¿Hay algo mejor que compartir una tarde de viernes con amigas
con las que te une una afición tan sana como la lectura, una tremenda
complicidad y una enorme dosis de
cariño?. Pues sí, lo hay, poder charlar sobre un libro con el autor que lo creó.
El pasado viernes, en un tradicional Café de Madrid, con el
Palacio Real como telón de fondo, compartimos mesa, charla y opiniones con
Santiago Díaz Cortes, autor de Talión, una de la novelas que más me ha entusiasmado
de las que llevo leídas este año.
Cuando acabas un libro te haces una idea del mismo, de la
trama, de los personajes, de sus porqués y de sus cómos… los libros no son lo
que leemos, sino lo que interpretamos al leerlos, y esto, no tiene porque ser
lo mismo que lo que el autor ha querido
transmitir.
Este tipo de encuentros da la oportunidad de enriquecer la
lectura con el punto de vista de su creador, y eso es una experiencia
impagable, máxime cuando el autor se muestra tan cercano y acepta de buena gana
y sin perder la sonrisa cualquier tipo de critica buena, mala o regular, cuando
está de acuerdo con lo que le plantea un lector y cuando no.
Hablamos de Talión, de sus paisajes, de sus tramas y hablamos,
con detalle de los personajes, de casi todos ellos, pero especialmente de esos, que por distintos motivos y de distinta
forma a cada uno de los que allí nos dimos cita, nos han llegado al alma. Hablamos
largo y tendido de lo que hacen y lo que no hacen, de lo que sienten y lo que
deberían sentir, de sus razones y de las sinrazones que les obligan a realizar
ciertos actos y hablamos de mucho más.
Si
algo plantea Talión es el dilema moral de su propia sentencia que encontramos en el Levítico 24:20-21; aquello de:
20 Fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente; según la
lesión que haya hecho a otro, así se le hará.
Y
así lo plantea Santiago exactamente a lo largo de las páginas de la novela, lo
que nos llevó a un fantástico debate sobre la venganza, el concepto de justicia,
legal, social y moral y lo que cada uno de nosotros seriamos capaces de hacer por ser justos si no
tuviéramos nada que perder.
No
podría deciros si el encuentro duró mucho o poco tiempo, lo que si os puedo
asegurar es que a mí se me pasó en un suspiro y es que el libro da para charlar
durante muchas más horas de las que compartimos y la simpatía y la franqueza del autor propicia
que no temas decir nada de lo que se te pada por la cabeza.
Hablamos
de lo humano y lo divino, despejamos nuestras dudas y dimos respuesta a nuestras
curiosidades, aprendimos un poco, mucho más sobre Madrid y conocimos los planes
literarios de Santiago.
Hubo
firma de los ejemplares (“refirma” en muchos de los casos), complicidad, risas
y fotos, muchas fotos para las que el autor posó sin reparo. Y junto a Santiago
y a Fátima, disfrutamos de la presencia de Jorge Díaz, autor entre otras de
Cartas a Palacio (otra magnífica novela) y hermano de Santiago, que enriqueció
la charla con sus apreciaciones nacidas del seguimiento de esta novela desde
sus inicios.
Fue
una tarde deliciosa, un encuentro inolvidable, de un libro inolvidable y #SoyYincanera
la finalizamos, llegado el ocaso, disfrutando de la vida y de una magnifica
noche de verano, refrescándonos en una terraza con el Palacio de Oriente a
nuestra espalda.
Qué bien lo pasamos, dan gusto tardes como esta, que se alargan sin que te des cuenta...
ResponderEliminarFue una gozada, cuando se está agusto, el tiempo vuela. Por muchas tardes más. Gracias y un beso.
ResponderEliminarLo pasamos muy bien discutiendo sobre los entresijos de la novela. Menos mal que nosotras vamos con la "mala". Una gozada. Besos.
ResponderEliminarEs genial poder charlar con el escritor sobre su obra, siempre. Gracias.
EliminarUn lujo de autor, una novela digna de ser debatida durante horas, un hermano (del autor) que vale un potosí, una editora que estuvo al saque en todo momento y unas yincaneras a las que habría que poner un piso en la Gran Vía para que cualquier encuentro con resultados como el del viernes nos coja más cerca, para poder seguir hablando y hablando de literatura. ¡Siempre! y para que después, nos lleguen crónicas como esta que reflejan estupendamente lo vivido.
ResponderEliminarUn beso.
Estas experiencias y "la cola que traen" son puro alimento para la mente y el espiritu. Gracias por comentar y gracias por propiciar estos eventos.
EliminarA pesar de lo tarde que llegué, aún tuve tiempo de disfrutar de parte del encuentro y verdaderamente fue una maravilla. La pasión, tanto de Santiago como la vuestra al hablar de Talión, me produjeron unas ganas inmensas de comenzar a leer y devorar la novela. En cuanto pueda, la cuelo el la lista de mis lecturas pendientes.
ResponderEliminarEstupenda crónica Gema, besooss!!!��
Mas vale tarde que nunca.... Un placer siempre compartir tiempo y experiencias contigo.
EliminarUn encuentro que se hizo corto a pesar de la duración. Un escritor fantástico que habló con pasión de su novela y eso refleja, fielmente, lo que disfrutó escribiéndola. Una gran tarde para recordar por mucho tiempo.
ResponderEliminarUna gran, gran tarde que estoy deseando repetir en cuanto haya nueva novela. Gracias por comentar
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