, busqué un resumen de la obra original; podría habérmelo ahorrado, esto no es spoiler, al final del propio libro podéis leer un resumen de “La tempestad”.

La autora parte de la traición y de la necesidad de empezar de nuevo del protagonista para introducirnos no solo en un escenario marginal, de personajes marginales (el correccional Fletcher) sino también en las zozobras y la sed de venganza  de quien ha perdido lo poco que le quedaba por perder a manos de aquel en quien confiaba ciegamente.

A través de un narrador omniscente la autora nos presenta al protagonista absoluto de esta obra, Felix, nos desvela sus  actos, sus pensamientos, sus motivaciones, sus planes…
No son menos descriptivas las apreciaciones del resto de personajes que acompañan a Félix; la extrañamente omnipresente Miranda, Stelle; confidente, defensora, cómplice y colaboradora necesaria a lo largo de toda la trama,  y sobre todo las de aquellos que le acompañan a lo largo de la mayoría de estas páginas, los vigilantes y Los Actores del Correcional Fletcher.

El lenguaje, se convierte en un personaje más de la novela, las limitaciones y obligaciones que se les imponen a los “actores” en cuanto a su uso nos brindan los momentos más divertidos de la novela. Los ensayos y las actividades que se desarrollan en torno a la obra configuran el nudo central de la novela, creo que con los datos que da la autora podría trasladarse de forma eficaz a un escenario real el proyecto, más literario que teatral,  que desarrolla en la novela.


Como en La tempestad original,  la mayoría de los personajes son masculinos, y los femeninos, aún en clara minoría, son personajes fuertes a los que la autora dota de un peso fundamental en la trama; es vital en este punto hacer mención a Anne- Marie -la única “actriz profesional” entre amateurs- y que es clave, tanto para la representación de la obra como para la propia venganza.

Todos los personajes están perfectamente perfilados, son sólidos y creíbles y  se desenvuelven en los distintos escenarios que se van presentando a lo largo de la novela de una forma tan detallada que es inevitable recrearlos en la imaginación.

Los capítulos cortos hacen que la lectura sea muy dinámica, aunque en ciertos momentos, debido a párrafos y “composiciones” poéticas y musicales, se ha visto ralentizada.

La autora establece no una, sino varias reinterpretaciones de la obra; Félix vive su propia tempestad, simultáneamente, los actores del correccional reescriben la obra para hacerla suya y poder representarla y como colofón, dentro de la propia representación de la obra se desata una verdadera  tempestad.

La venganza, tema central de la trama, impregna como concepto todo el hilo narrativo, se convierte en el  leit motiv de la vida del protagonista, pero más como un sueño, que como un objetivo a alcanzar, hasta que mas allá de la mitad del libro, se alinean los planetas y se convierte en una posibilidad real,  por lo que queda la sensación de que en el fondo Félix no pergeña una venganza, sino que en su resurrección, cual Ave Fénix, es la venganza, o la posibilidad de la misma, la que le sale al encuentro. Este hecho, como tal, la venganza llevada a efecto se desarrolla en pocas páginas, como si se pasara de puntillas, con prisa, lo que refuerza la teoría de la importancia de la venganza mas  como una quimera  que como una realidad de la que el protagonista parece querer escapar cuanto antes.

Es este un libro que habla de la traición, de la soledad, de la pérdida,  de la bajada a los infiernos, de la venganza, pero que habla sobre todo de las segundas oportunidades. Una historia que merece la pena ser leída, por la originalidad de una trama clásica, por su estilo narrativo, porque nos acerca a uno de los grandes genios literarios de todos los tiempos y porque al pasar la última pagina lo que prevalece es la idea de que nunca, pase lo que pase, es tarde para comenzar de nuevo.


