lunes, 30 de diciembre de 2019

Antes mueren los que no aman


Plana, Ines (2019)
Antes mueren los que no aman
Editorial Espasa, Barcelona, 512 pp.
ISBN: 978-8467056402

En las Navidades de 2009, con un país aplastado por la crisis, una funcionaria de la Seguridad Social muere al ser empujada violentamente contra una cristalera. Quien lo hace es una joven que huye del lugar sin dejar rastro. Este es el caso que investiga Julián Tresser, teniente de la Policía Judicial de la Guardia Civil, cuando surge la primera pista fiable sobre el paradero de Luba, una chiquilla de doce años que desapareció misteriosamente dos años atrás.
Desde entonces, Tresser ha buscado desesperadamente a esa niña que no es su hija pero que debería serlo. No imagina que la pequeña ha escapado del sórdido mundo de la prostitución en la que la habían confinado. El azar la lleva a esconderse en una casa en un pueblo perdido donde dos mujeres parecen ocultar un secreto inconfesable que podría arruinarles la vida. Luba debería pedirles ayuda, puesto llega herida hasta allí, pero los abusos que ha sufrido le impiden confiar en nadie. Esas circunstancias, caprichosas y crueles, no se lo van a poner fácil al teniente, pues, a la vez que busca a la niña, deberá elegir entre la responsabilidad que conlleva su oficio y la fuerza de los vínculos de sangre.
Tras el éxito de Morir no es lo que más duele, Inés Plana sumerge al lector en una trama vertiginosa por la que transitan personajes atormentados y complejos y en donde el teniente Tresser se someterá a un dilema moral que pondrá a prueba sus convicciones.

Convivimos con más monstruos de los que imaginamos.

En mi reseña anterior os hablaba sobre Morir no es lo que más duele, hoy me centro en esta segunda novela de Inés Plana que podría considerarse una segunda parte de aquella. No hay duda de que son novelas que pueden leerse de forma independiente, pero para captar toda su esencia os aconsejo acercaros a la primera.

Y esto lo digo porque en esta historia Inés lleva a los personajes un paso más allá. Los personajes de la primera novela evolucionan ante nuestros ojos, algunos de ellos a pasos agigantados, otros, que en aquella fueron secundarios, de lujo, eso sí, cobran en esta un protagonismo innegable.

Julián comienza a mostrarnos esa parte vulnerable que le hace humano, aunque siga conteniéndose consciente o inconscientemente dentro de esa coraza de profesionalidad que sigue primando en su día a día y que a veces le pesa como un lastre.

Estaba emocionado y no recordaba haberlo estado nunca, al menos de ese modo, tan acostumbrado siempre a mantener el control de la situación y a no soltar el amarre de sus sentimientos, como un barco eternamente atracado en el puerto.

Coira, al contrario que su superior, se ve obligado a controlar sus sentimientos familiares, atar sus afectos en pro de su faceta profesional, sin poder evitar que ambos ámbitos se enreden sin remedio.

Adelaida reaparece con una fuerza distinta a la que le llevó su intervención en la primera novela, si en esta vimos la parte profesional de esta psiquiatra comprometida, en esta vemos sus propias zozobras y como estas afectan a una vida personal y familiar que, en muchas, la mayoría de las ocasiones se niega siquiera a permitir existir.

Me obligarás a esperar tu llamada y detesto el control sobre mí. Además, si un día no puedes hacerlo, me preocuparé por si te ha pasado algo. Vives rodeado de malos.

Y si a los protagonistas les lleva un paso más allá no hace menos con los lectores. Inés ha compuesto una novela que se nutre de muchas historias, una novela en la que las tramas evolucionan y se encuentran para construir una imagen difícil de ver en las primeras paginas.

La autora vuelve a adentrarse de manera magistral en la psicología rota de los personajes, porque todos ellos son personajes, hombres, mujeres y niños tan destrozados que parece imposible que los pedazos en que ha quedado convertida su vida vuelven a encajar para darle una segunda oportunidad de vivir.

Nos obliga a mirar de nuevo de frente al mal más absoluto, ante el de quienes lo sufren, al de quienes
lo infligen, ante el mal institucional, al terrorismo… pero también a ese instinto de supervivencia que todos guardamos en nuestro interior.

Los débiles se vuelven fuertes cuando el fuerte se vuelve débil. Entonces aprovechan y se comen sus despojos.

Vuelve a sumergirnos en las relaciones familiares, en las relaciones personales, en las mentiras que somos capaz de inventar y de creernos para escapar de una realidad que se nos vuelve insoportable, de los secretos que somos capaces de guardar aun a costa de nuestra tranquilidad, de nuestra propia salud mental.

Inés hace una crítica social intensa a lo largo de toda la novela, a la crisis económica y a quienes la provocan dejando indefensos a quienes la sufren de manera indirecta en sus carnes, a la corrupción continua que impera en las cloacas del estado, a la cosificación de las mujeres y las niñas que hace millonarios a los que viven de su infierno, al maltrato a las mujeres, al acoso…

Ha sido, una lectura intensa, asfixiante, agotadora… pero también esperanzadora… una historia que nos muestra que aún hay vida después de experiencias que matan la mente aunque no consigan matar el cuerpo.

Cerramos círculos de cariño y solidaridad constantemente.

La autora vuelve a llevarnos de la mano por Uvés, pero también por Galicia y esa costa que es capaz
de dar la vida y también la muerte, y nos lleva por esos paisajes nevados e inhóspitos de los paisajes castellanos de la mano de personajes ya conocidos y otros que nos invita a conocer. Personajes con un importantísimo punto en común, todos actúan, todos mienten por obligación o por afición, pero todos, ninguno se libra, tienen algo que esconder, algo que estará velado a lo largo de la historia y que nos será desvelado, poco a poco a lo largo de la trama.

Como la anterior esta me ha resultado una magnífica novela, mucho mas compleja en la trama que la anterior, pero como aquella, igual de bien resuelta. Si queréis una novela que os haga pasar un buen rato y que, a la vez, os haga reflexionar, si disfrutáis de una buena trama, bien hilada y bien narrada, no puedo más que recomendaros leer a Inés Plana, os aseguro que no os dejará indiferentes. Por mi parte, espero y deseo, volver a reencontrarme con Tresser y lo que desee contarme.

Le molestaba exponer tanto su vulnerabilidad cuando él se había construido a sí mismo como un ser rocoso, esculpido en piedra, invulnerable, sin pensar que el agua, con su insistencia, era capaz de horadar las rocas más resistentes.

1 comentario:

  1. La anterior me gustó pero con sus pequeños peros. Parece que ésta la supera. Me tendré que animar. Feliz año!
    Besotes!!!

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