jueves, 8 de abril de 2021

La última aventura de La Pimpinela Escarlata

Ulled, Jesús (8-4-2021)

La última aventura de La Pimpinela Escarlata

Roca Editorial, Barcelona, 287 pp.

ISBN: 9788418417245

 

La última aventura de la Pimpinela Escarlata.

Una intrigante trama de ficción en la que nada ni nadie es lo que parece.

Nadie diría que el elegante y seductor Simón Sinclair, graduado "cum laude" en Oxford, políglota, deportista destacado en varios registros, teniente condecorado por su valor durante la campaña de Siria de la Guerra del 14, es también un consumado ladrón. Heredero de una considerable fortuna y de uno de los más prestigiosos comercios de antigüedades de Londres, donde se formó al lado de su padre, que hizo de él un experto en todo tipo de obras de arte, es también el último representante de la Liga de la Pimpinela Escarlata, una organización secreta cuyos miembros -todos aristócratas- se han dedicado a robar a los ricos para ayudar a los más necesitados. En la actualidad reparte su tiempo entre la capital inglesa y la bulliciosa Barcelona de la postguerra, donde está permanentemente atracado su yate "Esmeralda". Un excelente lugar para planear sus actividades y donde se verá inmerso en una trama de espías alemanes y pistoleros locales.

La última aventura de la Pimpinela Escarlata es una novela de espionaje magistralmente narrada que comienza como un thriller, pero que poco a poco se va decantando hacia una trepidante novela de aventuras.

 

“Has de entender  que nadie exhibe una obra de arte sí es notoria que ha sido robada. Se trata de verdaderos apasionados que disfrutan en solitario del placer de contemplarlas y,  por consiguiente, las ocultan en  escondites qué solo conocen ellos.”

 

Estamos ante una verdadera novela de aventuras.

Es cierto que para mí la Pimpinela Escarlata es uno de “esos personajes” que soy capaz de vislumbrar en mi más tierna infancia a través de las pantallas del cine y la televisión, pero como lectura, este género no se encontraba dentro de mis géneros preferidos, siempre fui más de género negro, de novelas policiacas y de asesinos convulsos, pero poco de ladrones. Y menos aun de los que no roban por necesidad, sino por repartir entre los pobre en un ejercicio de extraña hipocresía, ya que ellos mismos serian, entre los suyos, una víctima más de sus propios robos.

Nunca he sido, como digo, lectora de este género de “aventuras” y sin embargo, debo confesar que he disfrutado muchísimo de esta historia.

Una historia que, centrada en las antigüedades, la riqueza y la buena vida que sus protagonistas viven a través de yates y helicópteros, recorriendo el planeta de uno a otro confín, viviendo fiestas sin fin en lugares exóticos y  con todos los lujos debidos, se mezcla, en algunos momentos con los malos momentos vividos en la primera guerra mundial, pero estos son los menos y, como ya sabemos que quien tiene padrino se bautiza, hasta estos malos momentos sirven de aliciente para aquellos que tienen “posibles”.

Esta historia se mueve además de por el dinero, por el “amor” y por la tercera pasión que a todos nos mueve, aunque a veces pensemos que no es así, la venganza. Y esa venganza incluye también la solidaridad entre ladrones, que, en ciertas circunstancias, más que ejercer la competencia utiliza sus mutuos conocimientos y sus amplias redes para llegar a un bien común.

 

“- Ya te dije una vez qué solo creo en mi propia justicia. Este canalla merecía la muerte y  tú no ibas a ser capaz de matarle.”

 

Estamos ante una novela que ensalza ciertos sentimientos “románticos”, como si los protagonistas emularan al clásico Robín Hood; como si su única necesidad fuera vivir y disfrutar de la vida.

Estamos ante una novela bonita, que cuenta una historia que se desarrolla sin apenas sobresaltos y que te hace disfrutar de una trama llena de elementos hermosos, una trama que comienza y acaba en el amor, pasando por todos los datos intermedios, incluido el “uso y abuso” que mujeres y hombres (sobretodo estos últimos) llevaban a cabo para poder conseguir una vida mejor.

 

“Aquí, tener una amiguita es cuestión de status: cuanto más guapa y más enjoyada, mejor.  Por eso la exhibe, aunque siempre acompañada de ese joven con aires de poeta romántico qué es un chevalier servant de su entera  confianza porqué es homosexual y, además, depende de lo que cobra cómo profesor de música de su hija.”

 

Es una novela breve y muy entretenida, una novela con la que evadirse y disfrutar, una novela llena de objetos hermosos y codiciados. Una novela que es un homenaje a la pimpinela escarlata y a algún que otro celebre ladrón que tendréis que descubrir por vosotros mismos a través de la lectura de esta novela con la que yo tanto he disfrutado.  

 

“Esmond contestó sin apenas sopesar las consecuencias, pero experimentó la absoluta placidez que

sigue a la toma de una decisión difícil. Desaparecieron de súbito las dudas y los miedos que le habían atenazado cada vez que contemplaba el icono bizantino, que parecía devolverle una mirada irónica desde su biblioteca. Y supo que, por primera vez después de semanas, conciliaría el sueño con facilidad sin que le asaltaran pesadillas aterradoras.”

1 comentario:

  1. Pues no me importaría leerla si se cruza en mi camino que pinta muy bien.
    Besotes!!!

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