martes, 25 de septiembre de 2018

Encuentro con Santiago Diaz


¿Hay algo mejor que compartir una tarde de viernes con amigas con las que te une una afición tan sana como la lectura, una tremenda complicidad  y una enorme dosis de cariño?. Pues sí, lo hay, poder charlar sobre un libro con el autor que lo creó.

El pasado viernes, en un tradicional Café de Madrid, con el Palacio Real como telón de fondo, compartimos mesa, charla y opiniones con Santiago Díaz Cortes, autor de Talión, una de la novelas que más me ha entusiasmado de las que llevo leídas este año.

Cuando acabas un libro te haces una idea del mismo, de la trama, de los personajes, de sus porqués y de sus cómos… los libros no son lo que leemos, sino lo que interpretamos al leerlos, y esto, no tiene porque ser lo mismo que lo que el autor  ha querido transmitir.

Este tipo de encuentros da la oportunidad de enriquecer la lectura con el punto de vista de su creador, y eso es una experiencia impagable, máxime cuando el autor se muestra tan cercano y acepta de buena gana y sin perder la sonrisa cualquier tipo de critica buena, mala o regular, cuando está de acuerdo con lo que le plantea un lector  y cuando no.


Hablamos de Talión, de sus paisajes, de sus tramas y hablamos, con detalle de los personajes, de casi todos ellos, pero especialmente de  esos, que por distintos motivos y de distinta forma a cada uno de los que allí nos dimos cita, nos han llegado al alma. Hablamos largo y tendido de lo que hacen y lo que no hacen, de lo que sienten y lo que deberían sentir, de sus razones y de las sinrazones que les obligan a realizar ciertos actos y hablamos de mucho más.

Si algo plantea Talión es el dilema moral de su propia sentencia que encontramos en el Levítico 24:20-21; aquello de:

20 Fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente; según la lesión que haya hecho a otro, así se le hará. 
21 "El que mate un animal, lo restituirá, pero el que mate a un hombre, ha de morir.

Y así lo plantea Santiago exactamente a lo largo de las páginas de la novela, lo que nos llevó a un fantástico debate sobre la venganza, el concepto de justicia, legal, social  y moral  y lo que cada uno de nosotros  seriamos capaces de hacer por ser justos si no tuviéramos nada que perder.

No podría deciros si el encuentro duró mucho o poco tiempo, lo que si os puedo asegurar es que a mí se me pasó en un suspiro y es que el libro da para charlar durante muchas más horas de las que compartimos y  la simpatía y la franqueza del autor propicia que no temas decir nada de lo que se te pada por la cabeza.

Hablamos de lo humano y lo divino, despejamos nuestras dudas y dimos respuesta a nuestras curiosidades, aprendimos un poco, mucho más sobre Madrid y conocimos los planes literarios  de Santiago.

Hubo firma de los ejemplares (“refirma” en muchos de los casos), complicidad, risas y fotos, muchas fotos para las que el autor posó sin reparo. Y junto a Santiago y a Fátima, disfrutamos de la presencia de Jorge Díaz, autor entre otras de Cartas a Palacio (otra magnífica novela) y hermano de Santiago, que enriqueció la charla con sus apreciaciones nacidas del seguimiento de esta novela desde sus inicios.

Fue una tarde deliciosa, un encuentro inolvidable, de un libro inolvidable y #SoyYincanera la finalizamos, llegado el ocaso, disfrutando de la vida y de una magnifica noche de verano, refrescándonos en una terraza con el Palacio de Oriente a nuestra espalda.  


10 comentarios:

  1. Qué bien lo pasamos, dan gusto tardes como esta, que se alargan sin que te des cuenta...

    ResponderEliminar
  2. Fue una gozada, cuando se está agusto, el tiempo vuela. Por muchas tardes más. Gracias y un beso.

    ResponderEliminar
  3. Lo pasamos muy bien discutiendo sobre los entresijos de la novela. Menos mal que nosotras vamos con la "mala". Una gozada. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es genial poder charlar con el escritor sobre su obra, siempre. Gracias.

      Eliminar
  4. Un lujo de autor, una novela digna de ser debatida durante horas, un hermano (del autor) que vale un potosí, una editora que estuvo al saque en todo momento y unas yincaneras a las que habría que poner un piso en la Gran Vía para que cualquier encuentro con resultados como el del viernes nos coja más cerca, para poder seguir hablando y hablando de literatura. ¡Siempre! y para que después, nos lleguen crónicas como esta que reflejan estupendamente lo vivido.

    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estas experiencias y "la cola que traen" son puro alimento para la mente y el espiritu. Gracias por comentar y gracias por propiciar estos eventos.

      Eliminar
  5. A pesar de lo tarde que llegué, aún tuve tiempo de disfrutar de parte del encuentro y verdaderamente fue una maravilla. La pasión, tanto de Santiago como la vuestra al hablar de Talión, me produjeron unas ganas inmensas de comenzar a leer y devorar la novela. En cuanto pueda, la cuelo el la lista de mis lecturas pendientes.
    Estupenda crónica Gema, besooss!!!��

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mas vale tarde que nunca.... Un placer siempre compartir tiempo y experiencias contigo.

      Eliminar
  6. Un encuentro que se hizo corto a pesar de la duración. Un escritor fantástico que habló con pasión de su novela y eso refleja, fielmente, lo que disfrutó escribiéndola. Una gran tarde para recordar por mucho tiempo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Una gran, gran tarde que estoy deseando repetir en cuanto haya nueva novela. Gracias por comentar

      Eliminar