miércoles, 18 de noviembre de 2020

Una promesa de juventud

Reig, María (2020)

Una promesa de juventud

Suma, Barcelona, 752 pp.

ISBN: 9788491294252

 

Un internado en mitad del bosque.

Una joven en busca de respuestas.

Un gran misterio por resolver.

 


Suiza, 1939. Santa Ursula acoge a alumnas extranjeras para el nuevo curso. Charlotte, una de las veteranas, será la encargada de integrar a Sara Suárez. Con el paso de los días, las jóvenes fraguan una amistad que se verá interrumpida por la guerra.

Oxford, década de 1970. Caroline Eccleston prepara su tesis sobre los internados suizos en la Segunda Guerra Mundial. El hallazgo del cierre inesperado de uno de ellos enciende la curiosidad de Carol, que no duda en viajar a Zúrich para encontrar respuestas.

Después del éxito de Papel y tinta, María Reig vuelve con una novela conmovedora narrada con fuerza y ritmo. Una promesa de juventud es la deslumbrante recreación de un tiempo de sombra que cincela la personalidad de unas adolescentes que intentan sobrevivir en un mundo lleno de demonios.

 

-              ¿Se ha preguntado alguna vez que es el hogar, señorita Eccleston?- me cuestionó retóricamente-. Yo lo he reflexionado muchas veces. El hogar es un espacio simbólico con coordenadas geográficas y físicas. Es un rincón al que siempre volvemos, en el que almacenamos recuerdos de las diferentes etapas que hemos vivido. Es donde habitan nuestros logros y nuestros fantasmas. Es donde nos reunimos con quienes amamos, donde censuramos a los que detestamos. Es, probablemente, el único lugar en el que somos nosotros mismos; cuatro paredes que conocen lo mejor y lo peor de nuestra alma corrupta.

 


Cuando leí la sinopsis de una promesa de juventud, no pude evitar que mi mente volara a esas novelas de Enid Blyton que discurrían en aquellos internados ingleses: Santa Clara, Torres de Malory… se que quienes tengáis edades similares a la mía recordareis las aventuras de esas adolescentes separadas de sus familias para vivir la amistad entre estudios y “aventuras”.

Al comenzar la novela, las semejanzas pronto desaparecen, alejándose esta trama de la ligereza de la de aquellas que acompañaron mis tardes infantiles. Porque en esta novela las circunstancias son especiales, y lo son por el momento en que se desarrolla la historia, por el lugar donde se encuentra St Úrsula y por la idiosincrasia de las propias protagonista, hijas de las mayores eminencias internacionales en el ámbito social, político y económico de los años 30.

 

He aquí una de las grandes incoherencias del gran Institut Sankt Johann: se prometía solventar las desviaciones en comportamiento e intelecto, pero sin perder de vista los títulos y el crédito que poseían los padres de los alumnos. Había que aplicar castigos, si, pero también era recomendable hacer la vista gorda sobre determinados apellidos para evitar quejas o abandonos. Al fin y al cabo, es estúpido morder la mano que te da de comer.

 

Nos encontramos con una novela a dos voces. La de Caroline, contando su presente en los años 70, un


presente que desea indagar en un pasado concreto. Y la de Charlotte, que a través de sus recuerdos del pasado consigue, a su manera, dar respuesta a las preguntas que se agolpan en la investigación y en la mente de Caroline.

Y es que es lo que tiene investigar, que tiras de un hilo, pero ese hilo se desenhebra y te lleva a menudo por otros derroteros, que cada respuesta conseguida genera una nueva pregunta y a veces, no conseguimos ver el tapiz completo, sobre todo cuando esta imagen depende de los recuerdos y sobretodo de los deseos de recordar de una sola fuente.

 

- No intenté llenar su vida con los retazos de la mía, señorita Eccleston. El pasado se enquista y no deja brotar al presente.

 

Caroline y Charlotte son dos personajes fuertes, perseverantes, controladores… pero una solo tiene preguntas y la otra tiene las respuestas y dárselas o no depende de la voluntad y sobretodo de una atadura moral debida a la promesa de salvaguardar secretos ajenos.


La trama ha conseguido mantenerme alerta y la historia me ha parecido coherente y bien hilada, pero no ha sido una lectura ágil, y no solo por sus más de setecientas páginas, sino por esa profusión descriptiva que a ratos me ha sacado de la novela. Y es que es un hecho que la autora ha manejado una amplísima documentación y ese trabajo se traslada a la novela, por lo que a menudo nos encontramos con multitud de datos que expone, tal vez, demasiado detalladamente. Los paisajes, los escenarios urbanos, e incluso los personajes cuya multitud de nombres y nacionalidades abruman al principio de la novela  y que son fruto, supongo, de su afán por revelarnos todos los datos posibles. Reconozco su trabajo y  su maestría pero siento, que en algunos casos, queda poco margen a la imaginación del lector al darle todo, hechos y escenarios demasiado "masticados".

Es cierto que no es una novela fácil, que aunar la adolescencia, la guerra y sus implicaciones, la vida personal de todos los protagonistas, la literatura e incluso el arte no es “pecata minuta”, pero tal vez, ese abarcar demasiado, esos relatos de los avances de la guerra, esos extensas párrafos descriptivos han conseguido en algunos momentos desviarme de la trama principal, del fin de la historia, del conflicto real.

Tal vez debido a lo anterior la parte de Caroline, siendo, supongo, la trama “complementaria” me ha resultado a menudo más atractiva que la trama del colegio que, supongo, la trama central.

 

Al miedo lo alimenta la ignorancia. Si lo analiza, lo que más nos aterra es aquello de lo que menos información tenemos. No sabemos cómo enfrentarnos  a ello, como se comporta. Es la ausencia de datos lo que nos condena al terror.

 

E insisto, es una novela que me ha gustado, que me ha parecido original en su planteamiento y
coherente en su desarrollo, escrita sin un pero en cuanto a calidad  literaria, de la que María Reig va sobrada, y que considero una autora a la que, estoy segura, aun le queda mucho que contar y a la que confío en volver a leer de nuevo.

 

Debemos olvida St Úrsula, protegerla con nuestro silencio y nuestra prudencia, solo así seguirá vivo todo por lo que hemos luchado, Nuestra patria de ideas y valores sin fronteras.

6 comentarios:

  1. Coincidimos completamente. Si no fueran por esas páginas de más... Pero volveremos a repetir con la autora, sin duda. Sabe escribir muy bien.
    Besotes!!!

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  2. Hola Gema, veo que en líneas generales estamos de acuerdo en todo. Una lectura agradable y entretenida. Un beso.

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  3. Hola!
    Coincidimos en bastantes cosas y, aunque también creo que le sobran páginas, no dudo que me gustaría leer el anterior libro de la escritora.
    Besos!!

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  4. Hola. El arte que tiene la escritora es desarrollar la historia es única. Pero a mí el conjunto de todo no me gustado, le falta o le sobraba algo. Siempre me encanta leerte. Besos.

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  5. Creo que tienes razón en lo que comentas, da demasiados datos, demasiada información que hace que te pierdas y te despistes, aunque la autora escribe con muy acertadas reflexiones. Tengo curiosidad por saber cómo irá evolucionando.
    Besos

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  6. Una reseña muy lograda Gema, creo que todas coincidimos en lo mismo, lo que es indudable es que la autora es muy joven y tiene un futuro muy brillante por delante. Un beso

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