" La obra La Tempestad apuesta por las segundas oportunidades y nosotros también deberíamos hacerlo"



jueves, 8 de marzo de 2018

El cuento de la criada


ATWOOD, Margaret (1985)
El cuento de la criada
Suma de Letras/Punto de Lectura (Publicación 2002), Barcelona, 442 pp.
ISBN: 84-663-0694-3 

En el estado de Gilead las criadas forman un estrato social pensado para conservar la especie. Las mujeres fértiles que integran esta clase, y que destacan por el hábito rojo con que se cubren hasta las manos, desempeñan una función esencial: dar a luz a los futuros ciudadanos de Gilead. Sin embargo, en un mundo antiutópico asolado por las guerras nucleares, gobernado por un código extremadamente severo y puritano, que castiga con la pena de muerte a quien se aparta del sistema y en el cual la mayoría de la población es estéril, engendrar no resulta fácil. Existe siempre el temor al fracaso y la amenaza de la confinación en la isla de seres inservibles más allá de las alambradas que rodean a la ciudad y del alto muro donde cuelgan, para que sirva de ejemplo, los cadáveres de los disidentes. 


 “Vivíamos como era normal, haciendo caso omiso de todo. Hacer caso omiso, no es lo mismo que ignorar, hay que esforzarse para ello” 

Nunca había leído nada de esta autora, ni siquiera conocía su nombre ni su obra, pero las noticias sobre la adaptación de El cuento de la criada a serie de televisión y los comentarios que ésta estaba suscitando, así como los comentarios del propio libro por muchos de mis contactos, hicieron que al encontrarlo en la biblioteca me pudiera la curiosidad. 

A pesar de su extensión es un libro que he leído con inusual rapidez, han sido dos días escasos los que he invertido y es que la historia atrapa desde la primera línea. No soy lectora de ciencia ficción, que en el fondo es el género al que creo que responde esta novela, pero es una ficción que, desgraciadamente, podría ser una realidad. 

Los personajes femeninos, mayoritarios en la novela, se tratan exhaustivamente, sobretodo el personaje central del que conocemos pasado y presente, del que descubrimos esperanzas y desesperanzas, con el que vivimos la incertidumbre y los escasos momentos de “felicidad”, sobretodo en su rememoracion del pasado. 

Los personajes masculinos, mínimos en la trama, reducidos casi exclusivamente al "comandante" y al chofer, son apenas esbozados, sin profundizar en sus motivaciones, ni anhelos y sin embargo, “el hombre” como ente se convierte en un personaje determinante en todo el devenir de la novela, ya que es quien determina la forma de vivir y la “utilidad” de las mujeres. 

La novela dibuja un paisaje oscuro y desolado, paisaje que se refleja en el propio ambiente asfixiante de la novela. Es un libro triste y lúgubre que deja, sin embargo, un resquicio para la esperanza. 

Es un libro sobre las mujeres, en las que se las cosifica, pero en la que a la vez se las dota de una importancia vital para la existencia de un futuro a corto, a medio y a largo plazo. 

Es una historia que narra la lucha por adaptarse a cualquier realidad y la necesidad de sobrevivir a ella a cualquier precio y, a la vez, la lucha por intentar escapar de esa misma realidad de cualquier forma posible, renunciando a los propios principios morales, arriesgando incluso la propia vida por huir de un encorsetamiento ruin, de la esclavitud. 

Es una historia durísima, en la que las palabras traspasan el papel y te hacen sentir como propios los sentimientos, los miedos y las esperanzas de la protagonista, es un libro que se te queda dentro y que te hace pensar mucho más allá de haber leído la última frase. 

 “Aquí soy una criatura, hay ciertas cosas que no se deben contar. Aquello que no sepas, no te hará daño”

domingo, 4 de marzo de 2018

#SOY YINKANERA


Tal como escribe Ana, @Ana_Kayena, una de las promotoras de esta iniciativa junto a  Carmina, @detintaenvena; “ser Yincaner@s es una actitud. Una manera de afrontar la vida. Real y virtual. Ser Yincaner@s es un estilo de vida que se mantiene a lo largo de todo el año…”


Durante meses he asistido como espectadora a las actividades de este grupo, las RRSS han sido el escaparate al que asomarme a sus lecturas simultaneas, a sus Yincanas, a sus reseñas…sobre todo a través de twiter del que aun soy una analfabeta funcional.

