Jabois, Manuel (2021)
Miss Marte
Alfaguara, Madrid, 208 pp.
ISBN: 9788420454320
Una chica misteriosa. Un caso abierto. Un verano de hace veinticinco años que aún no terminó.
1993. Mai, una chica muy joven con una niña de dos años,
llega a un pueblo de costa poniéndolo todo patas arriba. Enseguida hace amigos,
conoce a Santi, se enamoran al instante y al cabo de un año celebran una boda
que acaba en tragedia, cuando la noche de la fiesta la hija de Mai desaparece
misteriosamente.
2019. La periodista Berta Soneira se dispone a rodar un
documental sobre el suceso ocurrido veinticinco años atrás. Para ello,
entrevista a todos los que aún lo recuerdan, reescribiendo el relato de un día
que cambió la vida de todos.
“Me pregunto si
en el pueblo se recordaba mucho a Mai y Yulia Lavinia. Le dije que sí, aunque
no estaba seguro. Pero cuando un caso así no tiene ninguna pista y ningún
culpable, y la atención pública se cierra tan rápido, se queda viviendo dentro
de las personas como una tenia, devorándolo todo.”
Supongo que el sentimiento es distinto en los pueblos de la costa, más que acostumbrados a recibir cada verano una serie indeterminada de “nuevos pobladores” que habitarán sus calles durante unos meses y luego se irán, dejando un recuerdo que se acabará diluyendo en quienes les conocieron. Pero están también los que se quedan, los que se hacen parte permanente del paisaje sin desentonar del lugar en el que se encuentran, claro que esto es mucho más sencillo cuando te haces parte de una de las pandillas del pueblo y cuando dentro de esa pandilla se encuentra “la elite” del pueblo, el que vuelve permanentemente de vacaciones al pueblo de sus padres, que por ende, es uno de los más “ricos del pueblo”, y claro, eso da cierto cache y una especie de prerrogativa de que vas a ser buena gente.
Y así sucede con Mai, que llega a ese pueblo de la costa del que no sabemos ni el nombre y se hace parte de la pandilla bien enamorándose sin dudar de Santiago.
“Cómo era novia de Santi Galvache no hacía cosas de pobre, sino de jipi, del mismo modo que cuando
perdía los estribos no hacía locuras, sino excentricidades.”Pero claro, las cosas van bien hasta que van bien, la historia de amor continua durante un corto espacio de tiempo y el día en que Mai y Santiago sellan su amor en una ceremonia nada ortodoxa, la niña desaparece y nadie es capaz de conseguir encontrarla. Y claro eso, tiene consecuencias.
“Después de la
boda todo el mundo se sintió con derecho a contar lo que ocurrió a su manera,
casi siempre de una forma muy literaria, quizá porque el camino más corto para
olvidar un cuento de terror es convertirlo en un cuento infantil.”
El caso es que veinticinco años después una periodista de las de “raza” se empeña en darle una vuelta más a ese caso “en suspenso” y para ello se desplaza al pueblo a intentar entrevistar a todo aquel que en el pasado tuvo algo que ver con las protagonistas de esta historia. Para ello se lleva consigo a un oriundo del pueblo que, además, mantuvo lazos estrechos con la protagonista de esta historia, pues era parte de aquella pandilla de verano.
“Pidió otra
cerveza y explicó, “aunque supongo que ya lo sabes”, qué significa fixer, alguien que conozca el
terreno y se lo prepare al periodista de fuera, que de información sobre los
entrevistados, que faciliten las cosas. También estaría bien, dijo, que tomase
notas. “Hay gente que piensa que escribir solo es eso, escribir, pero escribir
es retener; teclear es una cosa de gilipollas, pero en fin, en todos los oficios nobles,
como ocurre con este, el dinero te lo da hacer la labor más estúpida”- dijo.”
