El teatro del barrio es un
espacio recuperado en pleno centro de Madrid, en la ubicación de la antigua
Sala Triángulo en el corazón de Lavapiés.
En este espacio, cooperativa de consumo cultural; José Miguel Monzón Navarro, El
Gran Wyoming, ejerció el pasado 4 de
Junio como maestro de ceremonias en la presentación a los medios de la novela
de Adam Kay, “Esto te va a doler”.
Un libro que Ángeles Aguilera, editora del libro, nos presentó como apuesta de la editorial no
solo por haberse convertido en uno de los libros más vendidos de Reino Unido, sino por venir, además, avalado por una serie
de premios que, en palabras de la editora, gustan tanto a autores como a
editores, pues son premio limpios, sin trampa ni cartón. “Esto te va a doler” obtuvo el premio de los libreros
de Reino Unido y fue elegido por los lectores como Mejor libro del año, señaló además la editora
que, tras su apariencia humorística, es éste un libro serio en el que subyace una crítica
al Sistema de Salud Publica en el Reino Unido y que es fácil extrapolar a
nuestro propio Sistema.
El presentador del acto apadrina
y ejerce de maestro de ceremonias en la puesta de largo de la obra, pues tiene
en común con el autor haber comenzado el
ejercicio de la medicina y haber decidido en uno u otro momento “colgar la bata” o como dice Wyoming ser
abandonado por la medicina, que a ambos los expulsó del sistema.
Con su característica forma de
hacer las cosas y su lenguaje humorístico, Wyoming entró de lleno en el análisis de esta obra
que aterriza en España después de revolucionar la sociedad y el mercado
literario del Reino Unido.
Define el presentador el libro, como
una historia universal que describe una realidad que él también ha vivido y en
la que define al médico de la Sanidad Pública como el punch de boxeo al que
golpean por arriba y por abajo. Por una parte los pacientes que no siempre
entran en la consulta con la mejor predisposición tras largos periodos de
espera y por otro lado dando la cara ante el paciente por una administración
que aprieta desde arriba, exigiéndoles mas y mas sin poner a su disposición los
medios necesarios. Y este maltrato al que se somete a los profesionales no solo
afectan su labor diaria, sino que influyen directa y negativamente en su vida
personal.
La vía de escape de Kay fue escribir
un diario, en el que plasmó sus vivencias diarias para no ser, como dice el
presentador, “fagocitado” por el drama.
Wyoming realizó una crítica feroz
del funcionamiento actual de la Sanidad; incidió en el negocio de la sanidad
privada, en Madrid y en el resto de España. Habló sobre las bondades de nuestro
Sistema Público de Salud y la diferencia con otros países en las que esta no
existe, claro ejemplo del mismo, Estados Unidos. Pero habló, sobre todo de cómo
este magnífico sistema del que disfrutamos se está derrumbando, por la descapitalización
que los políticos están realizando, derivando a Clínicas Privadas los datos de las
listas de espera de la Sanidad Pública para demostrar que el sistema no es
viable y, por otra parte, descabezando el sistema, privándole de las grandes
figuras de la medicina que ejercen en el sector público, que son los que
conocen el oficio y que fueron obligados de un día para otro a jubilarse con 65 años, privando a los ciudadanos y al propio sistema
de su experiencia, básica para el funcionamiento optimo de nuestro sistema.
El libro lo define el presentador
como una forma de respirar, de tomar aire fuera de ese sistema opresivo en el
que se encuentran los profesionales de la medicina y en general, todos nosotros,
que estamos, “abrasados” en muchas situaciones de nuestra propia vida; este
libro, que es un anecdotario, es un libro con el que no parar de reír párrafo tras
párrafo.
El autor habla de su libro como
transmisor de in mensaje universal que a veces olvidamos, que los médicos son
humanos; que los pacientes queremos que sean inequívocos y certeros, pero que son seres humanos que cometen errores, que
enferman, que están tristes, que a veces… fallan. Con la idea de servir de
terapia y no de ser publicados, el autor escribió estos diarios en los que
refleja anécdotas de su vida como médico recién licenciado, en sus primeras
experiencias en el ejercicio de la medicina.