Sin embargo, por esos azares de la vida, en uno de los encuentros  con autores organizados por suma de letras y al que tuve la fortuna de asistir, comencé a charlar con una de las asistentes y a lo largo de la conversación descubrí con gran satisfacción que era una de las  promotoras de este grupo.

Le comenté mi admiración por su actividad y mi falta de acercamiento al grupo por la reciente creación de mi blog. Inmediatamente me invito a unirme y a participar activa y voluntariamente en todas la actividades que organizan y no son pocas.

En este grupo he coincidido con varios que ya eran amigos virtuales, con algunos que son amigos reales y con otros que han comenzado a serlo desde el momento en que fui incluida en el grupo.

Me han hecho sentirme una más desde el primer momento, me han animado y ayudado en mis inicios en twiter, he aprendido y aprendo cada día de sus experiencias individuales, de sus blogs, de sus reseñas y de nuestras lecturas simultaneas, soy yinkanera, lo tengo clarísimo.

Y tú?.  Eres Yinkaner@?

Siguiendo las instrucciones de las promotoras he aquí el modo de saberlo y la manera de uniros a un grupo que es una gran familia.

“TEST DEL PERFECTO YINCANERO:
1.- ¿Te gustan leer novelas, ya sean negras o criminales, históricas o de cualquier otro género que se te ponga por delante?
2.- ¿Te gusta reseñar novelas?
3.- ¿Te gustaría compartir impresiones con otros bloguer@s aficionad@s a la lectura en Twitter?
4.- ¿Participarías en sorteos donde las posibilidades de recibir libros fuesen muy elevadas?
5.- ¿Desearías que tanto Carmina como yo nos volviésemos locas durante los próximos meses buscando las historias que mejor se adapten a tus gustos y así facilitarte los libros más interesantes del género?

SOLUCIONES:
- Si has contestado afirmativamente a las CINCO preguntas, tienes ADN Yincaner@. No lo niegues, ni te lo niegues: apúntate sobre la marcha. Es gratis.
- Si has contestado SI a cuatro de las cinco cuestiones, eres Yincaner@ lo quieras o no, así que no te engañes, que no merece la pena y déjate llevar. 
- Si estás de acuerdo con tres de las preguntas anteriores, eres yincanera en potencia pero no te has dado cuenta. Estás a punto de descubrir tu destino, solo te falta un empujoncito.
- Si has respondido SI a dos de las preguntas, necesitas replantearte qué quieres hacer con tu vida virtual y llevarlo a lo personal. Estás en el camino adecuado, ¡síguenos!.
- Si solo has respondido afirmativamente a una única pregunta y, sin embargo, has llegado hasta aquí, es porque estás deseando convertirte en yincaner@, pero tu timidez no te deja dar el paso. Empieza a ponerte las pilas, o lo pasarás muy mal a lo largo de los meses que se avecinan, viendo como nos divertimos y sin formar parte de algo importante. 
- Si has contestado SI a la quinta pregunta con alegría y satisfacción, deberías, en primer lugar, empadronarte en el Registro Telemático de Malaspersonashumanas (www.malaspersonashumanas.org) y, a lo largo de este fin de semana, a esta iniciativa. 
Una vez que tenemos las cosas claras gracias a este complicadísimo test, elaborado por Instituto Demoscópico para las Ciencias Aplicadas al Mundo Blogosferil con sede social en Lansing (Michigan, EE.UU), pasamos a la parte práctica del asunto:

En primer lugar, ahora que sabes que científicamente eres yincaner@, solo tienes que leer estas sencillas normas y cumplirlas:

