viernes, 20 de julio de 2018

Mujeres Errantes


SANCHEZ VICENTE, Pilar (2018)
Mujeres Errantes
Barcelona, Roca Editorial, 367 p.p.
ISBN: 978-84-17092-39-9


Greta Meier, famosa escritora suiza afincada en Londres, retorna a su tierra natal en un último intento por detener la deriva de sus días. Sorprendida por la inesperada enfermedad de su progenitora, decide compensar sus prolongadas ausencias y aparcar los reiterados enfrentamientos, permaneciendo a su lado hasta el fatal desenlace.
Sin embargo, sus últimas palabras siembran una duda demoledora, dejando entrever en el último suspiro el gran secreto de la vida de Greta: ¿Quién era la mujer muerta, si no es su madre? Con la única compañía de sus cenizas, la autora emprende un viaje al pasado en busca de su propia identidad.
Siguiendo el único hilo disponible, localiza un punto en la costa norte de España y hacía allí se dirige. Pronto atisbará que la vieja rivalidad entre la Tiesa y la Chata, dos pescaderas ambulantes, esconde la clave de su origen, pero las preguntas se acumulan sin respuestas. Y el tiempo se acaba.



 “El mar” se dice tierra adentro; en Cimavilla, de siempre, se llamó “la mar”, en femenino, como la mujer. Las mujeres damos la vida y la mar nos proporciona el sustento. Los hombres la aman y la temen, mueren por ella. Es la madre pródiga, la madre colérica, nuestra diosa del bien y del mal.

Mujeres errantes  es uno de los libros más bonitos que he leído en los últimos años y es bonito aunque no narre una historia feliz, aunque sus personajes no sean precisamente hombres y mujeres felices ni centrados, especialmente.

Es bonito porque es un libro escrito con una sensibilidad y una maestría que hace tiempo no encontraba en una historia,  es bonito porque es una historia perfectamente tejida, porque se desarrolla en unos paisajes tan maravillosamente descritos que parece que estuvieras en ellos continuamente, porque tiene una, o mejor dicho, unas tramas maravillosas y sus personajes, los principales y los secundarios, son de los que se te quedan dentro.

Es uno de esos libros que narra magistralmente la realidad, una realidad ajena y desconocida, una realidad dura y cruel, tan alejada de nuestra vida “acomodada” y que sin embargo, al  pasar la ultima pagina, he sentido como propia.

Una trama cuyo epicentro se sitúa en Cimavilla, barrio pesquero de Gijón, pero cuyas ondas expansivas nos pasean por Zermat, Londres, Berlín, Santorini y Nicaragua. Con unas descripciones tan precisas y cuidadas que nos parece estar paseando por esas calles con nuestro cajón de pescado en la cabeza, por esos paisajes de postal, por esos barrios marginales y esos bares de moda de los 80. 
Esos puntos neurálgicos por los que la Chata y Greta nos llevan de la mano con sus recuerdos y que son vitales para entender su evolución, sus luces y sus sombras, su pasado y sobretodo su presente.

La Chata, es un personaje peculiar y único, una mujer con una vida durísima, una mujer que se te queda dentro, un personaje capaz, con sus refranes, su personalidad y su “playu”,  de sacarte una sonrisa aun en medio de la narración más escabrosa. 


Una mujer que desgrana su vida en cada palabra,  una vida mísera y desesperanzadora de la que sin embargo no abjura, narrándola sin victimismos ni sentimentalismos innecesarios. La Chata es la SUPERVIVIENTE por excelencia, esa que, como tantas mujeres antes y después de ella han vivido como han podido, bandeando los golpes que la vida les iba dando por la derecha y por la izquierda, esas que no conocen el significado de la palabra miedo, porque nunca han tenido ni el tiempo ni la oportunidad de temer, sólo de seguir adelante, aunque eso suponga vivir una guerra y tener que exiliarse siendo un niño a un país extraño, aunque eso signifique con unos años más dejar atrás familia y patria en busca de una oportunidad trabajando, de nuevo, en un país extraño, aunque signifique perder los bienes y la ilusión en amores que no son tales... 

