Rouanet,
Mónica (2019)
Despiértame
cuando acabe septiembre
Roca
Editorial, Barcelona, 288 pp.
ISBN:
9788417305802
El rastro de un joven español se esfuma
por el sur de Inglaterra tras dejar un mensaje de socorro en el teléfono móvil
de su madre. Ella, que apenas ha abandonado su pequeño pueblo en contadas
ocasiones, decide ir en su busca. Hace un año, su marido desapareció en las
tranquilas aguas de la Albufera y no está dispuesta a vivir de nuevo una
angustia como aquella.
La Guardia Civil encontró la barca de
Antonio abandonada a la deriva, con manchas de sangre sobre sus tablas. Amparo
está convencida de que murió, pero las malas lenguas que recorren el pueblo
rumorean otras cosas. Una vez en Inglaterra, Amparo descubre que su marido
puede continuar con vida, ser el causante de la muerte de una mujer y estar
involucrado en una sórdida trama repleta de intrigas.
No hay nada peor que recordar lo que se preferiría olvidar
Esta es la segunda novela que leo de la
autora y como en la primera la música no ha dejado de sonar en mi cabeza
durante toda la lectura.
Una canción magnífica y triste como “Despiértame
cuando acabe Septiembre”.
Mónica nos regala una novela
sorprendente, tremendamente dura y tristemente más actual de lo que nos gusta
imaginar.
En una novela contada en presente y en el
presente la autora nos presenta una historia que, con seguridad, no dejará a
nadie indiferente.
La autora bucea por las aguas más
inmundas de la naturaleza humana y lo hace descaradamente, pero sin ahondar en
el morbo, dejando que con pinceladas certeras seamos capaces de imaginar lo que
hay detrás de unos ojos tristes y temerosos que nos miran desde una foto en
blanco y negro.
Se adentra y nos adentra sin
armadura en lo peor de la sociedad, en las más bajas pasiones, en los actos más
crueles, en la denostación de los que creemos diferentes, en las murmuraciones
que determinan la vida de aquellos que viven y crecen en pequeños núcleos rurales y urbanos en los que todos se
conocen , en los que aquello que podría y debería representar una prerrogativa
para ser protegido y cuidado se convierte en el tormento de ser clasificado, de
convertirse en el eje de los rumores que determinan y que pueden arruinar la
vida no solo de la persona blanco de ellos sino de todos aquellos que están a
su alrededor, que comparten su existencia.
Me parece bien que no queráis escuchar los bulos, pero vivimos entre
ellos, entre quienes los lanzan como dardos y, esta vez, volverán a hacerlo
contra nosotros
Amparo, la protagonista de esta historia
es una mujer apocada, anodina, una mujer que a priori no se perfila como la
candidata del año a protagonista de una novela negra.
Amparo es una mujer acostumbrada a vivir
bajo la presión de las palabras murmuradas, de las miradas de soslayo y las
risillas mal disimuladas. Una mujer a la que no le importa su aspecto, que ha
aprendido a ignorar aquello que no puede cambiar, una mujer cuya vida
transcurre todo lo plácidamente que es posible entre la agencia de viajes en la
que trabaja, la tranquilidad que encuentra en su barraca, el cariño y la
complicidad con su cuñada y el bienestar de sus hijos.
Y es, precisamente, ese instinto maternal, esa necesidad de proteger
a su único hijo varón, ese mensaje que la alerta del peligro que corre su “pequeño”
el que la obliga a emprender una
aventura que jamás habría imaginado tener que vivir.
Amparo encontrará en ese viaje respuesta
a muchas de sus preguntas, pero se encontrará sobretodo a si misma, descubrirá
sus fortalezas y se enfrentará a sus debilidades.
Cierro los ojos para evitar que se me escapen un par de lágrimas
mientras suelto un resoplido. Se que me recompondré en pocos segundos, ya me ha
pasado antes. No me gusta perder el tiempo en lamentos cuando lo que busco es
una solución, por eso no me gusta llorar
Lejos de su zona de confort la
protagonista vivirá todo lo que sus ataduras nunca le han dejado vivir,
le
permitirá alejarse de prejuicios y ser, tal vez por primera vez, ella misma,
hacer por primera vez cosas que nunca se atrevió a hacer, arriesgarse a vivir.
Lo bueno de estar ante un
extraño es que puedo contarle mi
historia de forma más clara, sin rodeos ni antecedentes, porque se supone que
él no tiene prejuicios sobre lo que me sucede. Llevo demasiado tiempo callando,
ya es hora de arrojar fuera tanta amargura.
En su andadura la acompañará
Conrad, un ingles amante de las paellas que lleva a cuestas sus propios demonios,
un hombre que también ha tenido que sobrevivir bajo el yugo de las murmuraciones
de los que le rodean, un hombre que ha bajado a los infiernos y que comienza a
ascender poco a poco de él, un hombre que necesita, como todos, la verdad para liberarse,
una paz que busca en la venganza y que le vendrá dada, en gran medida, por las
respuestas que va ayudando a desvelar a Amparo.
El azul de los ojos de Conrad me hace daño, es como si me viera
reflejada en un espejo y descubriera que no soy como yo creía
Por encima de la trama, magníficamente
tejida, Mónica nos regala una imagen perfecta del interior de los
protagonistas, un interior que desgrana para nosotros hasta dejarlos totalmente
expuestos para bien y para mal.
La autora retrata magistralmente
los sentimientos más sublimes y los más ruines, el amor, el miedo, la
vergüenza, la humillación, la venganza, el chantaje, la valentía de enfrentarse
a esos demonios imaginarios o reales que nos persiguen desde nuestra más tierna
infancia…
No es una novela cómoda, no es una
historia bonita, pero es una parte de la realidad que a menudo preferiríamos no
conocer, una realidad que a muchos nos pilla muy lejos, pero que es mucho más
frecuente de lo que podemos llegar a imaginar, una realidad que la autora
conoce de primera mano, porque a diario se enfrenta a situaciones que tienen
mucho que ver con parte de lo que nos transmite en sus páginas.
Una novela que no sólo conseguirá
que disfrutes de una gran lectura, sino que te enfrentara a una realidad que,
nos guste o no, debería hacernos reflexionar.
No lo haré, no te preocupes, pero tú mejor que nadie deberías saber que
las cosas no dejan de suceder por no mirarlas. Si volvemos a cerrar los ojos y
permitimos que pasen de nuevo, nos destrozarán por dentro
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