viernes, 11 de octubre de 2019

La sospecha de Sofía


Sánchez-Garnica, Paloma (2019)
La sospecha de Sofía
Editorial Planeta, Barcelona,  656 pp
ISBN: 9788408205623

En una Europa dividida por un muro insalvable, dos hombres y una mujer buscan desesperadamente su destino.
La anodina vida de Sofía y Daniel cambia radicalmente cuando él recibe una carta anónima en la que se le dice que Sagrario, a la que venera, no es su verdadera madre y que si quiere conocer la verdad de su origen debe ir a París esa
misma noche. Intrigado, pregunta a su padre por esta cuestión y él le recomienda que lo deje pasar, que no remueva el pasado. Sin embargo, hay preguntas que necesitan una respuesta y esta búsqueda desencadenará una sucesión de terribles acontecimientos y encuentros inesperados de infortunado desenlace que trastocará su vida y la de su mujer, Sofía, para siempre. Madrid, París y su mayo del 68, el muro de Berlín, la Stasi y la KGB, los servicios de contraespionaje en la España tardofranquista y tres personajes en busca de su identidad son las claves de esta fantástica novela con el inconfundible sello de Paloma Sánchez-Garnica.

Y de repente la franja, el Muro, la frontera bien definida entre una ciudad y otra que las separaba como una peligrosa serpiente en reposo, latente, conminatoria a cualquiera que osara encararla, por algo se la conocía como la «franja de la muerte"

Sofía es el prototipo de la mujer bien española de finales de los años 60.

Una mujer de su casa, esposa y madre perfecta, encerrada con las niñas y con la nana, encerrada entre las cuatro paredes de una buena casa del barrio alto de Madrid, una mujer hecha a su tiempo, una mujer común. Mas o menos, porque Sofía tiene estudios y sueños, sueños que ha ido aparcando en pos de la familia y de la opinión de su marido.

Menos mal que tiene un padre y una amiga que la obligan a enfrentarse a la realidad, que la obligan a no dejar demasiado atrás el futuro que aun podría tener.

… todo estaba listo cuando Sofía llegó a la vida de Daniel, todo hecho cuando entró por primera vez al piso. Ella tan solo tuvo que colocar su ropa en los armarios y las cosas de aseo en el baño, lo demás había sido decidido de antemano. Por eso, cuando entró la primera vez en aquella casa, se sintió en un lugar ajeno; incluso ahora que irremediablemente se había convertido en su hogar, seguía sintiendo que aquello no era suyo del todo, que estaba allí como de prestado

Pero nada es eterno, ni inamovible y Sofía acaba saliendo de su espacio, de su zona de confort, no porque quiera sino porque la sacan a bofetadas. Primero su suegra, esa mujer débil en apariencia, luego su marido, que se empeña en no aparecer y por último Monique, una mujer alejada de su mentalidad patriarcal, de su clásica moral, de su vida burguesa.

—La gente que lee puede ser muy peligrosa para aquellos que pretenden el pensamiento único. La lectura es el germen de toda revolución —dijo Monique satisfecha.

Daniel es hijo del franquismo, hijo del bando ganador y por tanto con las ventajas que esa situación incluye. Daniel es un buen hijo, uno de esos que admiran y odian a su padre a partes iguales y que vive la vida con miedo a defraudarle, a no estar a su altura. Uno de esos que adoran a su madre por encima de todas las cosas, que la sobreprotege y la antepone a todo y a todos, incluida su propia familia, su mujer y su hija.

Daniel vive una vida cómoda, regalada, la vida que le toca por ser quien es en el lugar y el espacio en que le toca vivir.

Todo el mundo tiene su prurito de vanidad en esto de anunciarse al mundo, pero aquello era una guerra perdida con su padre; había perdido ya unas cuantas, entre otras el hecho precisamente de ser letrado.

Pero nada es eterno, ni inamovible y Daniel acaba saliendo de su espacio, de su zona de confort, no
porque quiera sino porque lo sacan a trompicones. Primero una carta sin remite y luego una verdad incomoda que nunca habría tenido que ser descubierta ni confirmada.

Y en  este viaje fuera de un entorno conocido, Sofía nos lleva de la mano por las calles del Paris del Mayo del 68.Y en este periplo, la autora, ayudada de Sofía y de unos secundarios de lujo, aprovecha para hacer una radiografía de la Francia de los 60 y de esa distancia moral e ideológica de España, que estando tan cerca, estaba tan lejos en aquellos años.