REQUISITOS DE PARTICIPACIÓN:
- Es necesario ser seguidor@ de los dos blogs que organizamos esta iniciativa (De tinta en vena y este). Eso nos permitirá seguir mejor las reseñas que se publiquen. En caso de no tener blog, servirán aquellas reseñas publicadas en Ciao.es o Amazon.es.
- Dejar un comentario en las “entradas” de ambos blogs, confirmando que queréis participar.
- Difundir la iniciativa en vuestro blog mediante un “post”, enviándonos el enlace bien por correo, bien a través de un comentario. También será el lugar donde tenéis que añadir los enlaces de las reseñas que publiquéis con este motivo. 
- Añadir el banner de la iniciativa en vuestro blog, enlazándolo a cualquiera de las entradas publicadas por los blogs organizadores.
- Difundir la iniciativa en redes sociales. En Twitter se ha habilitado el hastag #yincaner@s, así como el perfil @yincaner@s, al que os agradeceríamos que siguiéseis porque muchas noticias las recibiréis desde ese lugar. 
- Comprometeros a participar en las Lecturas Simultáneas en las que consigáis un ejemplar concreto y reseñarlo en vuestro blog.”

Una vez que os he contado lo que tenía que contaros, voy a oficializar mi pertenencia a un grupo en el que estoy disfrutando de mi segunda lectura simultánea y del que soy orgullosa componente activa desde hace varias semanas.

Encuentro con Marta Quintín


El pasado 7 de Febrero, en un bonito café de la zona de Conde Duque, tuvimos el placer de reunirnos con Marta Quintín, autora de El color de la Luz, novela publicada por Suma de Letras; es esta la segunda novela de la autora, tras la publicación en el año 2012 de su opera prima  “Dime una palabra”. Primera novela pero no primera incursión en el mundo de la literatura, ya que Marta escribe desde niña, sobretodo relatos con los que ha cosechado varios reconocimientos.

Marta es una joven escritora Zaragozana que llegó a nuestro encuentro repartiendo sonrisas y agradecimientos, con una cierta timidez que despareció en el momento en que comenzamos a hablar de su novela y de las motivaciones que la llevaron a escribir esta historia.

 Comenzó hablándonos del germen de su novela, de esa época en la que trabajaba como becaria de la Agencia EFE en Nueva York y en la que cubría las subastas, lo que los demás periodistas estaban hartos de escribir, pero que a ella le encantaban por ser una apasionada del arte.


En una de estas subastas asistió a la compra por una cantidad exorbitada (120 millones de Dólares) de la única versión que quedaba en manos privadas del grito de Munch. Cuando por la noche, sola en la redacción escribía la crónica de la subasta le surgió la pregunta:

-¿Porque alguien pagaría tal cantidad por un cuadro? ¿Y si hubiera un motivo personal?

En las propias preguntas vio clara la respuesta: “Aquí hay una historia” y a partir de aquí empezó a bosquejar la trama y los personajes de la novela; una novela que es, ante todo una historia  de amor y desamor, a lo largo del siglo XX, y es también una historia de perdidas y de reencuentros, y es, por encima de todo, una novela nostálgica.

Nos comentaba la autora que este es un libro cerrado, que parte de una idea que te arrastra a escribir, en el que no hay posibilidad de segundas partes, máxime porque le sirvió como terapia y una vez finalizada la escritura acabó de contar lo que necesitaba contar en aquel momento, porque  tal como ella defiende:

“Tú no eliges a la historia, la historia te elige a ti”

Marta nos hablo de su proceso creativo, de su forma de escribir tengo claro el punto de inicio y el punto final, pero sin tener tan planificado lo que pasa entre medias. Nos contó de su seguridad sobre las  escenas que debían estar en el libro, que eran vitales para contar la historia, de la facilidad para escribirlas y de la dificultad de esas otras escenas que tienen como misión darle coherencia a la trama y unir esas partes que tenía tan claras en la cabeza. Nos hablo de la amplia documentación que ha revisado, ya que la novela se desarrolla en distintos escenarios y momentos y nos habló de su “lector cero”, de esa confianza en su criterio y de esa afición común que les ha unido desde siempre, la lectura.

