Martí, Carme (Fecha
de publicación 3/10/2019)
La paloma de Ravensbrück
Roca Editorial, Barcelona, 352 pp.
ISBN: 9788417805357
Su
infancia en un pequeño pueblo rural; la juventud interrumpida por la Guerra
Civil española y la rápida toma de conciencia social; Barcelona, Premià de Mar
y, finalmente, la retirada a pie por la frontera hasta llegar al sur de
Francia; la resistencia, los maquis y el primer gran amor.
Pasión
y rebelión hasta el día que las SS llaman a la puerta.
Prisión.
Un largo viaje en tren hasta Ravensbrück, Hollschein y el comienzo del
infierno.
Debía llegar
al infierno para poder volver y recordar juntos aquella dramática despedida.
Normalmente no tengo miedo de
destripar las novelas en mis reseñas, pero en esta ocasión esa temor es
inexistente.
El que más y el que menos conoce
la vida de Neus Cátala, que en 2015 y con cien años, se convirtió la última persona de España que había
sobrevivido al campo de concentración de Ravensbrück. Una mujer cuya larga vida
acabó hace apenas 6 meses.
Todos sabemos que estuvo allí, pero en esta
novela se nos cuenta lo que allí ocurrió.
Todas
nos prometimos lo mismo: que no olvidaríamos, que contaríamos o que habíamos visto,
que se lo debíamos a las compañeras muertas y nos lo debíamos a nosotras
mismas. ¡Nunca más tenía que pasar una cosa como aquella.
Reconozco que me acerque a esta
historia con ciertos reparos, convencida de que no iba a poder llegar al final,
de que su lectura iba a ser un baño de realidad, de una de las realidades más
crueles de la historia.
Siempre me ha sorprendido la
capacidad del ser humano por sobrevivir, por recoger los pedazos de una vida
rota y recomponerse; resiliencia lo llaman, hacer de las malas experiencias una
buena enseñanza, pero aún hoy sigue sorprendiéndome que haya personas con esa
capacidad, en ciertas circunstancias.
Ocho
días después de haber entrado en el campo, decido que lucharé con todas mis
fuerzas para sobrevivir, y que haré lo posible para conservar bien en la
memoria todo lo que veo, y veo mujeres valientes y generosas.
La que hoy os traigo no es, por
desgracia, una novela de ficción, ni una novela histórica, ni siquiera una novela; lo que hoy nos ocupa
es la vida de una de las tantas o de las tan pocas, en realidad, que
sobrevivieron al mayor horror de la humanidad, ese que algunos locos, más locos
aún que quienes provocaron aquella
locura aún se empeñan en negar. Una
parte de nuestra historia que por desgracia está documentada en cientos de
fotografías, imágenes y relatos y por suerte, por aquellos que lo sobrevivieron
para contarla.
Lo que hoy nos ocupa no es una
novela, es una vida, esa que Neus Catalá no se dejó arrebatar por aquellos
monstruos.
Quedan
algunos claros en nuestro interior adonde los malnacidos de los nazis no pueden
llegar.
Os decía más arriba que me
admiran los supervivientes y debo puntualizar, lo que me admira es que alguien
sea capaz de seguir viviendo después de haber vivido la muerte en vida, que
alguien sea capaz de superar el horror más inimaginable y volver a encontrarle un
sentido a su existencia. Eso sí es admirable y contarlo, el antes, el durante y
el después un acto de generosidad y de valor, con los que no lo vivimos y con
los que no sobrevivieron para poder contarlo.
No
se puede empezar de nuevo después de todo eso, hay que comenzar de viejo
Era
libre pero tenía el corazón tan oprimido que n o me sentía libre, sino
prisionera de las propias emociones, de la vida que tenía delante y no sabía cómo
encarar
Oír
hablar a alguien tan cerca, tener a un hombre que me miraba como a una mujer,
me hizo estremecer. Yo creía que tenía las emociones muertas, pero descubrí que
en mi interior todavía había amor, que la deportación no me lo había arrebatado
todo.
Un
no mundo, un lugar que no está en el mundo y que se pude parecer al infierno,
aunque tampoco es el infierno.