Los estudiantes están empezando a despertar de la modorra que proporciona el excesivo bienestar, de esta sociedad que nos acomoda hasta el hastío. La gente joven es la que debe y puede cambiar el mundo. Si no lo hacemos nosotros nadie lo hará en nuestro lugar.

Y en  este viaje fuera de un entorno conocido, Daniel nos lleva de la mano a un lugar inhóspito, a un lugar lejano en la distancia  pero cercano en la ideología, por más que hablemos de dos ideologías contrapuestas, la dictadura de Franco y el comunismo de la Europa del este.

De la mano de Daniel conoceremos Berlín y ese muro de la vergüenza que tardo demasiado en caer. Y en este periplo, la autora, ayudada de Daniel y de unos secundarios de lujo, y  cuanto menos peculiares, Klaus, Gloria, Bettina, Hanna… nos lleva a conocer las cloacas de la Stasi y lo que un estado es capaz de hacer “por el bien” de sus ciudadanos.

El jefe le dejó hablar, regocijándose con el miedo que Klaus exudaba por cada poro de la piel. Aquellos momentos eran los que más disfrutaba, ese olor a miedo que desprendía el detenido, el acusado, el sospechoso. El poder sobre la vida y el destino ajenos engordaba su vacua vanidad.

Paloma nos ofrece una magnifica recreación histórica y política de la convulsa Europa de los 60, pero nos regala, sobretodo un magnifico catalogo de personaje, creíbles, fuertes, incluso en su debilidad, unos personajes imborrables por sus ideas y por lo que por ellas son capaces de perder y de ganar, por lo que por sus ideas son capaces de luchar. Por lo que son  capaces de hacer por mantenerse con vida o por conseguir que lo sigan aquellos a los que aman.

La autora nos habla del pasado, pero vuelve a un tiempo mas cercano para cerrar un círculo que consigue reconciliarnos, al menos en cierta medida de las injusticias vividas por algunos de sus personajes, que nos reconcilie, al menos en parte, con las injusticias que tuvieron que vivir los vencidos de una guerra injustificable, que nos haga sentirnos orgullosos, un  poco, al menos, de lo que las mujeres hemos avanzado desde los 60 hasta hoy.

Solo se gana su libertad quien la conquista de nuevo cada día.
GOETHE, Fausto

La sospecha de Sofía es una novela para leer con calma, para paladear., para disfrutar. De los personajes, de la historia y de la prosa elegante y ligera que consigue que la más de 600 páginas  que conforman esta historia se deslicen entre los dedos y ante nuestros ojos a la velocidad de la luz.

Y de repente la franja, el Muro, la frontera bien definida entre una ciudad y otra que las separaba como una peligrosa serpiente en reposo, latente, conminatoria a cualquiera que osara encararla, por algo se la conocía como la «franja de la muerte"

6 comentarios:

  1. Pero qué ganitas le tengo a esta novela! No paro de leer reseñas muy positivas.
    Besotes!!!

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  2. Me encantó este libro, la historia, la forma de narrar de la autora, el paseo por unos escenarios magnífico. Una novela que recomiendo a todos.

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  3. También he disfrutado de esta lectura. Los personajes, cada uno en su papel, me han parecido como sacados de la vida misma y la historia que narra Paloma, una ficción más real de lo que estamos dispuestos a aceptar. El muro, un protagonista más entre luces y sombras. Para mí, una novela de sentimientos puros.

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  4. Sin duda la recreación histórica que nos ofrece Paloma de los años 60 y posteriores en Europa es magistral, un ingente trabajo de investigación que queda perfectamente integrado en la novela para deleite del lector. Unos personajes muy bien perfilados, hijos de su tiempo, y con un montón de matices. Estoy contigo, es una novela para leer con calma, para paladearla, para disfrutarla tanto por lo que cuenta, como por como lo cuenta.

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  5. La verdad es que solo puedo estar de acuerdo contigo, sobre todo en que ese catálogo de personajes que ofrece la novela, con sus claroscuros, son de lo mejor que se podría encontrar y los has analizado de lujo. También estoy contigo es que esta novela es de las que se tienen que leer sin prisa, para paladearla a placer, porque es inmensa.

    Un beso.

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  6. Hola. Desde luego que La sospecha de Sofía es una novela para leer con calma y así poder disfrutar al máximo de todo su contenido. Posee unos potentes personajes que cautiva. Siempre salgo positiva en tus reseñas, trasmite tanto como si leyese el libro del que hablas. Besos.

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