Los diarios, que eran privados
inicialmente, fueron rescatados de su encierro cuando el Gobierno Británico intentaba
variar, empeorando aun más, las condiciones de trabajo de aquellos que se incorporaban,
aun como estudiantes a la vida laboral, lo que provocó protestas y
movilizaciones que el gobierno
justificaba provocadas por la avaricia de estos nuevos médicos, que solo querían
ganar más dinero. Este era el mensaje que los medios de comunicación reproducían
una y otra vez, mientras las personas a las que se aludía no podían defenderse
por sus propias condiciones laborales.
El autor quería demostrar con estas páginas que la medicina no es una cuestión
de dinero, si fuera así se dedicarían a otras cosas, sino una cuestión de vocación
de servicio.
En la ronda de preguntas, propias
de una rueda de prensa, se suscitaron varias cuestiones dirigidas no solo al
autor, sino también al presentador.
Al autor se le preguntó sobre el carácter
terapéutico de estos diarios, si nacieron con ese propósito. Nos contaba Adam
que en principio era solo una forma de contar o que pasaba en su día a día,
porque los médicos no hablan de las cosas malas que pasan en el trabajo, pero
que fue consciente que, a medida que aumentaba el estrés, escribía más.
Le preguntaron cómo habían tomado
sus compañeros estas anécdotas, si tras leerlo le habían indicado que se había quedado
corto contándole miles de anécdotas más. Y si, alguien después de leer su libro
podría hacerse medico.
Respondió Kay que había cambiado
los nombres para que los compañeros no se sintieran identificados por lo que no
había recibido muchos comentarios al respecto y que no, que alguien que leyera el libro no sería médico. Nos
comentaba que de haber leído su libro el mismo habría tomado la decisión de ser
medico de una forma distinta, más consciente, pues incluso él, hijo de médicos y
aficionado a la serie House tardo 5 años de duro trabajo en ser realmente
consciente de lo que significaba ejercer la medicina y por ello anima a los
futiros médicos a acercarse a estas páginas.
A Wyoming se le preguntó si desde
su época de ejercicio ha cambiado el estatus de los médicos, a lo que respondió
de forma afirmativa y arremetiendo contra las políticas sanitarias de la
comunidad de Madrid de los últimos años, contra las puertas giratorias, y
contra el funcionamiento y financiación de los hospitales de gestión privada, puntualizaba Kay en este
momento que las puertas giratorias no son un patrimonio solo nuestro, pies
funcionan exactamente igual en su país.
Para finalizar Adam Kay nos habló
de la obra de teatro en la que solo actúa él.
En el momento de las protestas
contra las reformas del Gobierno, fue de escenario en escenario leyendo partes
de esos diarios que había escrito para que sus compatriotas entendieran cuales
eran las condiciones profesionales reales, para paliar los mensajes erróneos que
transmitían los medios de comunicación y sus gobernantes. Fue entonces cuando las editoriales se acercaron a él,
para estudiar la posibilidad de convertir esos diarios en el libro que hoy nos
ocupa. Lo cierto es que, obviamente, el libro transmite el mensaje de forma más
rápida y eficaz que la actuación ante quinientas personas.
Se le preguntó si había recibido críticas
de sus colegas, no ha estado exentos de ellas, pero nos cuenta que solo han
sido tres los mensajes que ha recibido de colegas que le acusaron de ser un histriónico
y que le recordaron que los médicos no tienen que hablar de lo malo que pasa en
las consulta. Pero de lo que más orgulloso se siente es de las críticas que ha
recibido su libro desde la Administración y el Gobierno.
Adam Kay, ya está escribiendo un
segundo libro; ha abandonado el
ejercicio de la medicina, pero no ha dejado de defender la profesión, haciéndolo
en cada lugar al que le lleva la promoción de éste, su primer trabajo.
Una muy buena crónica! Gracias!
ResponderEliminarBesotes!!!
Gracias tesoro. 😘
EliminarElena la está leyendo y dice que está genial. Gracias.
ResponderEliminarYo en pendientes, no me da la vida... Gracias por comentar. 😘
EliminarGracias Annie, me pasaré por "tu casa". Besos.
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