Hablamos largo y tendido de sus personajes, departimos sobre la trama, le preguntamos por todos los Porqués que se nos ocurrieron y Marta no esquivó pregunta alguna, hablamos de lo que de ella hay en sus personajes y hablamos de escenas, de muchas escenas de esta novela, pero para conocerlas, tendréis que leer “El color de la Luz”.

"Entreacto en el Apolo".- Carlos Diaz Domínguez

El pasado viernes 2 de Marzo en el Centro Cultural Buenavista se celebró la puesta de largo de la última novela de Carlos Díaz Domínguez “Entreacto en el Apolo”.

Si las presentaciones de Carlos se caracterizan por ser siempre amenas, en ésta que nos ocupa se superó con creces.

La cita era a las siete de la tarde, pero las inclemencias del tiempo provocaron un pequeño retraso que supuso que a nuestra llegada apenas hubiera espacios libres en una sala, que a pesar de su amplia dimensión, apenas conseguía contener al gran número de personas que allí se congregaban.

En la mesa central, sobre la tarima, se encontraba Carlos flanqueado por Carmen Cendón que dedico a Carlos, a su obra en general y a esta novela en particular unas palabras que no hacen sino acrecentar los deseos de volver a leer al autor.

Carlos llevaba tiempo avisando de que a la presentación asistiría un personaje de gran relevancia y así fue. Un poco atrasado sobre la hora prevista hizo su aparición un elegante y seductor Alfonso XIII con el que el autor departió sobre sus circunstancias personales y sobre la vida social y cultural de la España de 1914 y en particular sobre las noches de Madrid.


Fue una charla amena y divertida, que sirvió para contextualizar la novela y para conocer, también, un poco más un momento histórico y un personaje, que no nos queda tan cerca en el tiempo. Y antes de irse, “Su  seductora Majestad” repartió entre las mujeres allí presentes los claveles del ramo que acababan de entregarle.

La presentación fue breve, pues el autor quería darnos a todos la oportunidad de llevarnos el libro dedicado, pero lo cierto es que la fila que se formó llegaba hasta el fondo de la sala.


Lo bueno de esas presentaciones, aparte, obviamente, del propio libro y de la oportunidad de conocer, escuchar y poder charlar con el autor, es que da la oportunidad de compartir tiempo y palabras con los amigos con las que vas y de encontrarte con otros a las que no ves todo lo que quisieras. Así pues, a pesar de que la espera fue larga, nos pusimos al día con nuestra Cita, que además de amiga es la profesional que ha maquetado éste y otros libros de Carlos, nos reímos sin parar y endulzamos la espera con los bombones con los que Carlos nos deleitó, como buen anfitrión, y que uno de sus allegados no dejó de ofrecernos constantemente.

Y llegó el momento de la firma y Carlos estuvo tan cercano y cariñoso como lo ha sido con nosotras desde que le conocimos hace ya unos años en la presentación de “A las Ocho en el Novelty”. A pesar del poco tiempo disponible, pues la hora de cierre del Centro se acercaba peligrosamente y aun faltaban firmas, fue un placer poder charlar con él, sobre todo de la vida, sentirle tan pendiente y tan cabal como lo recordaba, llevarme en mi libro, regalo de cumple, una preciosa dedicatoria y poder inmortalizar tan grato momento con un montón de fotos, aunque nos faltó la de grupo.

La noche finalizó en una cafetería cercana, donde repusimos fuerzas y remojamos la garganta y la lengua, casi seca de tanto hablar.


Fue una gran presentación, fue una gran tarde-noche y estoy segura de que ésta será una gran lectura de la que os daré cuenta a su debido tiempo.