ATWOOD, Margaret (2016)
La semilla de la bruja
Lumen (2018), Barcelona, 331pp
«Cuando eres joven, crees que todo es posible. Te
mueves en el presente, jugando con el tiempo como si fuera un juguete a tu
disposición. Piensas que puedes deshacerte de cosas y personas, y aun no sabes
bien que tienen la mala costumbre de volver.»
Margaret Atwood
Es un lunes cualquiera de enero de 2013 y Félix pasa el
control de seguridad para acceder al centro correccional de Fletcher. Los
guardias lo miran con simpatía y benevolencia; para ellos este hombre solo es
el señor Duke, un cincuentón que en sus ratos libres se dedica a organizar
funciones de teatro con los reclusos. El autor elegido siempre es Shakespeare,
y este año el profesor les propone La tempestad.
Félix accede sin problemas al recinto de la cárcel,
llevando consigo algo muy peligroso pero imposible de detectar a través de un
escáner: son las palabras, aún vivas, robustas, sonoras, de una obra donde la
venganza viaja a través del tiempo y se instala en el presente. De a poco,
ensayo tras ensayo, los chicos de Fletcher, que quizá nunca antes habían oído
hablar de Shakespeare, convierten la obra en algo muy personal. Ahí se
encuentran con sus fantasmas y con algo de sí mismos que no sabían, pero hay
más: Félix, ese profesor terco y a veces aburrido, el día del estreno de la
obra también podrá vengarse de quien le arruinó en el pasado.
“El pasado es un prólogo, lo que quiere decir que empezamos a contar el tiempo y nuestros logros aquí y ahora”.
Esta es la segunda novela que leo de esta autora, trás
“El cuento de la Criada”.
Nada tienen en común estas dos historias mas allá
de la autora, de su peculiar estilo narrativo y de la curiosidad que en ambos
casos suscitaron en mí las sinopsis de estas obras.
En este caso, al atractivo del resumen, del título,
que me costó entender hasta bien adelantada en la lectura de la novela y de la
portada, se suma la promesa de la “reinterpretación” de “La tempestad”; enmarcada
dentro de «The
Hogarth Shakespeare», el proyecto internacional que se lleva a cabo para conmemorar
el cuadragésimo aniversario de la muerte de William Shakespeare y que pretende que una selección
de autores contemporáneos
escriban una obra del autor desde su propia perspectiva.
He de confesar que ésta es una de las obras del autor inglés que me
resultaba más desconocida, por lo que antes de enfrentarme a la lectura de
Atwood, busqué un resumen de la obra original; podría habérmelo ahorrado, esto
no es spoiler, al final del propio libro podéis leer un resumen de “La
tempestad”.
La autora parte de la traición y de la necesidad de empezar de nuevo del
protagonista para introducirnos no solo en un escenario marginal, de personajes
marginales (el correccional Fletcher) sino también en las zozobras y la sed de
venganza de quien ha perdido lo poco que
le quedaba por perder a manos de aquel en quien confiaba ciegamente.
A través de un narrador omniscente la autora nos presenta al protagonista
absoluto de esta obra, Felix, nos desvela sus actos,
sus pensamientos, sus motivaciones, sus planes…
No son menos descriptivas las apreciaciones del resto de personajes que
acompañan a Félix; la extrañamente omnipresente Miranda, Stelle; confidente,
defensora, cómplice y colaboradora necesaria a lo largo de toda la trama, y sobre todo las de aquellos que le acompañan
a lo largo de la mayoría de estas páginas, los vigilantes y Los Actores del
Correcional Fletcher.
El lenguaje, se convierte en un personaje más de la novela, las
limitaciones y obligaciones que se les imponen a los “actores” en cuanto a su
uso nos brindan los momentos más divertidos de la novela. Los ensayos y las
actividades que se desarrollan en torno a la obra configuran el nudo central de
la novela, creo que con los datos que da la autora podría trasladarse de forma
eficaz a un escenario real el proyecto, más literario que
teatral, que desarrolla en la novela.
Como en La tempestad original, la
mayoría de los personajes son masculinos, y los femeninos, aún en clara
minoría, son personajes fuertes a los que la autora dota de un peso fundamental
en la trama; es vital en este punto hacer mención a Anne- Marie -la única
“actriz profesional” entre amateurs- y que es clave, tanto para la
representación de la obra como para la propia venganza.
Todos los personajes están perfectamente perfilados, son sólidos y creíbles
y se desenvuelven en los distintos
escenarios que se van presentando a lo largo de la novela de una forma tan
detallada que es inevitable recrearlos en la imaginación.
Los capítulos cortos hacen que la lectura sea muy dinámica, aunque en
ciertos momentos, debido a párrafos y “composiciones” poéticas y musicales, se ha
visto ralentizada.
La autora establece no una, sino varias reinterpretaciones de la obra;
Félix vive su propia tempestad, simultáneamente, los actores del correccional reescriben
la obra para hacerla suya y poder representarla y como colofón, dentro de la
propia representación de la obra se desata una verdadera tempestad.
