BARCELÓ, Elia (2018)
Las largas sombras
Roca Editorial, Barcelona, 384 pp
ISBN: 9788417092719
¿Puede algo sucedido hace más de treinta años cambiar
radicalmente la vida de un grupo de amigas? ¿En qué han quedado los sueños y
esperanzas de unas chicas que en 1974 tenían diecisiete años?
«Al final de su vida, se ha dado cuenta de que los
secretos destruyen; de que hay que iluminar los rincones para que no haya
sombras; que en las sombras se ocultan los monstruos.»
Rita, regresa a su pueblo en Alicante después de
muchos años de ausencia. Se dirige a casa de Lena, una de las amigas de
entonces, pero la posibilidad de un feliz encuentro se ve truncada por una
imagen horrible e inesperada: Rita encuentra a Lena muerta en el baño de su
casa. Lo que empieza pareciendo un suicidio, se convierte después de algunas
investigaciones, en un posible asesinato. Rita decide entonces reunir a las
amigas de entonces para hablar de lo ocurrido. A partir de aquí, se iniciará el
reencuentro de este grupo de amigas que hace 33 años que no se ven, después de
que un terrible suceso las separara y marcara su vida para siempre. Porque el
pasado siempre vuelve, siempre está oculto detrás de nosotros, pero a veces se
nos muestra como un pliego más del presente.
Con una habilísima y muy personal mezcla de géneros,
Las largas sombras va mucho más allá de la novela policiaca, del retrato de la
España inmediatamente anterior a la Transición en una ciudad de provincias, de
la narración de la nostalgia de sus protagonistas por una época en la que todo
estaba por descubrir o de la crónica del desencanto que se ha ido instalando en
sus vidas en la confrontación de los sueños con la realidad: Esta novela es una
crónica astuta, desengañada y salvaje, narrada con inmediatez y frescura, y no exenta
de humor, de una lucha por todo lo que vale la pena: el amor, la libertad, el
respeto propio, la amistad, la esperanza.
«Old
sins cast long shadows»
(Los viejos pecados proyectan largas sombras)
PROVERBIO INGLÉS
Siete mujeres unidas durante treinta años por un
secreto y separadas durante treinta años por ese mismo secreto, un secreto que
ha determinado su vida en el pasado, que ha determinado su forma de actuar y de
vivir y que irrumpe para volver a determinarlas en el presente y en el futuro
que las espera.
Yo me acuerdo. Pero me acuerdo a
mi manera, porque los años van velando la memoria y añadiendo historias
marginales, pequeños detalles que justifican los hechos, por muy
injustificables que fueran entonces.
Siete mujeres en una
búsqueda constante de sí mismas, no sólo en esa etapa caótica de la
adolescencia sino en la época convulsa social y política en la que les toca
vivir, una época de transición, en el caso que nos ocupa, en el más amplio
sentido de la palabra.
Un despertar a ellas mismas
y a los demás en una historia en la que ellas son las protagonistas absolutas
siendo los hombres, un mero complemento para darle más fuerza a la propia
historia.
Todo el mundo pensaba que Jaime era un poco simple,
superficial, una especie de calzonazos simpático que se dejaba mandonear por su
mujer. Lo que nadie sabía era que para Teresa su marido era el complemento
perfecto: un hombre tranquilo, con una enorme serenidad en momentos de crisis,
una torre de fuerza cuando hacía falta, una pared sólida en la que apoyarse
aunque, hacia el exterior, la que parecía más resistente fuera ella y todos
pensaran que Teresa era una roca.
Con Jaime podía
quitarse la coraza y sacar sin miedo su parte más débil e insegura, sabiendo
que él jamás se aprovecharía de su fragilidad.
Es esta una novela que habla del presente y de cómo éste está
determinado, queramos o no, por los hechos del pasado. Una novela que habla de
raíces, de nostalgias y de sentimientos
escondidos a los que es difícil enfrentarse.
Una novela que habla del sacrificio que estamos dispuestos a
hacer por aquellos a quienes queremos, aunque aquéllos lo rechacen, aunque ese
sacrificio no sea necesario porque
nuestra perspectiva es errónea, nuestras deducciones son totalmente
falsas.