La Chata es un personaje tan, tan grande, que era difícil que existiera en la novela otro que pudiera darle la réplica. Y ahí está Greta, esa otra superviviente, de otro tiempo, con otras aspiraciones, con muchísimas más oportunidades de tener una vida plena, regalada, feliz... pero los seres humanos somos inconformistas y Greta lo es.

A través de Greta, Pilar es capaz de describir fielmente las mieles del éxito y también sus hieles. 
Estremece la descripción que la autora hace de la bajada a los infiernos de Greta,  de esa caída en la que se acaba tocando fondo y consigue, sin imágenes morbosas, sin una sola coma de más, que vivamos la desesperación y la euforia, la flaqueza y la fortaleza del personaje  y esa huida hacia delante que ha marcado desde la infancia la vida de la protagonista.

Y la Tiesa, ese tercer vértice necesario para el triangulo perfecto, esa mujer que vive para que su hija tenga todo lo que ella no pudo tener, cuyo único afán es conseguirle las mejores oportunidades aún a riesgo, en algunos momentos, de perder el cariño de Greta. Esa mujer que, de forma diametralmente opuesta a la Chata, reniega de sus orígenes, de su pasado, para poder partir de cero, para poder labrarse un futuro en una tierra  que no es la suya, que aun siendo también hostil puede proporcionarles a ella y a Greta lo que España nunca podría darle.

Genara alimentó los sueños de su hija con la ilusión propia de cualquier madre conocedora de que existen mundos mejores y todos están dentro de este. Pero si los alcanzas, lo difícil es mantenerse en ello.

Y Guillermo, ese gran protagonista varón, entre tanta mujer errante, ese hombre errante a través de cuyas cartas descubrimos el lado más amargo de la Revolución Nicaragüense, esas cartas en las que descubrimos un país y unas costumbres muy alejadas de nuestro entendimiento y en las que la autora rinde un merecido homenaje a un personaje histórico fascinante, Gaspar García Laviana, sacerdote y poeta que se convirtió en guerrillero para luchar y morir junto a los sandinistas, en su afán por acabar con las desigualdades, la corrupción y la injusticia del régimen Somocista.

He de decir que el resto de personajes masculinos, no son precisamente de los que te gustaría tener como amigos, pero son personajes que encontramos, desgraciadamente a lo largo de nuestra vida, manipuladores, violentos, controladores….

Lo cierto es que en esta novela, todos los personajes son vitales, todos tienen su razón de ser y todos y cada uno de ellos son necesarios para la evolución de la historia.

Como ya conté en la crónica del encuentro con la autora, ésta es una novela de supervivientes, de sentimientos contrapuestos, de la generosidad total y del egoísmo más extremo, de vidas duras, de vidas reales, de esa vida que cada uno construimos en función de las circunstancias que nos toca vivir.

Y es una historia de homenajes, a los inmigrantes, a esa generación perdida que la droga nos robó en los 80, un homenaje a esas mujeres que “cargaban” con toda la familia, con los hijos, con los padres y los abuelos, porque era lo que tocaba, que vivían en medio de la violencia que genera la miseria y que viven como algo normal, llegando incluso a dulcificarlo en su memoria.

Es un homenaje al valor de nuestros mayores, de sus recuerdos y vivencias y es sobre todo un homenaje a las mujeres, a todas las mujeres que son capaces de vivir y sobrevivir a pesar de todos los pesares.

Es una historia, en definitiva, que no deberíais dejar pasar, porque a pesar de su crudeza, cuando acabas la lectura queda abierta la puerta a la esperanza.

Disfrute de la existencia sin conciencia de ser una privilegiada y sólo aquí me he dado cuenta de la dimensión relativa de los bienes materiales y el inútil vacio de los discursos solidarios si no son llevados a la práctica.

17 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo contigo en que en esta novela encontramos situaciones duras pero que son reales y que no hay que olvidar. Buena reseña. Gran libro.

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    1. Es un libro de esos que se recuerdan siempre... Gracias por comentar.

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  2. Estupenda reseña con la que estoy totalmente de acuerdo. La Chata y Greta nos conquistan por completo.
    Besotes!!!