La venganza, tema central de la trama, impregna como concepto todo el
hilo narrativo, se convierte en el leit
motiv de la vida del protagonista, pero más como un sueño, que como un objetivo
a alcanzar, hasta que mas allá de la mitad del libro, se alinean los planetas y
se convierte en una posibilidad real, por
lo que queda la sensación de que en el fondo Félix no pergeña una venganza,
sino que en su resurrección, cual Ave Fénix, es la venganza, o la posibilidad
de la misma, la que le sale al encuentro. Este hecho, como tal, la venganza
llevada a efecto se desarrolla en pocas páginas, como si se pasara de
puntillas, con prisa, lo que refuerza la teoría de la importancia de la
venganza mas como una quimera que como una realidad de la que el
protagonista parece querer escapar cuanto antes.
Es este un libro que habla de la traición, de la soledad, de la pérdida, de la bajada a los infiernos, de la venganza,
pero que habla sobre todo de las segundas oportunidades. Una historia que
merece la pena ser leída, por la originalidad de una trama clásica, por su
estilo narrativo, porque nos acerca a uno de los grandes genios literarios de
todos los tiempos y porque al pasar la última pagina lo que prevalece es la idea
de que nunca, pase lo que pase, es tarde para comenzar de nuevo.
" La obra La Tempestad apuesta por las segundas oportunidades y nosotros también deberíamos hacerlo"
Muy buena reseña. Y desde luego podemos decir que somos honestos lectores y nadie fue al final para ver cómo acababa la historia. Que a todos nos cogió por sorpresa ese resumen de La tempestad al final.
ResponderEliminarBesotes!!
Si lo llego a saber empiezo por el final... 😂😂😂😂. Besos y gracias. 😘
EliminarY yo! Jajajaja.
EliminarBesotes!!!
Aprovecho para quedarme por este rincón porque no te seguía, ahora ya te tengo localizada, veo que la novela e ha gustado, y coincidimos en impresiones, en lo que más nos ha gustado. También coincidimos en los puntos fuertes y me gusta como has planteado tu reseña
ResponderEliminarGracias Carmina, ha sido una magnífica forma de estrenarme como Yinkanera. 😘
EliminarMuy acertada esa conclusión final. Es cierto que este es un canto a las segundas oportunidades, también un canto hacia el poder que tienen las letras (la literatura ayuda a superar momentos difíciles), pero a mí no me ha gustado. No niego que está bien escrita y que es una tarea muy complicada el versionar un clásico de un autor de la talla de Shakespeare, pero la sensación al terminarla ha sido de que faltaba algo, de que la historia en sí no terminaba nunca de arrancar. Un abrazo.
ResponderEliminarLo bueno de la lectura, es que a cada uno nos llega de una manera distinta. 😘
EliminarMe quedo con tu conclusión final, es lo más importante, ese canto a las segundas oportunidades, me alegra que te hayas incorporado al grupo de las Yincaneras.
ResponderEliminarBesos
Es genial ser parte del grupo. Gracias Mari. 😘
Eliminar¡Gema! Es la primera vez que te leo y qué bonito escribes. Poco más que decir. Esta reseña no era fácil por mucho motivos, uno de ellos la extrañamente omnipresente. Oh, esto me ha encantado de tu parte. También que trates como personaje el lenguaje limitado de los «actores». Por resaltar algo, porque en su conjunto si te soy sincera, me has dejado K.O. con tu bella manera de juntar palabras. Un gran abrazo desde Cantabria.
ResponderEliminarGracias corazón!!! Me has emocionado. Sabes que yo he quedado totalmente hechizada con tu reseña. Un abrazo. 😘
EliminarGema, la reseña es soberbia. Me ha encantado no sabes hasta qué punto que conste que no es ya porque coincida contigo en todas tus impresiones, sino porque, como bien dice Ana M., escribes muy, muy bonito.
ResponderEliminarUn beso.
Cuanto me alegra que te haya gustado.
EliminarGracias, de verdad.
Un besazo
Hola Gema, muy buena reseña. Me ha gustado lo que dices de las diferentes tempestades que se dan dentro de la novela. Aunque a mi no me ha gustado tanto como a ti, me quedo con tu nunca es tarde final. Un beso.
ResponderEliminarGracias Domi, ya sabes, "para gustos los colores".
EliminarUn beso
Me ha gustado mucho lo que cuentas de esta novela. No me va a quedar otra que leerla, seguro que la disfruto y, de paso, vuelvo a ponerme al día con Shakespeare, que de esta obra no tenía ni idea de que existiera. S2
ResponderEliminarEs un gran libro y yo tengo debilidad por la autora.
EliminarGracias por comentar. ;*
Hola Gema, me ha gustado mucho tu reseña. Tengo que decirte que prácticamente coincido contigo en todo lo que dices de la novela, yo disfrute mucho leyéndola, fue una sorpresa pues no había leído nada de esta autora, y ahora me propongo leer algo más de ella. Un beso
ResponderEliminarA mi me parece una gran autora, aunque reconozco que a veces no es "facil" de leer, aun me quedan muchas obras suyas por descubrir. Un besazo
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