“De la gente sin
pasado siempre se sospecha que ese pasado sea malo y condicione el presente. Sí
en 1993 nada se sabía de May Lavinia hasta que apareció en el pueblo, y ella no
ayudó a esclarecer de dónde venía y mentía
de forma divertida cada vez que se le preguntaba, quería decir que ocultaba
algo monstruoso. Se inscribía por defecto a Mai
en una moral consensuada según la cuál quién oculta es culpable, o lo es
otro a quien encubre.”
Pero las cosas no son lo que parece, y en ese ir y venir a través de las entrevistas que Berta Sorniera va realizando, la imagen de Mai y de Yulia se va conformando, como en los caleidoscopios, a través de las distintas versiones que escuchamos, convirtiéndose en distintas versiones de la misma realidad.
Y ese camino de reconstrucción es fascinante, la forma en que Manuel se desliza por las acciones de unos y de otros, 25 años atrás, va conformando un paisaje complejo dentro de la rutina, un paisaje en el que apenas pasa nada fuera de lo normal, una rutina en la que lo importante son Mai y Yulia, la forma en la que los demás las perciben.
“Mi padre supo
algunas verdades tiempo después, y las llevó al pasado cómo si las hubieses
sabido siempre, qué es lo que pasó con mucha gente del pueblo respecto a Mai.”
Una narración que te arrastra a través de esos eternos días de verano que todos hemos vivido en nuestra adolescencia. , una narración que vemos a través de esos ojos aun inexpertos. Una narración que se basa, en muchos momentos, en esos recuerdos que construimos y reconstruimos después de un hecho traumático, una narración basada en muchos casos en los malentendidos que aquella situación es capaz de crear en cada uno de quienes la sufren.
Leer a este autor, al que me he acercado por primera vez, ha sido una verdadera delicia. Un disfrute
literario en cada una de las líneas por las que se deslizaban mis ojos, una magnifica visión de los personajes y del entorno, una maravilla de lectura en la que lo importante no es la desaparición de la niña, sino el porqué de esa desaparición, un porqué que el autor nos hurta hasta las últimas páginas y que suponen una gratísima sorpresa al final de un gratísimo libro.Primera novela, si, pero seguro que no será lo último que lea de este autor que me ha ganado con una prosa sencilla y pura y una historia que se queda a vivir contigo.
“Durante años, cuando se hablaba sobre
la desaparición de Yulia Lavinia, aparecia Mai envuelta en interrogantes, que es el mayor insulto que se
le puede hacer a una víctima.”
Esta novela participa en la #YincanaCriminal 2021 en la sección Made in Spain, dentro del apartado “La acción transcurre en un ambiente rural.”
Hola, estupenda reseña. Aún no me he estrenado con el autor pero esta novela me llama mucho, y con cada opinión que leo, más me apetece. Un abrazo.
ResponderEliminarPUes no me sonaba de nada y tiene muy buena pinta. Anotado me lo llevo.
ResponderEliminarBesotes!!!
¡Hola!A este autor no lo he leído y la verdad es que el título y la portada pasan muy desapercibidos para mi gusto, pero me ha gustado mucho tu reseña y me lo llevo anotado, quizá me sirva también para ese apartado de la Yincana.
ResponderEliminar¡Besos!
Conocía a este autor de otro libro, pero este no. Lo apunto, es una opción para otros apartados de la Yincana, se ve muy interesante.
ResponderEliminarBesos
Tiene buena pinta, pero creo que no es muy de mi estilo.
ResponderEliminarMuy buena reseña.
Nos leemos.
No conocía al autor, pero la historia, tal y como la cuentas, pinta muy bien. ¡Qué lástima que el tiempo sea lo que es y que no se pueda leer todo lo que se quiere!.
ResponderEliminarUn beso.
Pues no me he estrenado con el autor y me ha gustado lo que cuentas, así que anotado queda. Estoy con Ana, lástima que el tiempo sea finito, porque hay mucho bueno por leer.
ResponderEliminarBesos.
Este autor me encanta así que le buscaré hueco a esta historia que pinta genial
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