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    1. No pueden ser mas redondos ambos personajes. Es un gran libro y ha sido una magnifica lectura conjunta. Gracias. Besos

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  3. Pues sí, sí y sí. No solo es una novela preciosa, sino que es un magnífico trabajo. Encontrar un pero es muy difícil. En tu reseña recoges algo que a mí me ha entusiasmado: Greta y el tratamiento que hace del personaje. Con ella la autora demuestra que debería ser una diva de la escritura. ¡Esos homenajes! Ahí coincidimos de nuevo... (No sé si es bueno o malo para ti el coincidir conmigo... Ja, ja, ja.). Un abrazo, querida. Magnífica reseña.

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    1. Yo creo que es bueno coincidir contigo. Gracias por tu comentario. 😘

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  4. Una reseña muy bien estructurada, Gema. Coincido contigo en lo que dices de como la autora ha sabido, con maestría y sensibilidad, mostrar los sentimientos de los personajes. Un beso

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    1. Gracias Angela. Pilar ha construido unos personajes maravillosos y muy, muy reales.
      Mil besos

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  5. Buena reseña Gema, me ha encantado tu descripción de las protagonistas como SUPERVIVIENTES, porque realmente lo son. Muy de acuerdo contigo en lo que se refiere a la Chata, sin victimismos ni sentimentalismos innecesarios pese a la durísima vida que nos cuenta. Una gran lectura y una escritora que apunto con mayúsculas en mi lista para seguirla. Un beso.

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    1. Gran escritora, gran libro y gran simultanea en la que la autora ha estado mas que a la altura.
      Gracias Domi. Un beso

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  6. Preciosa reseña, Gema. La verdad es que los personajes (tanto las mujeres como el misionero errante) son de diez. Y los son por todos sus matices, porque son increibles en su singularidad. Y, efectivamente, son supervivientes, incluso de sí mismos porque todos los errores cometidos o todas las decisiones tomadas a veces, a lo loco, los humanizan. Y nos sentimos partícipes de sus miedos, sus congojas pero, sobre todo, del modo en que salen adelante. ¡Son magníficos!.

    Un beso.

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    1. es una novela de personajes, sin duda, enmarcados en unos escenarios inigualables.
      Estoy segura de que Pilar nos va a dar muchas alegrias.
      Gracias Ana. Un beso

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  7. Es cierto que sin ser una historia feliz, es una historia maravillosa. Eso es muy difícil de conseguir, y Pilar Sánchez lo ha logrado. Se sufre mucho, pero en cada capítulo siempre hay una puerta abierta a la esperanza y a la redención, una pizca de optimismo. Es muy bonita tu reseña.

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    1. Gracias Concha. Me ha parecido una historia preciosa escrita con una deliciosa sensibilidad, esperando más historias bonitas de Pilar. Mil besos

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  8. La vida, antes de la comodidad que tenemos hoy en dia6, era exactamente así. Las mujeres cargaban con todo, porque era lo que tocaba. Mis abuelas lo hicieron y después de ellas, sus hijos.
    Me ha parecido una gran novela de personajes e historias dolorosas como entrañables, con un final extraordinario, digno y a la altura de todo su argumento.

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    1. Un libro magnifico, todo a una altura insuperable, personajes, trama y paisajes.
      Gracias por comentar Lore. Besazo.

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  9. Muy de acuerdo con tu comentario, Gema, estamos ante un libro bonito aunque no narre una historia feliz. "Mujeres errantes" es un libro de personajes, pero de personajes luchadores, que han aprendido a sobrevivir, y la forma en que Pilar Sánchez los presenta es todo un aliciente, porque conoceremos sus virtudes y sus errores, todo ello enmarcado en un paisaje muy bien descrito, que nos va a llevar a lo largo de la trama por el pasado y presente de los que allí convergen, y vamos a quedar con ganas de más. La Chata, Greta y los demás personajes que allí conviven van a acompañarnos durante mucho tiempo en el pensamiento, y eso es fruto del buen hacer de la autora y del universo por ella creado. Una novela muy recomendable, sin duda. Y muy buena reseña la tuya.
    Besos.

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