Es una historia de amistad, pero también de inquinas
largamente arrastradas. Una historia de confianzas y sospechas que se superan
en pos del cariño forjado por y a pesar de experiencias gratas, pero también de
aquellas que se convierten en traumas que cada uno, a nuestra manera,
intentamos enterrar para poder seguir adelante.
—El pasado siempre influye en el presente, Jaime. No se puede
ir en contra. Somos lo que somos ahora a consecuencia de lo que fuimos, de lo
que hicimos, de lo que nos sucedió. —Rita se había puesto muy seria, a pesar de
que Jaime solo había intentado hacerla sentir mejor, pero estaba claro que era
un tema que a ella le importaba mucho. No había más que ver sus películas.
—En inglés hay un
proverbio —intervino Ingrid— que dice que «Los viejos pecados proyectan largas
sombras».
Una historia que confirma la máxima de que los recuerdos no
son una realidad exacta, sino que son lo que cada uno recordamos e
interpretamos, son la vivencia de cada uno de nosotros, que ante el mismo
acontecimiento componemos imágenes a menudo diametralmente opuestas.
Pero como le pasaba
con casi todo lo que tuviera relación con aquella época, todo se le
desdibujaba, como sucede en sueños cuando tratas de apresar un objeto y se va
alejando de tu mano tendida. «¡Qué escurridizo es el recuerdo!, pensó, ¡Qué
traidor! Crees que te acuerdas de una época y, si tratas de hacerla presente,
te encuentras con que no tienes más que algunos esbozos, como diapositivas
borrosas que resumen meses, años de tu vida. Y los únicos momentos que podrían
servir de cabo del ovillo para tirar del hilo y devanar la madeja son los que
más celosamente has ocultado debajo del sofá, con su compañía de pelusas e
insectos muertos.»
Y es una novela, la primera que leo de su autora,
en la que Elia utiliza una prosa tan cuidada, tan llena de sensibilidad, que no
ha habido página en la que no haya marcado una frase que me hiciera pararme a
reflexionar, llegando, en algunos casos a alargarse estas citas a páginas
completas.
He disfrutado de una lectura intimista, que he
saboreado en cada párrafo, en cada página.
Una historia que, magistralmente, va cerrándonos caminos
para llevarnos al único posible para resolver un misterio que sobrevuela toda
la novela desde la primera pagina y que aun
llevándonos de la mano, nos suelta, a escasas páginas del desenlace para
sorprendernos con un final magníficamente pergeñado, que no es, en ningún caso,
el que esperaríamos leer.
Acercarme a esta autora ha sido una experiencia
deliciosa, una experiencia que estoy segura, repetiré pronto, por lo que nos
espera descubrir en sus próximas novelas y por lo que, personalmente me queda
por descubrir de las anteriores.
Los secretos destruyen a quien los guarda, pero mucho más a
quien los olvida porque entonces siguen vivos y lo devoran calladamente, en la
oscuridad.
¿Crees que podría olvidar con solo desearlo? Recordar es el
castigo de quien pierde la inocencia.
Lo que hice, lo que haré, ya nada
importa: en la vida, en el sueño, en el insomnio, no soy más que la tenaz
memoria de esos hechos.
La trama, pero sobre todo lo que comentas de las frases que llevan a la reflexión, me atrae. Y no he leído nada de esta autora, así que este libro podría ser una buena opción.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues me dejas con ganas de leer este libro. Y a ver si me estreno con la autora de una vez por todas.
ResponderEliminarBesotes!!!
No he leido todavia nada de Elia Barceló, en el lector me espera El color del silencio, espero no haberle cambiado el titulo que para eso soy un hacha. Me gusta lo que has contado de este libro, a ver cuando le hago un hueco
ResponderEliminarUna novela muy sorprendente. Esa premisa del secreto antiguo que arrastra a las siete amigas a su presente incierto, es brutal. Buena reseña.
ResponderEliminarPues no he leído nada de Elia Barceló, pero por lo que cuentas creo que esta historia me gustaría.
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