Tenía pavor a no poder avanzar por ese infierno que Neus nos
narra a través de las palabras de Carme Marti, pero era necesario, esta es una de esas
lecturas vitales y necesarias, imprescindibles para no olvidar, para no repetir
lo ocurrido.
Es una historia que desgarra el
alma en cada línea, en cada letra, pero que nos cuenta el infierno sin regodearse
en él, que nos pone delante los hechos y la fuerza de esas mujeres para vivir
entre los muertos, para moverse y sobrevivir entre sus propios fantasmas. Esos
recursos que ayudan a superar lo insuperable, esos recuerdos a los que anclas
tu supervivencia, esos detalles a los que Neus se aferraba en los momentos en
que creía morir.
La
fuerza moral es la que nos da a todas la fuerza física necesaria para aguantar
lo inaguantable.
Esta novela nos habla de la
capacidad de sufrimiento del ser humano y del daño q el ser humano es capaz de
infligir a otros seres humanos a los que deshumaniza, pero habla sobretodo de
la solidaridad, de la fuerza que llevamos dentro y que somos capaces de
multiplicar, para bien y para mal.
Estoy
al lado de Tití y nos miramos las dos ilusionadas, y su sonrisa lleva a mi
sonrisa y me da aliento de vida.
Neus nos da una lección de vida, una lección que todos
deberíamos conocer.
Sobrevivir
es huir de este mundo, y nos esforzamos. Continuamos con el coro y las charlas.
Estamos unas cuantas sentadas en el suelo, juntas, y yo con mis constantes
preguntas animo a charlar a las camaradas. Ahora una, ahora otra, las convenzo
para que hablen de cualquier cosa, ideas no me faltan, hasta que dicen “que
hable Neige, que hable Neige”
He llorado, he sufrido, he rozado
la locura y he sonreído y he respirado y vuelto a sufrir la incomprensión, a
veces, de esa vida que Neus fue capaz de
vivir después de volver de la muerte.
Si
algún día contaba algo notaba más incomprensión que otra cosa. Cuando añadía
que en el campo me había reído más que en toda mi vida, a veces se burlaban, o
se echaban a reír o hacían bromas que no aceptaba, así que dejé de hablar del
tema. La gente no estaba preparada ni dispuesta a escuchar tantos horrores.
Me he horrorizado y me ha
conmovido a partes iguales y me ha hecho admirar aún más a esas mujeres y esos
hombres que vivieron un infierno y volvieron para contarlo, para vivir otra
vida, para vivir la vida que les quedó suspendida entre el frío, el hambre, la
sed y la inimaginable desesperación de no saber cuál sería su futuro y ni
siquiera si ese futuro sería posible.
Es un libro abrumador, devastador
y a la vez es un libro esperanzador una historia, que contra todo pronóstico en
ciertos momentos del relato te hace sonreír.
Es un libro que nos muestra lo peor del género humano, ese lugar donde se
pierde el significado de la palabra humanidad, pero es también un libro capaz
de mostrarnos también lo más sublime de nuestro género, eso que hace noble al
ser humano y lo que ser humano significa.
Si
me he salvado ha sido gracias a las mujeres que tenía a mi lado, fueran del
partido que fuesen. Nos sostenía la fuerza moral, y con ellas viví una gran
lección de humanidad, así que desde este podio no puedo más que hacer un
llamamiento a la solidaridad y la amistad.
No dejéis de leer esta novela
porque es una realidad, la realidad de Neus Cátala que Carme Martí ha sido
capaz de plasmar con enorme maestría y con una dificilísima sensibilidad.
Y no escribo más porque será
girar y girar sobre la misma idea, sobre el mismo dolor y la misma
esperanza,
leedla, no puedo decir más.
No
sé que había de la joven Neus Catala bajo aquellos andrajos que se revolcaban
por el suelo, y qué de victima de los nazis. La mezcla de ambas cosas era lo
que tendría que aceptar el resto de mi vida, que acababa de empezar.
Un libro que tiene que doler... Me lo apunto, que me gusta leer sobre esta temática.
ResponderEliminarBesotes!!!